libertades , noticias , sociedad , violencia Jueves, 4 agosto 2016

Aunque no lo creas, Adriano Pozo se defiende y dice que él también fue ‘víctima’ de agresión

La revista Caretas le hizo una entrevista al hombre más odiado del momento, el agresor de Arlette Contreras, Adriano Pozo. El «calato pegalón», como es conocido popularmente (aunque no se le debería llamar así), decidió dar la cara y responder algunas preguntas más que predecibles. Su versión de la historia, su descargo sobre un presunto favorecimiento del Poder Judicial y una risible confesión de «abuso» forman parte de esta polémica entrevista.

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No es necesario documentarse demasiado para entender la gravedad y el nivel de violencia al que llegó este caso, basta ver las imágenes captadas por las cámaras del hotel en Ayacucho para saberlo. Adriano, completamente desnudo y bajo los efectos del alcohol, atacó salvajemente a Arlette Contreras el 12 de julio del 2015. El video fue transmitido por todas las cadenas de televisión nacional y llegó a algunas internacionales. No obstante la mortal evidencia, Adriano fue puesto en libertad.

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Insólito. Imagen: puquio.radiowayraperu.com

Respecto a esto, el agresor increíblemente se justifica y afirma haber estado totalmente frustrado. El detonante de lo ocurrido, según se entiende, fue por que Arlette lo confundió con otra persona.

¿Por qué decide arrastrarla del cabello como se ve en el video? ¿Qué pasó por tu mente en ese momento?
-Me frustré totalmente. En el hall del hotel ella decía “me quiere matar y violar”. En ningún momento le había manifestado eso.

–¿Fueron celos?
–Sí, yo le abrí todo mi mundo. Ella estaba en reuniones familiares, podía utilizar mi celular, entraba a mi correo y a mi Facebook. La persona con la que me confunde fue su pareja y era jugador del Ayacucho Fútbol Club, el paraguayo Lucas Prieto.

En otro momento de la entrevista, el agresor afirma estar arrepentido por lo ocurrido pero, al mismo tiempo, declara que también fue víctima de agresión de parte de Arlette y que no debería ser la imagen de #NiUnaMenos. . ¿Cómo y cuándo ocurrió esto? Según Adriano, fue cuando ella lo confundió con otra persona. Y es que en la mente del agresor, la brutal golpiza y la confusión de nombre se pueden equiparar.

–¿Se arrepiente de haberla atacado?
–Por supuesto, ¿cómo no me voy a arrepentir de algo que está tan mal? Yo tengo una mamá, una hermana, tengo tías y todas ellas están sufriendo con esto. Ellas son conscientes de que no todo es verdad, pero hay una agresión contra la mujer. Eso, venga de quien venga, no se puede tolerar. Cometí un error gravísimo y quizá en este instante sea una de las personas más repudiadas del Perú. Está bien que me juzguen y debo asumir las consecuencias de mis actos.

–Tras la sentencia, Contreras ha pasado a ser el símbolo del movimiento #NiUnaMenos. ¿Qué opina de su próxima participación en la marcha?
–Hay diferentes tipos de agresión. Una es la agresión física y otra la emocional. Ella al haberme confundido varias veces de nombre y generado inestabilidad, me agredió emocionalmente. Si bien ha sido víctima no se puede aceptar que una persona mienta tanto para su propio beneficio y use la figura de la violencia desproporcionadamente, habiendo casos de mujeres que verdaderamente han sufrido. No creo que ella deba ser tomada como bandera de esta marcha.

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Marca Perú: el agresor llama agresora a su víctima. Imagen: Caretas

Respecto a los indicios de un presunto favoritismo de parte del Poder Judicial de Ayacucho (una historia que ya te contamos detalladamente en este útero), Adriano esquiva la pregunta. La sentencia, según el agresor, se debe a las mentiras de la víctima y a sus supuestos intereses económicos.

«Se supone que ella me quería, pero al parecer no es así sino lo que quería era el dinero y estaba interesada. No existió ese amor verdadero porque ella pidió una reparación civil de S/ 500 mil».

La entrevista está siendo duramente criticada en redes debido a las preguntas, la aparición de Pozo en la portada y al enfoque final en temas como la salud mental y los pacientes borderline.

Más allá de estos detalles, lo que nosotros creemos que es necesario resaltar es que en ninguna parte de la entrevista se habla del machismo y la evidente misoginia del agresor. Entendemos que le han detectado Trastorno Límite de Personalidad, pero también es el autor de un delito que no ha sido sancionado con justicia y que tiene como agravante una prueba fehaciente registrada en cámaras de seguridad. 

En casos de violencia contra la mujer, la obligación del periodista siempre será la de resguardar a la víctima, de modo que se evite una revictimización de la misma. Esta responsabilidad ha sido pasada por alto hoy en la revista Caretas, para mal de todas las mujeres y ciudadanos que están alzando su voz en contra la violencia machista en nuestro país.