corrupción , denuncia , noticias , periodismo , politica Lunes, 25 julio 2016

Breve explicación de por qué la denuncia de Villa Stein contra Ojo-público nos afecta a TODOS

Al empezar el último libro de la saga Harry Potter -alerta spoiler-, Hermione Granger, la mejor amiga de Harry, decide, con el dolor de su corazón, aplicar un hechizo sobre sus propios padres. Uno muy poderoso que consistía en borrar una parte bastante importante de la vida de ellos: la misma Hermione. Obliviate es el hechizo de la memoria.

¿Útero nerd, por qué me dices esto, ah?

Algo así funciona la ley que explicaremos a continuación. Imagen: giphy

Algo así funciona la ley que explicaremos a continuación.
Imagen: giphy

Lo que pasa es que algo así es lo que quiere hacer el juez Javier Villa Stein contra el portal de periodismo de investigación Ojo-Público, al acusarlo, ante la Dirección General de Datos Personales, de vulnerar su privacidad después de la difusión de un reportaje sobre su patrimonio. ¿Qué pasaría si gana el proceso? pues todo lo relacionado con ese informe periodístico tendría que desaparecer de la Internet. Obliviate.

Pero mejor vayamos por partes para explicar en qué consiste este truco de magia

1 Todo comenzó con… el Apra

El 3 de julio del 2011, pocos días antes de que culmine el segundo gobierno de Alan García, se aprobó, en el Congreso de la República de mayoría aprista, la Ley de Protección de Datos Personales.

Esta ley creó la Autoridad Nacional de Datos Personales administrada por el Ministerio de Justicia ante la cual, cualquier persona que sienta vulnerado sus datos personales, puede acudir para borrar de la Internet todas las noticias relacionadas consigo.

Por ejemplo, si una persona acusada de violación sexual o de corrupción es absuelta por el Poder Judicial (entidad que no es muy confiable que digamos), el acusado puede solicitar que se borren todas las noticias relacionadas con su caso.

Esta norma fue promovida por la bancada de la estrella, incluso el abogado simpatizante aprista, Erick Iriarte, ha defendido, en más de una oportunidad, esta iniciativa, colocando como ejemplo a España (sobre esto iremos más adelante).

2. Un ejemplo práctico

Hace pocas semanas, la Autoridad Nacional de Datos Personales multó a Google Perú con 75 mil dólares por no poder borrar, en sus búsquedas, las noticias relacionadas con el caso de un abogado, que además era profesor en la Universidad San Martín de Porres (USMP, sí, donde andan todos los apristas) acusado de poseer pornografía infantil. El señor fue absuelto de los cargos contra el pudor público por el Poder Judicial e inició una batalla contra el gigante mundial para que se retiren las notas en su buscador.

Google Perú explicó que las búsquedas las maneja directamente Google Inc. con sede en Estados Unidos, quienes respondieron, a su vez, que ellos no pueden interferir con el contenido que hay en la red porque este depende de cada portal. Aún así fue multada.

3. Volviendo al caso Villa Stein

Javier Villa Stein. Foto: Perú21

Javier Villa Stein.
Foto: Perú21

En marzo de este año, el portal de investigación periodística, Ojo-público, lanzó un reportaje bastante acucioso sobre el ascendente patrimonio del juez supremo Javier Villa Stein que empieza con este párrafo que resume el grueso de la historia.

«¿Quién es el juez de la Corte Suprema que compró departamentos en distritos exclusivos de Lima y Miami, costosas camionetas, motocicletas y relojes Rolex y que además posee una empresa hotelera que contrata ilegalmente con el Estado? Un expresidente del Poder Judicial que ha generado polémica por sus fallos y afinidades políticas en los 12 años que ejerce como vocal, periodo en el que ha quintuplicado su patrimonio declarado hasta bordear hoy los S/. 2 millones. Esta es la historia de uno de los jueces con mayor fortuna del Perú: Javier Villa Stein».

Por esta razón es que el aludido expresidente del Poder Judicial decidió denunciar al portal ante la Autoridad Nacional de Datos Personales ¿el fin? borrar todo rastro de ese reportaje de la Internet. Obliviate again.

4. ¿Y eso no es justo? Está bien ¿no?

Es una ley, sí, pero es MUY peligrosa su aplicación en un contexto en el que el Perú no tiene instituciones administradoras de justicia que sean fuertes. La corrupción aún convive, campante, en los pasillos del Poder Judicial, del Ministerio Público y de otras instituciones judiciales. No requiere mucha ciencia saberlo. Negarlo es cegarse o querer ocultar.

Una columna de nuestro asesor en la sombra amixer, Marco Sifuentes, para el diario El Comercio, habla precisamente de este tema, a propósito de la sanción de Google Perú y el peligro latente .

«En todo el mundo se pretende imponer una doctrina llamada “Derecho al Olvido”. Quien está a la vanguardia de esta corriente es España, un país en el que Google News está restringido y en el que una página que tenga la opción de “recomendar esta web a un amigo” está infringiendo la ley. De hecho, los perpetradores peruanos de la nefasta Ley de Protección de Datos –aprobada literalmente en último día del gobierno aprista y responsable de la creación de la DGPDP– suelen mencionar a España como ejemplo. Como si no supieran la carga burocrática que significa la ley española tanto a grandes como pequeñas empresas».

Pero lo más grave que menciona Marco es que esta ley puede aplicarse a periodistas de investigación.

«Pero, sobre todo, el criterio del “derecho al olvido” podría aplicarse a periodistas de investigación que generen, por ejemplo, buscadores de registros de ingresos a entidades públicas o deudores de pensiones alimenticias».

 

5. ¿Por qué la aplicación de esta ley nos afecta A TODOS?

Por ejemplo:

  • En este útero, mediante nuestro colaborador AniversarioPerú, se creó un sistema llamado Manolo, el buscador de lobistas, que contiene el registro de ingresos a entidades públicas.

Solo hemos citado dos ejemplos de acceso a la información pública que puede ser directamente afectada en la aplicación de esta ley.

La Ley de Protección de Datos Personales es un arma de doble filo, es una norma que puede ser aplicada para favorecer la censura, un hechizo contra el que el país entero debe luchar todos los días. Y esto, ya no es ficción.