educación Martes, 13 octubre 2020

Dos mujeres extraordinarias nos cuentan sus experiencias con la beca BCP

Buenas Noticias

En este espacio te contaremos todas las buenas noticias de nuestros amigos auspiciadores.
Hay historias que inspiran.

Hay historias que inspiran.

La primera vez que vino a Lima fue para estudiar en el Colegio Mayor Presidente del Perú. Lety Gómez es la última de siete hermanos y había sido seleccionada por el Estado para hacer la secundaria en un internado en la capital junto con otros cientos de estudiantes de todas partes del país. Todos elegidos por su alta capacidad académica. Ella venía de Cajamarca.

Lety Gómez, a la edad en la que ya empezaba a cuestionarse todo. Imagen: Lety Gómez

Lety Gómez, a la edad en la que ya empezaba a cuestionarlo todo.
Imagen: Lety Gómez

Lety empezó a cuestionar la desigualdad social desde muy pequeña. Antes de llegar a Lima estuvo dos años en la selva y, en el colegio donde continuó sus estudios de nivel primario, le enseñaban lo que ya había aprendido en años anteriores en su ciudad natal.

«Empecé a preguntarme por qué me enseñaban cosas que ya sabía, ¿por qué en un mismo país la educación no era la misma en todos lados? ¿Por qué se demoraban tanto en hacer una carretera? ¿Por qué no todos los barrios tienen pistas y veredas? Mi papá me contestaba que había mucha corrupción», nos cuenta Lety ahora con 22 años.

Hace apenas tres meses terminó la carrera de economía en la Universidad del Pacífico, una de las mejores universidades del Perú en la especialidad de ciencias económicas. Si bien es una de las mejores, no es precisamente la más asequible en cuanto a precio.

Con una mamá profesora y un padre policía, al final de sus estudios en el colegio Presidente del Perú, Lety sabía que su única opción para estudiar sería una universidad nacional. No podía permitirse más.

«Entendí que para la carrera que quería mi destino iba a ser la Universidad San Marcos y quizá iba a pasarme un tiempo preparándome para postular y quizá más de una vez por lo difícil que es el examen de admisión», nos confiesa.

Entonces, ¿cómo ahora es egresada de la Universidad del Pacífico?

Solo tiene 22 años y ya es una convencida de que su futuro está en el servicio público. Imagen: Lety Gómez

Solo tiene 22 años y ya es una convencida de que su futuro está en el servicio público.
Imagen: Lety Gómez

En el último año de cole, les informaron a los estudiantes que había un programa de becas a las que podían acceder los primeros 50 alumnos con el mejor promedio. Lety no recuerda en qué puesto estaba, solo recuerda que le enviaron un correo informándole que estaba apta para postular.

Tenía 15 años y la primera prueba para tentar la beca era en la sede de Lima de la Universidad de Piura, en Miraflores. Junto con ella iban otros 599 alumnos de distintas instituciones, Fe y Alegría, Presidente del Perú, entre otros colegios.

Eran 20 becas

Lety pasó la primera etapa. La segunda fue un examen psicológico y un trabajo en equipo que se realizaría en la sede central del Banco de Crédito del Perú (BCP). Lety y 13 compañeros del colegio pasaron esta segunda prueba y la tercera iba a ser una visita al colegio.

«Cuando llegaron estábamos muy emocionados. Nos dieron un sobre a cada uno y el resultado fue que todos habíamos alcanzado la beca BCP».

Pero ese era solo el principio de un camino que no ha sido fácil, pero que sin la ayuda de la beca no hubiese podido recorrer. Lo mejor, cuenta Lety, es que le dieron a elegir entre varias universidades. La beca cubrió no solo la pensión sino su manutención durante los cinco años que duró la carrera.

  • Y no solo eso, la naturaleza de la beca BCP no solo es darle al estudiante el estipendio mensual y ya. Tratándose de jóvenes que en muchos casos dejan a sus familias en otra ciudad para forjarse un futuro, la beca incluye acompañamiento psicológico.
  • Además, si bien la exigencia es permanecer en el tercio superior, es comprensible si tienes problemas con alguna materia, la beca BCP comprende ese tipo de escenarios. Así nos lo explica Lety:

«La calidad educativa en el Perú es heterogénea. Entonces, al venir a una universidad de tanta demanda académica iba a chocar porque no te enfrentabas al nuevo estilo de estudio sino te enfrentabas a tener que vivir sola, aprender a conocer nuevas personas y salir adelante. Con todo eso, la beca era un colchón pues era comprensible y lo más bonito que tenía era que tiene un programa de acompañamiento con un psicólogo en los primeros años de carrera, con charlas y además actividades».

Lety practicaba en Comex Perú, al terminar la carrera le ofrecieron postular a una vacante para ser analista. Actualmente, a sus 22 años, es analista de estudios económicos de la institución más importante de comercio exterior en el Perú.

Cuando le preguntamos cómo se ve en cinco años, nos dice que con una maestría en gestión pública, su sueño es hacerlo en Harvard. Su meta final es trabajar en el sector público. Formar parte del equipo que distribuye los recursos y prioriza las necesidades reales de la gente, lo cual es una manera de intentar resolver todas esas preguntas que la asaltaban cuando era niña y de devolver un poco de lo que el país y la empresa privada hicieron por ella.

