El affaire Vaccaro en YouTube
Es alucinante lo que puede provocar la mentira de una periodista. Como el affaire Trujillo en su momento, el caso de Yolanda Vaccaro -la falsa agredida en España- se convertirá en objeto de análisis en las facultades de periodismo. Análisis que incluirá la (no) reacción del medio donde se publicó la mentira, los reflejos del periodista que la desmintió y -esta es la parte que será más interesante en la hipotética clase- la cantidad de blogs que caimos redonditos.
Y digo caimos, porque especialmente cayó este blogger, dizque periodista, que desbocadamente desenvainó toda su artillería -armas químicas por delante, llamen a la ONU- contra un caballero que no tenía nada que ver el tema. Me autocritico, compañeros. De todas formas, no sé si todos en la cholósfera captaron la moraleja, que no es «no postear apresuradamente», sino «no patalear apresuradamente», aunque casi siempre sea lo mismo. Quizás ya va siendo hora de que no lo sea.
En fin. Ojalá estos prolegómenos no los hayan aburrido. Con ustedes, Beto Ortiz haciendo periodismo.
