Muchas razones para que alguien, please, le quite el teléfono a Tubino
Andy Livise
Pienso, luego me achoro. @ElcholacoCarlos Tubino es uno de esos congresistas al que no imaginamos en otra bancada que no sea Fuerza Popular. El año pasado se hizo conocido por ser el fashion congress al tildar de «sucios» a los congresistas de izquierda que no vestían como él quería y luego por hacer una investigación a fondo sobre las tabas de Richard Acuña.
El parlamentario fujimorista también es gran luchador de todo lo que contenga la palabra «género» (aunque se llame Carlos Mario DEL CARMEN Tubino Arias-Schreiber) y un amante de la tecnología. Su cuenta de Twitter se actualiza más que la del IGP. Solo en las últimas 24, entre tuits y retuits, don Carmen (así lo llamaremos a partir de ahora) ha publicado 67 veces. El fin de semana último, su cuenta se puso igual de malcriada que tú en tu tono del centro de Lima.
Todo nació con Tubino y su fobia por el término «género». Luego de asegurar que introducir esa palabra en lugar de «sexo» era parte del maquiavélico plan de la ideología de género, un grupo de usuarios (y otros malcriadazos) empezaron a insultarlo.
Cuando la usuaria Pauliyaf dijo que los fujimoristas «siguen ciegamente como borregos» y que «le daban asco», don Carmen respondió que ella no podía meter sus narices en Perú porque vivía en España. Desde el lanzamiento de ese tuit, Tubino mutó en un Lisurattás de extrema derecha, solo que esta no era una imitación de JB, sino, la fea realidad:
Luego de tanto «tarada», llegó la hora de la redención. El alma católica retornó al cuerpo de Del Carmen y realizó esta reflexión:
Hasta que otra vez aparecieron los malcriados para mandarlo a la tumba y Tubino se olvidó de la enseñanza cristiana de dar la otra mejilla:
Se puso en estado Grupo Colina:
También se dio tiempo para responder una pregunta filosófica sobre lo humano.
Entre tanto insulto, pulla y amenaza de bronca, don Carmen fue conmovido por un tuit del PPKuy que pidió dejar de agredirlo por su edad. Ante ello, Tubino aseguró (agárrense) que rechazaba a los que «ante la falta de argumentos, insultaban».
Entonces dejó de insultar… pero para pedir bronca en vivo y en directo…
Luego de este capítulo violento, Tubino continuó con su vida normal, o sea, retuiteando mensajes transfóbicos, homofóbicos y contra la ideología de género. Please, que alguien le quite el teléfono.