«Como lo comento con mis amigos. No me pongo de ejemplo pero existen este tipo de oportunidades y solo hace falta buscarlas. Para que la educación de calidad no sea un privilegio para un solo grupo de personas sino para que todos podamos acceder a ella. Quisiera ver un Perú donde no existan estas brechas de desigualdad de oportunidades».

 Pero la beca BCP no está dirigida solo a estudiantes con los mejores promedios. Una beca es para quien se esfuerza y esta segunda historia a continuación lo demuestra porque…

Nunca es tarde para empezar de nuevo

Stefany tiene una nueva oportunidad. Imagen: BCP

Stefany tiene una nueva oportunidad.
Imagen: BCP

Cuando tenía 15 años y cursaba el tercer año de secundaria, Stefany Quispe quedó embarazada. Dejó el colegio para ocuparse de su pequeño hijo. Los primeros años fueron difíciles. Pensó que sus sueños, sus metas personales quedarían estancados para siempre.

«La gente me decía que con un niño era difícil continuar estudiando y que solo me podía quedar ahí donde estaba y ponerme a trabajar».

Sin embargo, cuando su hijo cumplió dos años, Stefany reaccionó. Empezó a imaginarse el futuro de su pequeño y todas las oportunidades que ella podía darle si adquiría otros conocimientos que le ayuden a avanzar. Así que se matriculó en el turno nocturno de un Centro de Educación Básica Alternativa (CEBA) del Estado y terminó la secundaria.

Pero eso, para Stefany, solo era el principio. En busca de mejores oportunidades, aprovechó un programa de la Municipalidad de Lima para estudiar un curso para ser cajera. Debía movilizarse todos los sábados desde su vivienda en Pamplona Alta en San Juan de Miraflores, hasta el local donde estudiaba en San Juan de Lurigancho.

Esa era su rutina hasta que un sábado, mientras regresaba de clases vio a un grupo de personas aglomeradas en la puerta del Instituto Certus en San Juan de Lurigancho. Se acercó a preguntar y le dijeron que el Instituto Certus había convocado desde su página de Facebook a los estudiantes que quieran postular a unas becas.

Llenó un formulario y en los días posteriores la llamaron para informarle el día que se realizaría la evaluación escrita en la sede del instituto. También fue un sábado, recuerda Stefany.

«Me pasé de las clases para cajera a dar el examen a Certus. Eran las cuatro de la tarde y los que postulaban llegaban con sus familiares o amigos. Yo estaba sola. Me sentí triste pero decidí continuar».

Cuando entró, había varios salones repletos de personas esperando la prueba. Eran aproximadamente 300 postulantes. De esa cantidad, solo 15 recibirían la beca BCP. Stefany estaba nerviosa, pero llena de valor para poder alcanzar una vacante.

No quedó entre los 15, pero sí entre los 30 primeros puestos y se pusieron en contacto con ella para que acuda a una evaluación psicológica y una entrevista. Le preguntaron con quién vivía y cuál era su sustento económico. Stefany trabajaba en un puesto de especerías en el mercado, un lugar donde se preparan y comercializan condimentos para cocinar.

Para ese entonces, el año pasado, ya tenía dos pequeños hijos. Uno de ocho y otra de seis años. Vive en casa de sus abuelos con dos tías y su pareja. A Stefany la beca BCP le ofreció costear el 50% de la carrera de administración de empresas, que incluye la matrícula, la pensión y los materiales de estudio. Había conseguido su objetivo: empezar a estudiar una carrera profesional.

«Al principio me chocó, era difícil. Creo que ha sido bastante esfuerzo y sacrificio. Los profesores me dijeron que una de las cosas que iba a sacrificar era mi tiempo. Yo oy mamá. Tenía que dejar a  mis hijos un par de horas para poder estudiar y hacer las tareas. Yo sabía que debía pasar eso pero sabía también que no iba a ser para siempre. Quería terminar de prepararme profesionalmente para darle algo mejor a ellos. A veces lloraba porque mi tiempo era poco».

A finales de este mes empezará el tercer ciclo de la carrera. En este contexto de pandemia, Stefany escucha las clases desde el teléfono, que se ha convertido en su herramienta de estudio. Sus trabajos académicos los manda desde una cabina de internet cerca de su casa y está ahorrando para poder comprarse una computadora.

«Una vez terminada mi carrera quisiera convalidarlo con una universidad y abrir luego una empresa de catering, eventos y wedding planner».

La beca BCP no solo le dio a Stefany la oportunidad de estudiar a ella, sino un futuro distinto y mejor a sus hijos y a su familia.

El programa de Becas BCP, creado desde hace más de seis años, ha beneficiado a más de 590 jóvenes talentosos para que estudien en las mejores universidades e institutos del país a través de una beca que ha sido el impulso para que desarrollen al máximo sus capacidades, convirtiéndose en profesionales altamente empleables. Ellos transforman sus vidas, la de sus familias y la de la sociedad.

Bonus Track:

  • La convocatoria para las becas 2021 se encuentra abierta y se puede postular a través de la web www.becasbcp.com.

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