discriminación , libertades , noticias , politica , redes sociales , Salud , sociedad , violencia Martes, 24 abril 2018

Un fujimorista intenta dar cátedra de salud mental pero la Asociación Psiquiátrica Peruana lo escuelea (como a Keiko)

Los fujimoristas saben tanto de salud mental como de rigurosidad para seleccionar a sus candidatos al Congreso. En el 2016, cuando reapareció cuatro meses después de perder por segunda vez las elecciones, Keiko intentó soltar una clase de autoayuda para disimular su fracaso electoral:

«Decían y especulaban: ‘está deprimida’. ¿Depresión? ¡No me conocen! ¡Jamás! Eso es para los perdedores. Y yo no me siento perdedora».

Por querer dárselas de coaching.

Por querer dárselas de koaching.

En esa ocasión, la Asociación Psiquiátrica Peruana (APP) —una sociedad reconocida por el Colegio Médico del Perú y por la Asociación Mundial de Psiquiatría— le hizo el pare con un comunicado. En él aclararon que las declaraciones de Keiko «alentaban el prejuicio y la estigmatización, y denotaban ignorancia sobre un trastorno que afecta la salud mental de las personas».

No aprenden

En el Parlamento Andino (ese organismo tan útil para el país como las peleas de Keiko y Kenji), también hay fujimoristas que filosofan betetadas y becerriladas. Por eso es que el parlamentario andino por Fuerza Popular, Mario Zúñiga, acaba de ser escueleado por la misma Asociación Psiquiátrica Peruana.

Imagen: Peruanos news

Imagen: Peruanos news

El 19 de abril último, Zúñiga hizo un pedido importante: declarar en emergencia la salud mental. El propio Colegio Médico del Perú lo ha requerido. Sin embargo, el argumento que el parlamentario sustentó en su nota de prensa es lo realmente fujimorista:

«Zúñiga pidió al gobierno peruano declarar en emergencia la salud mental en el país por el alarmante incremento de delitos de violación sexual de menores de edad, asesinatos de mujeres y  situaciones de violencia, propiciados por personas con trastornos psicológicos y psiquiátricos que en su momento no fueron detectados ni atendidos adecuadamente». 

Los especialistas de la APP rechazaron la equivocada intención de relacionar los trastornos mentales con la violencia y la criminalidad en el país:

«Dicha afirmación solo perpetúa la falsa creencia de que la persona que sufre trastornos mentales es violenta y peligrosa, o que la violencia en el país tiene su origen en la presencia de trastornos mentales. Además, refuerza un estereotipo que estigmatiza, discrimina y falta el respeto a los derechos de las personas que padecen un trastorno mental».

En su comunicado se aclara que «la violencia es un problema estructural que obedece a factores  económicos, sociales, educativos, familiares, entre otros». Aunque resaltaron el interés del parlamentario por este tema, precisaron que «más que una declaratoria de emergencia, se necesita que la salud mental sea considerada una política de Estado».

Póngale cero. Imagen: Útero.Pe

Póngale cero.
Imagen: Útero.Pe

En síntesis, amixes: los violadores, feminicidas, los maltratadores de mujeres en general no son monstruos ni enfermos, sino personajes comunes y corrientes que nos rodean en la cotidianidad y familiaridad. Asumir que «tienen trastornos» es estigmatizar a las personas que de verdad padecen alguna enfermedad mental y a la vez les hacemos un favor  a estos delincuentes.