libertades , noticias , politica , redes sociales , sociedad , violencia Miércoles, 18 octubre 2017

Gracias a Karina Beteta tenemos una segunda temporada de sus karinabetetadas

Karina Beteta es de esos parlamentarios del fujimorismo que cuando habla te despierta las ganas antidemocráticas de disolver el Congreso la imaginación. No podemos otorgarle el Becerril de Oro porque aún no acaba el año y porque la competencia dentro de su partido es muy fuerte (Becerril, Maritza G, Arimborgo, Tubino, Rolando Reátegui, etc.).

El 5 de setiembre pasado, este útero publicó un post para que empezaras tu colección de «karinabetetadas»:

Imagen: Útero.Pe

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Ahora te traemos la segunda temporada de las betetadas gracias a que cuando Karina no tuitea en un lenguaje más difícil que el esperanto, se lanza a la yugular de sus opositores con tuits difamatorios. Deja tu libro y aprende Lógica con Beteta.

Imagen: Útero.Pe

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1. La abogada que acusa sin pruebas

El domingo último, la admiradora de Magaly Medina y exnacionalista (no es broma) tuiteó contra Álvarez Rodrich, quien preside el Instituto de Prensa y Sociedad (Ipys). La kongresista se refirió a los auspicios económicos de Odebrecht a los premios de Ipys en el 2014 y el 2015.

Imagen: Twitter

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Sin embargo, Beteta aseguró que quien recibió el dinero para su beneficio fue AAR a través de Ipys y que encima, el dinero era «ilícito». El periodista le pidió a Beteta que lo denuncie por el delito de receptación, pues él no podía denunciarla por difamación debido a su inmunidad parlamentaria.

Imagen: Twitter

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Beteta contestó que no podía hacerlo porque AAR «se ampara en su libertad de prensa y expresión como uso abusivo de ello». Sin duda, pedirle a alguien que te denuncie es una manera raraza de ampararse en la libertad de expresión. La legisladora siguió con su acusación, aunque ahora se cuidó de colocar la palabra «ilícita»:

«IPYS recibió en donación dinero de ODEBRECHT ¿Se debía presumir que provenía (el dinero) del delito de corrupción? Sí, porque ya había investigación por caso Lava Jato».

2. Sigue creyendo que todos cobran por opinar

Si no te dice «terruco» por oponerte al fujimorismo no es fujimorista. Beteta aprovechó la salida de la tía de Mijael Maritza Garrida Lecca, para asegurar que esta sería la nueva lideresa de los «antifujimoristas y caviares».

La conductora de La República, Sigrid Bazán, le dijo que difamar así la volvía una «ignorante» y Beteta la mandó a cobrar la plata que alguien le habría pagado por haberle dado la contra.

Imagen: Twitter

¿La Caja 2 desde donde Odebrecht sacó plata para aumentar Keiko para 500? Imagen: Twitter

La idea de que los periodistas cobran por opinar contra ellos volvió a abordarla cuando PPK incluyó en su gabinete a distintos exfuncionarios del gobierno de Alan García. La legisladora naranja indicó que esa «descaviarización del gobierno» explicaba «la reacción de los frejoleros RMP (Rosa María Palacios), AAR, CC, RT».

Imagen: Twitter

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Entiendan a Beteta: es difícil creer que los periodistas pueden opinar a favor del gobierno y sin dinero de por medio si se pertenece a un grupo político que en los 90 compraba medios de comunicación.

3. Odia los libritos…

Si a estas alturas creen que Beteta odia los libros, no se equivocaron. Cuando se lanzó la película La hora final y el libro del mismo nombre que narraba la captura de Abimael Guzmán, la exnacionalista se enojó porque las historias no dejaban muy bien parado a su líder apresado en la Diroes.

Imagen: Twitter

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«Mientras la captura de Abimael Guzmán se recuerde con libritos y peliculitas tergiversando la verdad, Sendero Luminoso seguirá matando a policías como en el VRAEM».

Tiene razón. La captura de Guzmán debería recordarse con un video producido por Kenji y financiado por los cócteles de Keiko, además de contarla en viñetas que se impriman en las tapas de los táperes que regalan en campaña.

4. Ya denle el Becerril de oro

El 23 de setiembre, la parlamentaria declaró a Exitosa que «solo un demente podía comparar a Alberto Fujimori con Abimael Guzmán». Lo que no es demente es comparar a Abimael Guzmán con Augusto Álvarez Rodrich, a quien se la tiene más jurada que a un libro. La comparación la realizó hoy.

Imagen: Twitter

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Beteta hizo referencia a las palabras que Abimael gritó ayer, cuando se puso malcriadazo con el juez que lleva el caso Tarata. El terrorista fue expulsado y cuando salía de la sala gritó a los jueces «¡prevaricadores! ¡Ganapanes!».

Cuando Beteta oyó el insulto desde la tele, sus neuronas recordaron a Álvarez Rodrich, quien les dedicó el mismo insulto a los legisladores que tenían miedo de que PPK cerrara el Congreso. La deducción fue clara: el periodista tenía el look de Lenin porque era la Quinta Espada del comunismo.

Ya sabes, si alguna vez te dejas la barbita, te coges la cabeza con el dedo para enfatizar una idea y encima vistes un polo a rayas, cuídate de que Beteta no te vea si no quieres que te acuse públicamente de terrucazo.