denuncia , libertades , noticias , periodismo , politica , sociedad , violencia Jueves, 27 abril 2017

El chupón rojo: esta es la otra cara de la interceptación telefónica a Ollanta Humala en plena campaña del 2011

Desde que El Comercio y La República revelaron la existencia y el contenido de las transcripciones de unos audios que casi casi confirman la compra de testigos en el caso Madre Mía por parte del círculo de confianza del expresidente Ollanta Humala, las reacciones han sido variadas. Algunos están volviendo a googlear el caso Madre Mía para poder opinar y otros van más allá y se preguntan sobre el origen de estos audios y cómo así chuponearon a Ollanta en plena campaña presidencial del 2011.

Aquí ya hemos explicamos lo nuevo del caso Madre Mía (compra de testigos), en este nuevo post nos centraremos en algo muy zukulentO al que denominaremos como:

El chupón rojo

Humala anunció que denunciará a Alan García por el delito de chuponeo. Imagen: Útero.Pe

El telefonito es una necesidá…
Imagen: Útero.Pe

Corría la segunda vuelta electoral y Ollanta Humala iba camino al triunfo ante Keiko Fujimori. Pero, como sucede cada vez que eres candidato, tu vida entera es expuesta en la prensa. Y eso es normal. Normal siempre y cuando sean los periodistas quienes te investigan.

Decíamos que por esa época el talón de Aquiles del candidato nacionalista era el caso Madre Mía, lugar a donde fue destacado por el Ejército como líder de un comando antisubversivo en el terrorífico año de 1992.

En plena campaña, en el 2011, el tema cobró vigencia con la aparición de información sobre compra de testigos. Pero en ese corto periodo de la segunda vuelta sucedieron varios hechos que parecen aislados (a algunos recién conoceremos en este post) pero que aquí los relataremos en orden para que cada uno saque sus propias conclusiones.

1. Licencia para escuchar

En la Dirección Antidrogas de la Policía (Dirandro) existe un grupo llamado Constelación, que es apoyado por la embajada de Estados Unidos y cuenta con equipos de última generación que permiten hacer escuchas telefónicas para casos de narcotráfico y terrorismo.

Lo siguiente es relatado por Óscar Castilla y Jonathan Castro para Ojo-Público. En el 2011, este grupo de la Dirandro estaba en medio de una investigación contra Florindo Flores Hala, más conocido como camarada Artemio. En medio de esta operación, que incluía interceptaciones telefónicas, dieron con Julio Méndez Huamán, un empresario maderero con nexos en el partido nacionalista.

Por Méndez Huamán llegaron hasta Amílcar Gómez Amasifuén, quien fue suboficial del Ejército y es conocido como el operador de Ollanta Humala en Madre Mía para la compra de testigos (enfrentó un proceso judicial por eso). Al ver los poderosos contactos de este militar, la Dirandro solicitó algo muy peculiar y lo resumiremos así:

  • La Dirandro le pide al fiscal Marco Guzmán Baca permiso para pinchar los teléfonos de Ollanta Humala y su entorno cercano. El fiscal pide y el Poder Judicial aprueba.
  • Esto sucedió entre marzo y mayo del 2011, en plena segunda vuelta. A las escuchas las llamaron «operación Humo», en referencia a Humala.
  • Para esa época el jefe de la Dirandro era el general PNP, Carlos Morán.
  • Mientras que el ministro del Interior era el general PNP, Miguel Hidalgo.
  • Ambos allegados a Alan García, quien dos años antes de la interceptación, declaró lo siguiente durante una reunión de banqueros:
Interesante, cuéntame más. Imagen: captura web

Interesante, cuéntame más.
Imagen: captura web

2. La denuncia confirmada seis años después

Sin embargo, las interceptaciones al círculo cercano de Ollanta Humala no son cosa de ahora. Dos días antes de la segunda vuelta electoral, el 3 de junio de 2011, Edmundo Cruz y Jonathan Castro, para La República, denunciaron que al candidato a presidente estaban chuponeándole las conversaciones. Y no solo por teléfono sino con micrófonos escondidos. Solo miren la poderosa gráfica de esta nota:

 Imagen: La República

Agentes de la Dirandro que no estaban de acuerdo con lo que ocurría en su institución acudieron a la prensa para denunciar de forma anónima.
Imagen: La República

La investigación de los periodistas incluía algunas conversaciones (que hoy salen a la luz completas) entre Ollanta Humala, Adrián Villafuerte, Salomón Lerner, entre otros altos mandos del nacionalismo. Es importante señalar que los audios no solo pertenecen a teléfonos pinchados sino a micrófonos ocultos. 

