denuncia , educación , libertades , noticias , politica , sociedad , violencia Lunes, 18 septiembre 2017

EXCLUSIVO: El escalofriante rastro de Fernando D’Alessio cuando fue director del prestigioso Centrum de la PUCP

El domingo que pasó, mientras disfrutabas del solcito de invierno que se apareció para recuperarte de la decepción por este gobierno resaca, en el patio de Palacio, PPK juramentaba al nuevo gabinete esta vez liderado por Mercedes Aráoz.

Ese mismo día, un par de horas antes del evento, en este Útero advertimos sobre la presencia del recién estrenado ministro de Salud, el vicealmirante en situación de retiro, Fernando D’Alessio. En el post solo colocamos, como muestra, un par de columnas de un contenido llamativo (y preocupante).

Uno de los textos hacía referencia a la oficina de «Defensoría Universitaria», creada a partir de la nueva Ley Universitaria. La crítica de D’Alessio mencionaba, en términos generales, que esta dependencia solo profundizaba la pobre situación de la educación en el país y que desde ahí «se defendía a alumnos ociosos y s a c a v u e l t e r o s».

A la señora católica le gusta esa columna. Imagen: alguien con mucho tiempo libre

A la señora católica le gusta esa columna.
Imagen: alguien con mucho tiempo libre

En ese mismo post mencionamos que la Asamblea Universitaria de la Universidad Católica del Perú (PUCP) había expresado su rechazo a lo escrito por D’Alessio y que, dos días después, fue retirado del puesto de director general de Centrum Católica, el instituto de esa universidad dedicado a estudios económicos.

La historia de su retiro es más grave de lo que podríamos haber imaginado. Este Útero tuvo acceso exclusivo a un informe de 201 páginas preparado por la oficina de la Defensoría Universitaria a cargo del abogado Wilfredo Ardito e integrado por el politólogo Carlos Santibáñez. 

Este documento, que contiene los fuertes testimonios de profesores amenazados y enjuiciados por la administración D’Alessio, fue remitido a la Asamblea Universitaria de la PUCP un día antes de que el hoy ministro de Salud escriba la columna que desencadenó en su salida de la dirección de esa institución universitaria, quedándose solo como profesor e investigador. Para comprender mejor este escándalo que es un secreto a voces en el mundo académico, mejor vayamos por partes.

Historia de una tiranía

Sutil. Imagen: El Comercio/Modoficación: Útero.Pe

Sutil.
Imagen: El Comercio/Modificación: Útero.Pe

Las denuncias de abuso datan desde hace casi una década. Los profesores maltratados por la administración D’Alessio al frente de Centrum Católica prefirieron no denunciarlo públicamente en el momento en que estas sucedieron por temor a represalias y porque no querían manchar el prestigio de la PUCP. Sin embargo, sus testimonios fueron recogidos en el informe que llegó hasta las autoridades de la universidad y miembros de la Asamblea Universitaria, y al que Útero.Pe tuvo acceso.

Jorge Torres Zorrilla

Fue profesor de Economía desde el 2001 hasta el 2016. Desde 2004 se desempeñó como docente a tiempo completo en Centrum. Al retirarse para dar paso a su jubilación, el director general de Centrum, Fernando D’Alessio, le indicó que tenía una «deuda académica» que ascendía a la estratosférica suma de US$ 257,717. Los abogados de la institución le conminaron a reconocer la deuda y a comprometerse a pagarla en los próximos meses.

El informe indica que, aunque el doctor Torres Zorrilla trabajaba como profesor a tiempo completo en Centrum elaborando libros y haciendo investigaciones, «su permanencia en el centro de trabajo  no era reconocido por la institución. Como no le programaban clases, entonces se fue ‘acumulando una deuda'».

Por esta razón se le retuvo la liquidación de poco más de 33 mil soles y se le exigió el pago de cuotas de 500 dólares para saldar la «deuda». Haciendo un cálculo rápido:

El doctor Torres Zorrilla debía pagarle a Centrum 500 dólares mensuales por el resto de su vida o hasta que cumpla 115 años.

Tuvo que intervenir el vicerrectorado académico para que al afectado se le devuelva la liquidación y se le condone la deuda.

Fabien Cornillier

De nacionalidad francesa, fue investigador y profesor principal en Centrum desde enero del 2009 hasta enero del 2013. Según consta en el informe, el 13 de febrero recibió una carta notarial del jefe de Administración de Personal de la PUCP, Percy Huaylinos, indicándole que «tenía una deuda de 456.3 sesiones que se le habían pagado por adelanto». También le retuvieron su liquidación de poco más de 10 mil soles a cuenta de la deuda.

