noticias , sociedad Lunes, 23 diciembre 2019

Federico Salazar suma otra perlita y se burla de jóvenes electrocutados en McDonald’s [VIDEO]

Federico Salazar es tendencia cada domingo por alguna columna suya en El Comercio. Muchos se han sorprendido por su esfuerzo en convertirse en el Pedro Suárez Vértiz del periodismo. Otros solo han confirmado lo poco que ya sospechaban de él: el color naranja de su camiseta. Aquí un poco de por qué dicen eso.

Imagen: Expreso

Del team de la «persecución política». Imagen: Expreso

Imagen: El Comercio

Ufff, y en esta columna sugirió que Fujimori buscaba crear «una nueva opción política» luego de salvar a PPK. Imagen: El Comercio

Imagen: Trome

No soy fujimorista, pero Fujimori no debería estar preso por asesino. Imagen: Trome

Federico no solo sabe atraer aplausos del fujimorismo, sino que también sabe hacer «bromas».

El último viernes (en la misma semana en la que los trabajadores de McDonald’s murieron electrocutados), Gunter Rave estaba reportando un hecho desde San Martín de Porres. Un grupo de ambulantes señalaron que el municipio había instalado una feria navideña en malas condiciones. Entonces Gunter verificó el mal estado de los puestos y se acercó a los enchufes expuestos. Al instante, Federico bromeó (min. 2:58):

«Sin tocar, sin tocar. No toques, ah. ¡No toques! Va a meter el dedo ahí y vamos a tener a la Sunafil acá».

La tele y Federico

Federico lleva 26 años en la televisión. Durante los 90, presentaba noticias en el canal de los Crousillat, la familia de empresarios que vendió la línea editorial de América Televisión al fujimontesinismo.

Su defensa para deslindar de esa mugre fue que «siempre discrepó con el fujimorismo, que nunca le dictaron preguntitas al oído y que jamás imaginó los negociados de sus jefes con el Doc». En esta molestosa entrevista de Esther Vargas en 2001, Federico dejó claro qué factores fueron determinantes para no renunciar a ese canal durante el fujimontesinismo:

—Pero tú te quedaste por una cuestión económica también…
—Yo nunca voy a patear el tablero, ni voy a romper un contrato por otra propuesta mejor…

—Al margen de lo económico, hubo causas justificadas para patear el tablero…
—Algunas, sí. La que te menciono.

—¿Qué piensas de la dupla Montesinos- Fujimori?
—Montesinos es un criminal absolutamente comprobado. De Fujimori ojalá se encuentren pruebas, pero también de Alan García se decía mucho y nunca se le pudo acusar de tal o cual cosa.

Y tampoco es la primera vez que dispara un comentario tan atinado como sus columnas durante su programa de TV. Por ejemplo, en 2016, Jaime Chincha dejó constancia de cuando Salazar se refirió a la escolta de PPK (de quien, por cierto, ya se había burlado al decir que bailando festejo «trataba de romperse algunas vértebras»).

Imagen:

Imagen: Twitter

Los pininos de Federico fueron en La Prensa, el diario de su papá, Arturo Salazar Larraín. La historia del desaparecido medio tiene su versión honesta ficticia en Los últimos días de La Prensa, libro del desbocado Jaime Bayly.

Según casi todos, Bayly utilizó el apellido de «Larrañaga» para referirse a los Salazar en su obra. Ahí describe a un tal Francisco Larrañaga como el típico hijito del dueño de la empresa, un «bohemio e irresponsable» que malgastaba la caja chica del diario. El Búho añade:

«Las malas lenguas dicen que el periodista Federico Salazar se molestó un buen tiempo con Bayly por lo que consideró ‘exageraciones’».

Tan liberal como Gestión

Sobre su posición ideológica, sabemos que se autodenomina «liberal austriaco». Su padre (un autoproclamado liberal y antifeminista) confirmó que su hijo era «tan de derecha que a su lado, él (el papá) era un izquierdista». Debe ser por eso que Federico (que trabajó en La Prensa con la ayuda de dad) cree que los programas sociales son «populistas, demagógicos e ineficientes» y que no resuelven los problemas de la pobreza.

Imagen: América TV

Imagen: América TV

Por cierto, Fede también fue miembro del comité directivo del Movimiento Libertad, donde Vargas Llosa lo identificó como un radical de derechas. Esto escribió sobre él en El pez en el agua:

«[Federico] siempre [estaba] pronto a denunciar cualquier síntoma de mercantilismo o de desviaciones estatistas. (…) El grupo más compacto e identificado con el liberalismo era una promoción de jóvenes, entre los veinte y los treinta años, que habían hecho sus primeras armas periodísticas en La Prensa. (…). Pero estos jóvenes, entre los que se contaba mi hijo Álvaro, habían ido bastante más lejos que sus maestros. Decían ser entusiastas seguidores de Milton Friedman, de Ludwig von Mises o de Friedrich Hayek y el radicalismo de alguno —Federico Salazar— lindaba con el anarquismo (y a veces con la payasada)».

Todo su perfil (y la burla al accidente de los trabajadores) demuestra que, efectivamente, Federico es tan libertino, perdón, liberal como la infame portada de Gestión.