cine , historia , sociedad Lunes, 18 diciembre 2006

El embarazo adolescente de la Virgen María

nativity.jpgHabía visto los anuncios de The Nativity Story en los cines, pero no les presté mucha atención. «¿Qué es esto? ¿La Pasión de Cristo: Episodio 1?» «Zzzz…»

Pero leyendo a Laslo Rojas en Extracine me entero que TNS fue dirigida por Catherine Hardwicke, la directora de A los trece, una película de una crudeza un poco cliché, pero muy atractiva y enérgica. Ese buen antecedente me animó a comprar mi entradita para The Nativity Story este fin de semana.

Tsk-tsk.

No cometan el mismo error. Resultó bastante convencional -salvo tres o cuatro escenas bien planteadas-, sin rastro alguno que permita emparentarla con la película anterior de Hardwicke.

Pero…

(nótese el suspenso)

Pero -decía- más allá de su poco vuelo cinematográfico, TNS refresca una serie de tópicos histórico/religiosos que vale la pena revisar.

Para empezar -y corríjanme si me equivoco-, creo que es la primera vez que una película muestra claramente que la Virgen María era casi una niña -se supone que tenía sólo trece años- cuando quedó embarazada. El cálculo de la edad no sólo proviene de viejas tradiciones, sino de un hecho concreto: las mujeres judías de la época se casaban a esa edad.

Pero una de las tradiciones no representadas es la que señala que San José era mucho mayor que María (un evangelio apócrifo menciona, incluso, que al momento de su matrimonio el carpintero tenía noventa años). En la película, José no pasa de los treinta.

También aparecen los tres reyes magos. En TNS no son reyes, tan sólo magos, lo que es correcto según las escrituras. Pero -como a estas alturas ya todo el mundo sabe- nadie nunca dijo que los magos sean tres, como se muestra en el film. Tampoco se mencionó que se llamaran Melchor, Gaspar y Baltazar (nombres que surgieron recién en el siglo VIII). Y menos aún, nadie nunca hizo siquiera la más mínima referencia a que los tres sean graciositos.

La estrella de Belén se presenta en la película como la alineación de dos planetas y una estrella. Esto parece ser un guiño a la vieja teoría de Kepler (debatida hasta la actualidad) acerca de que los magos podrían haberse guiado por una conjunción de Júpiter y Saturno en el año 7 antes de Cristo (en la película son Júpiter y Venus).

(Por cierto, si la fecha de aparición de la estrella de Belén en el año 7 ANTES de Cristo les suena extraña, podrían irse enterando que los cálculos de la mayoría de historiadores sitúan el nacimiento de Jesús entre los años 6 y 4 A.C., no en el año 1. Y olvídense del 25 de diciembre, por favor.)

En fin, el tema da para largo y si alguien conoce alguna tradición no mencionada aquí, está invitado a compartirla. Y aquí les dejo el trailer de The Nativity Story, para que se ahorren el trabajo de ir a verla.

(Dos consejillos: Si quieren ver una película religiosa de verdad, vayan a Polvos y consíganse El Evangelio Según San Mateo, de Pier Paolo Pasolini. Pero si lo que quieren es otra película que muestre el nacimiento de una leyenda, corran al cine y disfruten Casino Royale, la última -y diría yo que definitiva- película de James Bond.)

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