cine , teatro Sábado, 21 diciembre 2013

Adiós, Aristóteles Picho

Ha fallecido, a los 56 años, el gran actor huancaíno y profesor universitario Aristóteles Picho. Un artista talentoso y generoso como pocos.

ARISTOTELES PICHO 1

Interpretando a Krapp, en una obra de Beckett. Vía Ernesto Jerardo.

Cuenta La República:

Hace un año y medio, el huancaíno hizo público que padecía del síndrome cordonal posterior, una lesión a la médula espinal que adquirió luego de sufrir una fiebre de más de 40 grados que terminó por provocarle la inmovilidad en las extremidades.

Pese a esta complicación, Picho no dejó el amor por el teatro y continuó trabajando postrado en una silla de ruedas, pero sobre las tablas. En agosto de este año, protagonizó la obra musical Marat-Sade, en donde interpretó a Jean Paul Marat, uno de los más importantes activistas de la Revolución Francesa.

En los últimos años se había concentrado en su labor como coordinador de la especialidad de Artes Escénicas de la PUCP. Sobre su condición, hace unos meses en Panorama le hicieron un reportaje en el que se mencionaba una mejoría.

Hace un par de años, cuando ya se encontraba postrado en una silla de ruedas, sus amigos le hicieron este homenaje con el que se abrió el Festival de la Noche de los Cortos.

Maestro de varias generaciones de actores y actrices, Aristóteles será recordado por sus intensos personajes, en los que invariablemente predominaba un lado oscuro (periodista corrupto, presidario asesino, siniestro brichero, etc). Lo extraño es que, en persona, era un pan de dios, imposible más buena gente y legendariamente tímido. A pesar de ser un rostro nacionalmente reconocido, otro de sus rasgos característicos era la sencillez. Un ejemplo dentro y fuera de las tablas.

Encontré este programa en el que Aristóteles, inusualmente, se explaya sobre sí mismo: sobre la vida, su miedo al tráfico limeño y su timidez. Véanla completa, a partir del minuto 2:22.

«Uno nunca tiene que ser viejo, uno tiene que terminar su vida en el momento en el cual la vida empieza dejar de ser atractiva.»

Lo vamos a extrañar, mucho.