Facebook , feis , redes sociales Miércoles, 20 julio 2016

Cada vez que las ignoramos, cada vez que no las tomamos en serio, las estamos matando

Ni una menos. Caricatura de Andrés Edery para El Comercio

Ni una menos.
Caricatura: Andrés Edery/ El Comercio

Escribe: Bruno Guerra

MIERDA.

Ok. Ya. Quería sacarme eso de encima antes de empezar. Este post no va dirigido a las mujeres, va dirigido a mis hermanos hombres. Pero si a ellas les sirve de algo, en buena hora.

La última vez que escribí sobre este tema pensé (y creo que dije) que no iba a hacerlo más por miedo a caer pesado. Pero ese es el problema, ¿no? Que eso nos preocupe. Basta. YA BASTA. Están matando a nuestra hermanas (lo digo sin necesidad de parentesco). Nosotros las estamos matando. Nuestra indiferencia, nuestra actitud laxa y dejada hacia lo que les sucede. Cada vez que las invalidamos, minimizamos, ignoramos, cada vez que no las tomamos en serio, las estamos matando. Cada vez que permitimos que las instituciones -públicas, privadas, religiosas, educativas, o cuales fueran- las traten como ciudadanas de segunda categoría. Cada vez que decimos algo como “así son las mujeres”, o las generalizamos de cualquier forma; cada vez que las vemos como objetos; estamos dejándolas morir.

¿Es tan frágil nuestra masculinidad que necesitamos reafirmarla oprimiendo al 50% de la población? ¿Es tan frágil nuestro ego masculino que nos victimizamos cuando una chica decide que a pesar de nuestra devoción cuasi religiosa, no nos quieren como más que amigos? Y luego las satanisamos si deciden que prefieren a otra persona que no estuvo detrás de ellas como perro fiel. Y decimos cosas como “las mujeres siempre A, pero luego B, así son”. Tengo noticias para nosotros: NO SOMOS QUIÉN PARA JUZGARLAS, DECIDIR POR ELLAS, CONTROLARLAS DE CUALQUIER FORMA. ¿Saben qué somos hoy en día? ¿Todos y cada uno de nosotros? Somos potenciales amenazas. Somos amenazas por más progresistas que creamos ser. Y seamos sinceros, ¿quién de nosotros no ha juzgado a una mujer de forma sexista en algún momento? Es un proceso casi inconsciente, juzgarlas: por su cuerpo, por su mente, por su estilo de vida, que si se viste así, que si tiene sexo con tal, que si se comporta de otra forma. Es muy distinto ver a una mujer y decidir que nos sentimos atraídos hacia ella, que asumir que es de una u otra manera por una primera impresión, y aún así lo fuera, asumir que tenemos derecho a emitir un juicio de valor por eso.

No, este no es uno de mis posts ordenados, racionales, estructurados de siempre. Este es un grito desesperado.

Hoy he escuchado varias historias valientes de mujeres que se enfrentan a nosotros a diario. Mujeres que tienen todos los motivos para temernos, que tienen todos los argumentos para querer quedarse en casa y no salir. Yo lo haría. Yo tendría miedo. Yo no sabría que hacer. Ellas lo hacen todos los días. Lo hacen con el coraje que a nosotros nos falta para querer cambiar las cosas. Porque las cosas no tienen que ser como son porque siempre hayan sido así. Las cosas pueden cambiar. Empecemos por nosotros mismos. Basta de creer que el mayor atributo de una mujer es su apariencia. Basta de lanzar comentarios sexistas. Basta de subestimarlas. Basta de tratarlas como nuestra propiedad. Basta de celarlas. Basta de tomar una postura defensiva y decir que no todos somos así. Si no eres así, pero no haces nada para cambiar a los demás, eres parte del problema.

Así de simple, si no eres parte de la solución, eres parte del problema. Y es un gran problema. Y es nuestro problema. Puede que no lo hayamos iniciado nosotros. Puede que nos hayan criado así. Puede que la sociedad nos haya condicionado de esta forma. Pueden ser muchas cosas, pero nos toca a nosotros ser el cambio que necesitamos.

¿No sabes por dónde empezar? Cállate y escucha. No a mi. Como dije este no es un post para las mujeres, es un post para los hombres. Callémonos, y dejémoslas hablar. Escuchémoslas, pero escuchémoslas de verdad. Tienen mucho que contarnos, y no deberían tener que marchar, hacer carteles o gritar para ser oídas. Debería bastar con que nos callemos y les cedamos el micrófono. Es turno de ellas. Y es muy probable -dado quienes son mis amigos en Facebook- que una gran parte de los amigos que lean esto se digan a sí mismos que no son así, pero por favor PIÉNSENLO. Así que deja de leer esto, hermano. Empieza a escuchar a las mujeres que tienes a tu alrededor, y que ese sea solo el principio.

Y me da igual caer pesado. Creo que es hora de retomar esta maldita costumbre.

‪#‎NiUnaMenos‬ ‪#‎NiUnaMenos13A‬