denuncia , discriminación , libertades , noticias , politica , redes sociales , sociedad , violencia Miércoles, 10 mayo 2017

3 motivos para jalarse de los pelos con la decisión del Poder Judicial de darle libertad a Edu Saettone

Hay ciertas cosas que la razón no puede explicar. Y a veces la justicia tampoco. ¿Cómo es que una persona acusada de matar a otra y encima estar prófugo de la justicia, no va a la cárcel?. Ayer se conoció la noticia de que la sala de apelaciones del Poder Judicial decidió -de un modo muy pero muy extraño- reducirle la condena al cantante y conductor de TV Edu Saettone. ¿El delito? Muy grave:

Homicidio culposo

Abriéndole la reja. Imagen: Útero.Pe

Abriéndole la reja.
Imagen: Útero.Pe

Esta historia empieza la mañana lluviosa del 23 de agosto del 2012. La señora María Elena Coronado, de 69 años, estaba en el paradero esperando un bus en la cuadra 37 de la avenida Benavides, con dirección a Miraflores, cuando de pronto el cantante y conductor de TV, Eduardo Saettone, la embistió con la parte lateral de su camioneta. María Elena murió cinco días después. Eduardo nunca se acercó a la familia para pedir siquiera disculpas (solo puso unas escuetas en Facebook).

A partir de ese día sucedieron muchas cosas insólitas que las describiremos brevemente para comprender la magnitud del caso y cómo este no se condice con la decisión judicial:

  • Eduardo Saettone no pasó la prueba de alcoholemia sino días después de ocurrido el accidente.
  • Nunca se sometió a un examen toxicológico.
  • Su defensa siempre fue que se trató de un accidente pues el bus que estaba delante de él «frenó en seco».
  • El proceso que hasta ahora ya va durando 4 años, demoró todo este tiempo porque el acusado cambió 11 veces de abogado. ¿Para qué uno cambia tanto de abogado? Para dilatar el caso. ¿Con qué fin? Cuando pasa mucho tiempo hay algo que se llama: prescripción del delito.

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(Créditos: Luis Riera para América TV)

Primeras sentencias

Dos años después, en el 2014, Saettone fue sentenciado a prisión suspendida (no tiene que ir a un penal, solo firmar un cuadernillo mensual) pero no se presentó a la lectura de la sentencia por lo que fue declarado reo contumaz. Su defensa y la familia de la víctima apelaron.

Otros dos años después, en el 2016, el Poder Judicial cambió la condena a:

  • 4 años de prisión efectiva.
  • Pago de reparación civil de 50 mil soles.
  • Y la inhabilitación de por vida para conducir vehículos.

A partir de este momento el cantante se convirtió en un prófugo de la justicia. Desapareció. En todo este tiempo, la Policía nunca pudo encontrarlo, igual que tampoco encuentran al exvicepresidente de la Confiep, Lelio Balarezo. 

Para que el Poder Judicial tome una decisión de esa magnitud fue determinante un informe técnico de la Policía, en el que se concluyó que Eduardo Saettone iba a 90 kilómetros por hora en una vía de 60 km/h y en un día lluvioso.

Este documento, por lo tanto, es clave para comprender que la muerte de la señora María Elena fue producto de la irresponsabilidad de Eduardo Saettone.

La última sentencia (pero no definitiva)

A pesar de ser un reo contumaz, de no haberse presentado a dos lecturas de sentencia, de fugarse de la justicia y de no practicarse los exámenes de sangre a tiempo, el 21 de abril pasado, la sala de apelaciones del Poder Judicial (Corte Superior) le rebajó la condena a Eduardo Saettone.

  • 4 años de prisión suspendida.
  • 100 mil soles de reparación civil.
  • No tendrá licencia para conducir mientras dura la condena.

¿Recuerdan que la Policía había hecho un estudio que determinaba exceso de velocidad? Ya, el Poder Judicial ahora dice que «no se puede determinar» que esa haya sido esa la razón del accidente.

«Ante ello, Vannesa Valverde (abogada de Saettone) indicó que el tribunal de apelaciones concluyó que «no se pudo determinar» el exceso de velocidad. Esto fue determinante para el cambio de pena efectiva por suspendida».

Esta noticia fue confirmada por El Comercio. Sin embargo, hasta el momento la familia de la víctima no ha declarado a ningún medio, pues esperan que se les notifique la decisión judicial. De ser apelada la sentencia, pasará a la Corte Suprema de Justicia (en esta instancia ya no pueden apelar). Mientras tanto, Eduardo Saettone continúa con paradero desconocido. Es curioso cómo funciona la justicia y la Policía cuando tienes un apellido rimbombante y una presencia en medios.