corrupción , discriminación , libertades , noticias , politica , sociedad Jueves, 8 agosto 2019

Solo para recordarles que construir edificios sobre la Costa Verde siempre fue una mala idea

¿En qué piensas cuando hablamos de una construcción informal?

Probablemente en esto, ¿no?

Foto: Fernando Poma / Difundida en Facebook por 'Buen Ciudadano'.

Sin estudios, sin planos, sin fiscalización. Foto: Fernando Poma / Difundida en Facebook por ‘Buen Ciudadano’.

Hace un par de años esa fotografía se hizo viral por una publicación en Facebook que básicamente le echaba la culpa a los ciudadanos (y no al Estado) porque no pueden acceder a una vivienda de calidad, segura y digna, recurriendo así a soluciones informales.

Y, como hizo notar la urbanista Mariana Alegre, las críticas que se hicieron a esa imagen se enfocaron en culpar al pobre por ser pobre. Porque claro, asociamos la informalidad con los niveles socio económicos (NSE) más bajos.

Pero esto también es un tipo de informalidad:

Y esto está en Barranco. Foto: Andina

Y esto está en Barranco. Foto: Andina

¿Por qué? Primero lee bien lo que dijo el geólogo Néstor Teves en Canal N:

En 1970 hicimos un estudio geotécnico de los acantilados de la Costa Verde y se recomendó una línea [de espacio para construir] de 100 a 200 metros y ningún alcalde lo ha respetado, ninguno lo cumple.

¡1970 pues! ¡Y no es el único estudio que se ha hecho!

Diego Miranda, parte del equipo técnico la Unión de Estudiantes de Arquitectura de Lima (UDEAL), redondea la idea explicando que —en un sentido estricto— los edificios construidos sobre el acantilado de la Costa Verde pueden tener todos sus papeles en regla pues es la municipalidad la que los fiscaliza.

Pero eso no quita el hecho de que no deberían estar ahí.

Hace dos años, José Enrique Arispe —exdecano del Colegio de Arquitectos del Perú— advirtió que estas construcciones existen por falta control municipal o incluso porque malos funcionarios permiten obras indebidas.

Y luego pasa esto

El derrumbe entre la avenida Sucre y la bajada Bertolotto. Arriba, a la derecha, se ve el hotel Inkari Vista Al Mar. Foto: Andina

Ojo: había una malla, ¿por qué no sirvió?, ¿estaba mal puesta? Foto: Andina

Esta madrugada ocurrió un nuevo derrumbe —no es el primero ni será el último— en Magdalena, obstaculizando por horas el tránsito de vehículos en la Costa Verde (y menos mal que nadie murió o resultó herido).

¿Y por qué se derrumbó? Teves —entrevistado por Carla Tello— se animó a ensayar una respuesta: posiblemente porque quienes ocupan esta zona del acantilado riegan su jardín. El agua debilita el suelo y eventualmente este colapsa PORQUE ES UN ACANTILADO.

Miranda, por su parte, nos precisa que la humedad es solo una de las razones que producen el deslizamiento de rocas en la Costa Verde. También influye —y bastante— las construcciones en el borde del acantilado. De hecho, así lo precisan los estudios de riesgo —sí, más estudios— desarrollados por la Autoridad del Proyecto Costa Verde.

Tumbarse los edificios

Hace dos años un grupo de ingenieros de la UNI hizo OTRO ESTUDIO revelando que una franja de la Costa Verde se puede desprender en caso de terremoto —y aquí te recordamos que en cualquier momento se viene uno devastador— por culpa del peso de los edificios que se han construido aquí.

El geólogo Patricio Valderrama también compartió algunas ideas. Foto: Captura/Twitter

El geólogo Patricio Valderrama también compartió algunas ideas. Foto: Captura/Twitter

Se calculaba que la Costa Verde podría estar soportando unos 2.8 millones de toneladas más que en 1990, pero la gente de UDEAL precisa que el peso es «muuuuuuchísimo mayor«.

Hay un problema claro: los edificios sobre la Costa Verde no deberían estar ahí y tenemos varios estudios técnicos que no solo lo dicen, sino que demuestran que son un riesgo. Después de todo, la usamos como una vía rápida por la que transitan miles de autos.

Entonces, ¿qué aprendimos hoy?

Además que esas mallas de protección parecen estar mal puestas (o en realidad no aguantarán un eventual derrumbe en la Costa Verde), también aprendimos que las construcciones informales no son propias de un solo nivel socioeconómico específico.

También descubrimos que los esfuerzos por hacer un cambio han sido mínimos y ahí están todos los estudios para probarlo. Ahora estamos en el punto en el que hay que considerar seriamente tumbarnos edificios que jamás debieron construirse.

Además, agrega Miranda:

Se debería repensar la Costa Verde, pues no solamente es el privilegio de vivir frente al mar, o limitarse a una vía rápida, sino que permita la integración de la ciudad, la seguridad de sus ocupantes, la protección de ecosistemas, entre otros.

Tu dirás, gringo Karl.

Diego Pereira

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