politica , Salud , sociedad Viernes, 8 enero 2021

Algunas claves para entender el megachongo con la vacuna peruana del Dr. Ivermectina

Lo que pudo ser una vacuna peruana se ha convertido en un chongo. El figurettismo de uno de sus impulsores ha opacado los posibles resultados y ha puesto en duda cualquier cosa que pueda salir de sus investigaciones.

1. La impulsora es la misma que impulsa el consumo de ivermectina

La gestora de «la vacuna peruana» es Farvet, una empresa que se ha hecho conocida porque ha sabido manejar su campaña mediática. Su fundador, el veterinario Manolo Fernández, se ha hecho famoso porque ha aparecido en WillaxExitosa y hasta en el Congreso para recomendar rochosamente el consumo de ivermectina para prevenir el covid-19.

Imagen: Captura Willax y Exitosa

Imagen: Captura Willax y Exitosa

De más está decirte que los mensajes del fundador de Farvet son tan creíbles como los programas de Willax: 

  • La efectividad de la ivermectina para mejorar a los pacientes con covid-19 aún no está probada.

Sí, porque Fernández también desconfía de las otras vacunas, menos de la suya.

2. Su vacuna

Se supone que —como informaron los medios— la vacuna de Farvet se desarrolla desde hace meses con el apoyo de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) y del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec).

Al igual que la ivermectina, la vacuna se movió tan bien en medios que esta semana el representante de la Sociedad Nacional de Industrias, Ricardo Márquez, le preguntó a los candidatos que asistieron al Encuentro Científico Internacional si eventualmente la respaldarían. Días después, el propio Sagasti dijo en mensaje a la nación que «le prestarían apoyo cuando sea oportuno».

Fernández apareció el 5 de enero en un medio local de Chincha para contarle al mundo que los resultados de su vacuna contra el covid-19 habían sido «espectaculares» en animales y que, por eso, se había vacunado él, su equipo y su familia:

«Se ha demostrado que nuestra vacuna funciona perfectamente en animales. (…)  Ya podríamos decir, por mi experiencia en vacunas y coronavirus, que ya tenemos una vacuna peruana y también ha quedado demostrado porque tanto mi persona (…) nos hemos vacunado tanto mi persona como el equipo y mi familia con la vacuna con excelentes resultados. Todos los vacunados ya somos positivos a covid-19. El club de los vacunados, con anticuerpos contra el covid».

3. Alerta

El uso de su vacuna en humanos encendieron las alarmas. El epidemiólogo Mateo Prochazka tuiteó que no solo era una «barbaridad y una vergüenza», sino que «tiene implicancias legales muy serias al administrar un producto farmacológico nuevo en humanos, fuera de un marco regulatorio».

Intervención: Útero.Pe

¿Es Fernández nuestro Lex Luthor? Intervención: Útero.Pe

La Universidad Cayetano Heredia —que trabaja con Farvet en estas investigaciones— también se pronunció: publicó un comunicado para alertar que la prueba en humanos de la vacuna no había sido aprobada por la universidad:

«El uso de un compuesto experimental debe cumplir con las leyes nacionales y las regulaciones internacionales antes de ser utilizado en seres humanos».

La respuesta de Farvet fue una cachetada a la Cayetano. Les contestó que la universidad no trabaja con ellos en esa vacuna que se ha inoculado a humanos, pues Farvet tiene tres proyectos de vacunas. La Cayetano solo investiga con Farvet una (que no ha tenido resultados favorables, dicen). En cambio, no tienen nada que ver en sus otras dos vacunas (una de estas es la que se inyectó Fernández y su familia).

Su respuesta no menciona que tengan los permisos correspondientes para las pruebas en humanos. Por esto y todos los antecedentes de Fernández, confiar en su «vacuna» por ahora es tan seguro como tomar dióxido de cloro. Siempre puede dejar su amor por la cámara y ponerse a trabajar seriamente.