¿Por qué es importante resaltar que no solo son teléfonos interceptados?

Porque esto nos lleva al dato que muy pocas personas (solo quienes se acercaron a dar su testimonio a este útero) saben.

3. «Bica» y «René», los mensajeros

Es posible que la segunda vuelta del 2011 haya sido una de las más emocionantes de los últimos años. La información sobre uno u otro candidato corría como pólvora en las redacciones de los distintos medios de comunicación.

Es así que en plena campaña, una portada cobró un tremendo revuelo porque parecía el fin del sueño palaciego de Ollanta Humala.

Fortísima portada. Imagen: Perú 21

Fortísima portada.
Imagen: Perú 21

En el video se puede ver a Amílcar Gómez, el operador de Humala, entregándole dinero al hijo de Jorge Ávila, uno de los testigos del caso Madre Mía quien terminó retirando su denuncia contra el comandante, lo que provocó que se archive el expediente bomba. Este material ha sido revivido por el diario El Comercio esta tarde.

¿Por qué esa portada es tan emblemática?

Porque a las escuchas y a los micrófonos dirigidos al entorno de Ollanta Humala también se le añaden las operaciones de seguimiento policial. Ambas, aparentemente, autorizadas por un juez cuya identidad aún no ha sido revelada.

Pocos días antes (tal vez un día antes) de que esa portada saliera a la luz, a las redacciones de distintos medios de comunicación llegó un paquete que contenía el video que hoy todos conocemos pero que, por una cuestión periodística (primicia), lleva el sello de Perú 21.

Los encargados de llevar esta poderosa información eran dos efectivos de la Policía Nacional, específicamente de la Dirección Antidrogas, conocidos por sus apodos como «Bica» y «René». Ambos -según lo que nos cuentan los testigos entrevistados para esta nota- eran personas de confianza del general Carlos Morán.

Este Útero recogió el testimonio de más de tres personas que fueron testigos de lo que hoy contamos. Ellos prefieren proteger sus identidades para evitar algún tipo de represalia en su contra.

Tratamos de comunicarnos tanto con el exministro del Interior como con el exjefe de la Dirandro para recoger su versión de los hechos pero no obtuvimos éxito.

***

Súper Bonus Track

El tema del espionaje a un candidato presidencial y en plena segunda vuelta electoral es distinto al caso que Ollanta Humala debe enfrentar -quizá nuevamente- por presuntamente haber cometido crímenes contra la humanidad mientras estaba destacado en Madre Mía y otro por haber sobornado a testigos de este caso.

Con este post solo ponemos en frío todas las aristas del chuponeo para que cada uno saque sus conclusiones y a modo de preámbulo porque, como ya ha declarado Humala, denunciará al expresidente Alan García por haber interceptado sus comunicaciones.

Nosotros solo dejaremos algunas preguntas que quedan en el aire y que el fiscal Germán Juárez Atoche y los altos mandos de la Policía Nacional, de la Dirandro y de la Fiscalía tendrán que responder, suponemos, en los próximos días:

  • La ley indica que, si en el medio de escuchas telefónicas sobre un caso (Artemio), aparece otro de pronto (compra de testigos en caso Madre Mía) se debe remitir a las autoridades judiciales. Entonces ¿Por qué, si había tantas pruebas fehacientes, se archivó el caso de Compra de testigos de Madre Mía? ¿Por qué la Policía no las remitió a las autoridades correspondientes en el momento en que descubrieron estos audios? 
  • ¿Cómo llegaron estos documentos al fiscal Juárez Atoche? ¿Él los solicitó? ¿Alguien se los alcanzó?

Esto recién empieza.