El Langoy Lunes, 19 noviembre 2018

El fraude de las momias de Nazca y cómo es que un congresista quiere malgastar el presupuesto

El 2017 nos trajo una noticia alucinante: se descubrieron momias “humanoides” en Nazca. Obviamente esto atrajo la atención de los seguidores de “alienígenas ancestrales” y demás conspiranoias que creyeron tener —ahora sí— una base para los bulos que constantemente comparten. Pero apenas se viralizaron fueron rápidamente desmentidas.

El Doctor Rodolfo Salas-Gismondi, del Departamento de Paleontología de Vertebrados del Museo de Historia Natural de San Marcos, señaló con precisión todas las incoherencias anatómicas de uno de los cuerpos. El resto de cuerpos también fueron desmentidos por un medio conocido por desmentir este tipo de bulos. Finalmente, el World Committee on Mummy Studies también se pronunció, señalando que “Los testimonios e imágenes publicados permiten aseverar que estos hallazgos corresponden, sin duda alguna, a restos humanos precolombinos – Patrimonio Cultural de la Nación –, maliciosamente manipulados y hasta mutilados para obtener una apariencia ‘ad hoc’ para su explotación comercial. Además, la exclusión de todo el contexto arqueológico conexo, es absolutamente contraria a la investigación científica de esta clase de bienes culturales”.

Si tan solo esto hubiera quedado como una anécdota no habría habido problemas. Lamentablemente, había intereses económicos detrás. Quienes empezaron a publicitar estas supuestas momias con documentales fueron los de www.gaia.com, una página pseudocientífica que ha realizado una miniserie sobre el tema, accesible luego de una suscripción de dieciséis dólares por tres meses. En un inicio también estuvo metido Brien Foerster, quien es otro gran promotor del bulo de los extraterrestres y que, oh coincidencia, tiene un negocio de venta de tours “alternativos” que genera miles de dólares. Junto a ellos tenemos a periodistas conocidos por mentir constantemente como Jaime Maussan, que tiene una treintena de fraudes, y Jois Mantilla, quien afirmó en Radio Capital que estos cuerpos eran reales ignorando las evidencias.

A estos fraudes les ha hecho caso el congresista de Acción Popular Armando Villanueva. Como se señaló el pasado mes de setiembre, este congresista, con el apoyo de su bancada, ha presentado el proyecto de Ley N° 3112/2017-CR “Ley que declara de interés histórico-cultural la investigación de momias humanoides de Nazca”. Con esta ley quieren que el Ministerio de Cultura y el Concytec “dentro de sus atribuciones y con cargo a sus presupuestos asignados o a los convenios que pueda suscribir, financien conjuntamente la investigación arqueológica”. En otras palabras, quieren que estas instituciones designen parte de su presupuesto a financiar una estafa. En lugar de consultar con expertos como el Dr. Gismondi o alguno de los firmantes del pronunciamiento del World Commitee on Mummy Studies, o revisar los artículos que desmienten estas falsas momias, prefieren hacerle caso a personas como Thierry Jammin, director del Instituto Inkarri y quien hace unos años se quiso hacer pasar por arqueólogo para excavar en Machu Picchu, y un equipo “científico” asesorado por un ruso que dice haber descubierto como fotografiar almas. El congresista Villanueva ni siquiera se debe haber acercado al Ministerio de Cultura, puesto que en junio de 2017 ya habían señalado la falsedad de estas momias.

A pesar de las denuncias, el congresista Villanueva ha decidido seguir con el proyecto y este lunes 19 de noviembre presentará los resultados de los “análisis” realizados por Gaia y con eso buscará aprobar su Proyecto de Ley. Esta presentación ya es publicitada por Jois Mantilla y Alien Project, página de Thierry Jammin.

fb

(Tomado del perfil de Facebook del congresista Armando Villanueva)

El Perú tiene una gran riqueza arqueológica, tan grande que el magro presupuesto del Ministerio de Cultura no se da abasto para proteger, y mucho menos investigar todos los sitios que tenemos. Año a año, muchos arqueólogos buscan la manera de seguir investigando, consiguiendo becas, convenios e incluso gastando de su dinero para poder contribuir con el conocimiento de nuestro pasado. Que el congresista Villanueva le hago caso a estafadores conocidos que solo ponen en peligro nuestro patrimonio y que quiera que el Ministerio y Concytec designen parte de sus pequeños presupuestos en estudiar momias comprobadamente falsas es un insulto a todos los profesionales que se dedican a reconstruir nuestra historia.