El profesor solicitó, todo vía carta notarial, que se le especifique la deuda. Le respondieron que debía a la institución 305 mil soles y que si en 5 días no pagaba, iban a tomar acciones legales por incumplir sus obligaciones con Centrum.

Fabien decidió demandar a la universidad al considerar que ciertas cláusulas de su contrato calificaban de «servidumbre por deudas» (considerada una práctica análoga a la esclavitud según las Naciones Unidas), exigió que se le devuelva la liquidación y además pidió una reparación civil de 600 mil soles.

El profesor ha perdido las dos primeras instancias del caso y acudió a la Corte Suprema. También elevó su drama ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) denunciando no a Centrum sino a la PUCP por trabajo forzoso.

Janek Kobylinski

Trabajó en Centrum desde abril del 2010 hasta noviembre del 2014. De acuerdo con su contrato, cada mes acumulaba «sesiones no dictadas». Para no juntar lo que supondría una deuda en el futuro, el profesor realizaba consultorías, traducciones especializadas, entre otras actividades relacionadas.

Un mes antes de renunciar se lo comunicó al director general Fernando D’Alessio, quien le preguntó a qué universidad se iría. Kobylinski le contestó que se iba a la Universidad del Pacífico. Esa respuesta sería el inicio de su calvario. De inmediato, el director académico Jorge Benzaquen, quien según el informe es cuñado de D’Alessio, mandó a cancelar la clase que Koblynski dictaba ese día.

Al día siguiente, siempre en la versión que el profesor ofreció a la Defensoría Universitaria, recibió un correo en el que Centrum lo mandaba de vacaciones. Días después, mediante una carta, le comunicaron su despido por «abandono de cursos». Al mismo tiempo le informaron la retención de su liquidación porque tenía una deuda pendiente de 45 mil soles con la institución ¿La razón? La misma que la anterior: «había recibido adelanto de sueldo». Le dieron 30 días de plazo para cancelar la deuda.

Días después, el profesor recibió la notificación de que no Centrum sino la PUCP lo demandaba por daño moral y lucro cesante por el increíble monto de:

16 m i l l o n e s  609 mil soles y 110 mil dólares por incumplimiento de contrato.

En el 2016, la Corte Superior de Lima declaró infundada la demanda.

Jorge Guillén

Guillén es un destacado economista al que los periodistas siempre acuden para absolver dudas. Imagen: Canal N

Guillén es un destacado economista al que los periodistas siempre acuden para conocer su perspectiva.
Imagen: Canal N

Se trata de un conocido y siempre consultado economista. Trabajó en Centrum entre el 2008 y 2009. Al momento de su retiro no tenía problemas con la ya famosa «deuda académica». Sin embargo, su decisión fue irse a ESAN, uno de «los enemigos» en los ojos de D’Alessio, y es en ese momento en que empieza su calvario.

El 28 de setiembre del 2010 le llegó una notificación de demanda por los delitos de estafa, contra la fe pública y contra los derechos de autor (plagio). El profesor demostró que la denuncia no tenía asidero. Dos años después el caso se archivó.

A raíz de este mal rato, el profesor perdió su vínculo laboral con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con quienes realizaba consultorías. Según lo que se detalla en el informe, desde Centrum enviaban correos para poner en tela de juicio su calidad y solidez profesional.

Ramiro Gil Serrate

Es un profesor de nacionalidad española. Trabajó en Centrum desde julio del 2012 hasta julio del 2014. Aunque dictó en todas las clases que le fueron programadas aunque estas no ocurrieron con frecuencia. Para cumplir con la exigencia, dictó fuera de Lima, aunque el tiempo para el desplazamiento no era contabilizado en el total.

Días después de comunicar su decisión de retirarse, recibió una carta notarial en la que le informaban la «deuda académica» de 174 mil soles por «concepto de adelanto de remuneraciones». Le dieron 30 días para cancelarla. Actualmente tiene un proceso judicial con la universidad por ese monto. La próxima audiencia está programada para el 16 de enero del 2018.

Niria Goñi

Se trata de una académica peruana que por 17 años se desempeñó como profesora e investigadora en la prestigiosa Universidad Nacional de México (UNAM). Llegó al Perú para incorporarse a la plana de Centrum Católica desde el 2007 hasta el 2012, cuando intempestivamente le anunciaron su despido por «incumplimiento de sesiones de investigación».

Aunque la carta decía que continuaría enseñando hasta dentro de unas semanas, al día siguiente no la dejaron ingresar. Sus cosas seguían dentro del local institucional. La profesora considera que su despido fue arbitrario y su objetivo es retornar a su centro de labores.

