Esto fue lo que dejó, en el Twitter latinoamericano, el triunfo del NO a la paz en Colombia

Más allá de la tristeza por el resultado, nos ha llamado la atención una suerte de celebración desde el lado más achorado de la derecha peruana. Pondremos a continuación algunos ejemplos de personajes que curiosamente también se han destacado por su férrea defensa al fujimorismo en esta última campaña electoral.

¿Recuerdan el programa donde salieron los supuestos audios en donde el informante de la DEA se retractaba sobre lo que dijo sobre Joaquín Ramírez, pero que al final todo era más bamba que romance de reality? Bueno, uno de los conductores de «Las cosas como son», programa que se emitía vía canal 5, era Hugo Guerra, un exponente no tan conocido de la derecha rancia peruana.

2. Eugenio D’Medina

(Esa d antes de Medina me recuerda a la «de» antes del Soto).

Eugenio D’Medina es otro de los personajes sublimes del lado oscuro de la fuerza sector que hizo suyo el triunfo del NO.

3. Martha Meier

Hay gente que solo quiere ver el mundo arder.

4. Alejandro Aguinaga

El médico de cabecera de Alberto Fujimori compara con ligereza a las FARC con Sendero Luminoso y, además, culpa a dos presidentes que respetaron la democracia en el Perú por precisamente, respetar también el derecho al debido proceso de todo ser humano.

¿Y por qué dices que comparar las FARC con Sendero es una ligereza?

Ya lo explicó nuestro amigo José Alejandro Godoy, sobre por qué no son comparables estos dos grupos. Estamos ante dos procesos sustancialmente distintos por distintas razones:

• Cuestiones ideológicas: las FARC han sido más cercanas a las guerrillas latinoamericanas convencionales y Sendero Luminoso más bien una interpretación dogmática del maoísmo.

• Tipo de cierre del periodo: SL fue derrotado militarmente sin atenuantes, mientras que a las FARC nunca las pudo derrotar el ejército colombiano.

• Voluntad de los actores armados: las FARC han pedido perdón por sus crímenes y buscan participar en política, mientras que el sector acuerdista de SL nunca reconoce su responsabilidad y solo apuesta por una inaceptable amnistía.

• Por tanto, comparar ambos periodos de violencia resulta poco útil para comprender la propia dinámica colombiana, así como los procesos de justicia transicional en general.

5. Un fujitroll

Para muestra, un botón. Este fujitroll, retutieado por Martha Meier, no duda en calificar automáticamente el acuerdo de paz como «impunidad, complicidad y entreguismo» suena a honestidad, tecnología y trabajo.

Lo más llamativo es que usa dos fotografías emblemáticas para enseñarle a la gente cómo se lucha contra el terrorismo. La primera es una de Alberto Fujimori en la residencia del embajador de Japón, después de que liberaran a los rehenes y asesinaran a los terroristas del MRTA que la tomaron entre 1996 y 1997. Ese día también asesinaron extrajudicialmente a algunos de ellos, el caso aún sigue en investigación.

La segunda fotografía es Abimael Guzmán con un traje a rayas en el centro de una jaula. La realidad es que el líder senderista fue capturado sin disparar una sola bala, después de un largo proceso de investigación del GEIN. Hay un video de su captura. Y, oh sorpresa, la idea de enjaular a Guzmán se le ocurrió a Vladimiro Montesinos. Como ni él ni su socio Fujimori estaban al tanto de la captura, no tuvieron mejor idea que exponer a los terroristas enjaulados ante la televisión para poder hacerse del triunfo que solo le pertenecía al GEIN que, paradójicamente, fue desactivado inmediatamente después.

Es sintomático que la derecha más rancia sea la misma aquí, en Colombia, en el Reino Unido y en Estados Unidos y en el infinito. Hay una línea muy visible cuando uno trata de distinguir quiénes están del lado correcto de la historia.