Con esta mentira se preparan para recibir al papa Francisco estos tres ejemplares católicos

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Mientras en Chile se quemaban iglesias por la llegada del papa Francisco, en Perú se incendiaba la estatua del ‘Cristo del Pacífico’ que fue donada por Alan García y la corrupta Odebrecht. El símbolo de lo que fue el paso coimero de la empresa brasileña por el Perú se quemó el último fin de semana, pero a diferencia de Chile este siniestro lamentablemente no fue provocado.

No seguimos el ejemplo de Chile, amén. Imagen: América TV/ Canal N

La Policía negó que el hecho haya sido ejecutado por algún grupo hereje, lgtbitx o alguna Cersei Lannister. Explicación que resulta fácil de creer si se considera el poco cuidado que se le asignaba a la estatua religiosa en Chorrillos.

Así lucía el año pasado. Rodeado de basura. Una imagen casi de justicia poética. Imagen: Útero.Pe

Sin embargo, algunos líderes que son ejemplos católicos de nuestro país no se demoraron en incumplir con el octavo mandamiento:

 No darás falso testimonio ni mentirás.

Sanguis bibimus. Corpus edimus. Tolle corpus satani.
Imagen: Útero.Pe

1. Alan García

El padre de la criatura, Dios Alan García, apareció para condenar el acto que se cobró la vida de esta figura de plástico (resina polyester). «Malvados. Su rencor intenta destruir la imagen de Cristo, pero solo destruye sus propias almas», aseguró el Todopoderoso líder aprista, condenando a los inexistentes autores al fuego eterno.

Cuando te duele más el incendio de una estatua que las víctimas mortales del Baguazo. Imagen: Twitter de Alan García

García retuiteó a sus seguidores que también condenaban la acción que era más falsa que las ‘vírgenes que lloran’. Una vez conocida la versión oficial de la Policía, el expresidente no eliminó el tuit ni los retuits. Tampoco se disculpó por haber escrito sin prueba alguna que el incendio fue obra de los que repudian las coimas de Odebrecht un grupo de rencorosos.

2. Carlos Tubino

No podía faltar un fujimorista en esta lista y qué mejor prueba de catolicismo que el congresista Carlos Tubino. El parlamentario de bigotito mefistofélico también mintió al afirmar que el siniestro accidental fue causado por «los ateos terroristas y ultraizquierdistas del Perú». «Estas basuras humanas quieren hacerse notar ante la visita del Papa a nuestro país».

OSU. Felizmente quiere reconciliación. Imagen: Twitter de Carlos Tubino

Lo increíble fue que cuando le hicieron saber que el fuego empezó por un cortocircuito, como lo informó la Policía, Tubino tenía una respuesta naranja bajo la manga: «Un corto Circuito puede ser accidental o provocado. ¿Es creíble que haya sido accidental en vísperas de la llegada del Papa?».

Un experto en terrorismo. Imagen: Twitter de Carlos Tubino

3. ACI Prensa

Los forever amixers never enemixers de ACI Prensa, la principal agencia católica de noticias después de RPP, informaban en Twitter con un titular que vendía más humo que el de la estatua quemada. «Pudo haber sido provocado», señalaban y al interior de su nota se añadía que «ha surgido la teoría de que este se habría dado ante la pronta visita del Papa Francisco”.

Qué raro, ACI Prensa mintiendo. Imagen: ACI Prensa

Además, su titular interior rezaba «Incendian estatua gigante de Cristo a pocos días de la visita del Papa». Nunca especificaron quiénes «incendiaron» la efigie porque fue un accidente provocado por el Espíritu Santo, o sea, por nadie. La nota de ACI Prensa también sigue ahí, sin ninguna actualización o modificación.

4. Más fanáticos católicos

Gracias a estos líderes católicos de opinión, los seguidores del papa Francisco y de las estatuillas de yeso empezaron a condenar con mucho odio el falso atentado.

«Algunos idiotas». Imagen: Twitter

Ya se estaban demorando en culpar a los «lgtbitas». Imagen: Twitter

¡Basta de perseguir a los católicos dándoles subvenciones y sueldos del Estado! Imagen: Twitter

Ah, ok. Imagen: Twitter

Lo cierto es que la hipótesis más realista es la que indica que, como no podía crucificarse, el Cristo se autoincendió porque ya no soportaba a sus padres adoptivos. Ok, no, todo fue un accidente.