Odilo Duarte Bode

Regresó al Perú en el 2009  luego de ser profesor en el extranjero por un periodo de 20 años. Es especialista en el rubro de agronomía aunque en Centrum nunca le programaron clases en su especialidad.

Realizó 28 viajes para cumplir con sus horas de clase dictadas. También indicó para el informe que Centrum no reconoce el tiempo en que un profesor invierte en trasladarse. A fines del 2010 no le renovaron el contrato. Cuando regresó de las vacaciones de fin de año, se dio con la sorpresa de que habían vaciado todos sus cajones. Recibió sus beneficios laborales completos. En febrero le ofrecieron continuar enseñando pero como profesor a tiempo parcial. Aceptó.

Sin embargo, en abril se dio con la sorpresa de que no le habían abonado su sueldo. Al consultarle a la oficina de recursos humanos por qué no le habían pagado, le dijeron que debía «sesiones» de cuando era profesor a tiempo completo. Debido a esa «deuda» no le pagarían el resto de clases que le quedaba por dictar.

Por esa razón el profesor Duarte empezó un litigio judicial contra la PUCP que terminó ganando aunque el Poder Judicial dijo que la universidad debía abonarle apenas 1,500 soles.

Todos los testimonios coinciden en lo siguiente:

  • Los profesores firman un contrato que contiene una cláusula bastante atípica a la que denominan «deuda académica».
  • Si un profesor decide irse a otra universidad, empieza una persecución judicial y de desprestigio en su contra.
  • La mayoría de docentes que ofreció su testimonio ante la Defensoría Universitaria dijo haber sufrido daños psicológicos y situaciones de estrés constante. Sus vidas y las de sus familiares se vieron afectadas por estas situaciones.

¿Y qué es eso de la «deuda académica»?

El contrato que les hacen firmar a los profesores de Centrum Católica contiene una cláusula donde se indica que la Universidad tiene la potestad de retenerle parte o el total los beneficios sociales a los profesores que no hayan cumplido con las horas de dictado. O de lo contrario, los docentes están obligados a dictar clases gratuitas por meses o años hasta pagar su «deuda» para cumplir con las horas acordadas.

¿Y de quién depende las horas de dictado?

De la dirección académica de la propia institución. Es decir, el profesor no tiene la facultad  de programar sus clases, sino que está a merced de lo que decida la entidad. Es decir, la propia entidad puede generarle una deuda al profesional.

Trabajo forzoso en pleno siglo XXI

El Ministerio de Trabajo emitió un informe en el 2014 en el que señala los siguientes puntos para identificar una situación de trabajo forzoso:

  • Que exista la amenaza de una pena cualquiera (financiera en este caso).
  • La falta de consentimiento.
  • Endeudamiento inducido.

El informe incluye un análisis de la «servidumbre por deudas». «El trabajo no es necesariamente forzado por violencia o amenazas, sino que lo es por la aceptación forzada del trabajador de su obligación de pagar la deuda artificial».

«La servidumbre por deudas es identificada como una práctica análoga a la esclavitud».

En un informe de la OIT de marzo de este año, respecto del caso del profesor francés Fabien Cornillier, se indica que, «si bien no puede calificarse como trabajo forzoso la situación del docente, ya que él firmó contrato de trabajo, las cláusulas de este son abusivas pues impiden que el trabajador culmine su relación laboral».

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Útero.Pe se comunicó con el defensor universitario de la PUCP, Wilfredo Ardito, para conocer más detalles de la elaboración de este informe, sin embargo, el abogado prefirió no dar declaraciones sobre el documento al que este medio tuvo acceso en exclusiva.

En sus recomendaciones, la Defensoría Universitaria indica que la PUCP debe anular las cláusulas contractuales que puedan resultar lesivas para los docentes, así como anular los juicios que se tengan pendientes con ellos por la mal llamada «deuda académica» y que, además, se les pague los beneficios sociales por concepto de liquidación.

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Esta historia de maltrato que tiene como protagonista al hoy ministro de Salud, Fernando D’Alessio, tiene años comentándose al interior de las aulas de la considerada como la mejor universidad del Perú.

Según nuestras fuentes, el documento cuyos detalles entregamos hoy, se presentó a la Asamblea Universitaria, al día siguiente se publicó la columna que abre esta nota y dos días después las autoridades de la universidad decidieron retirar a D’Alessio de la dirección de Centrum. Ahora solo es profesor e investigador.

La verticalidad con que por años se ha manejado el instituto especializado en economía de la PUCP propició una situación de abuso a investigadores a los que la ley y la academia tiene el deber de proteger.