corrupción , denuncia , Elecciones 2016 , narcotrafico , noticias , politica Viernes, 27 mayo 2016

EXCLUSIVO: La misteriosa historia de la «pérdida» de los documentos clave de las empresas de Joaquín Ramírez

La historia nos dice que hace un par de años, en octubre del 2014 para ser exactos, un señor llamado Javier Espinoza Espinoza se encontraba trabajando para el aún congresista Joaquín Ramirez. Una de sus obligaciones, por aquellos días, fue llevar unos documentos de un lugar a otro en un taxi informal.

De pronto, cuando menos lo esperaba, un terrible accidente de tránsito ocasionó que, en medio del desastre, varios documentos importantísimos se perdieran. Javier, quizá asustado por el fatídico hecho, demoró 55 días para presentar la denuncia por la pérdida de estos papeles ya que no eran cualquier cosa, se trataban de documentos vitales -y sin copia alguna- pertenecientes a diez empresas del congresista fujimorista. 

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Dramatización demasiado dramática. Foto: kristiemercer

Es una historia convincente. Mejor que la del perro que se comió la tarea. No obstante la buena lírica, hay ciertos detalles o cabos que han quedado sueltos y que este útero se ha encargado de amarrar. 

1. El misterioso accidente

Como bien te contamos el pasado 2o de mayo, la historia se resume en las primeras líneas de esta publicación. Hubo un accidente en el cual se perdieron documentos cuya información hubiera sido de gran ayuda para la investigación por lavado de activos que se viene realizando al excongresista y exsecretario general de Fuerza Popular, Joaquín Ramirez. El documento, conseguido en exclusiva por Christopher Acosta de Latina, también fue publicado.

Es aquí cuando comienza la segunda parte de la historia

En la denuncia realizada el 12 de diciembre por el entonces asistente del exsecretario general, en la parte final del documento, figura la placa de un vehículo: B9Q – 666. Esta placa, como bien señala la sección de contenido de la denuncia, se trata del taxi accidentado en el cuál se trasladaron los documentos de Ramírez. Este vehículo, según Sunarp, le pertenece en la actualidad a Javier Demetrio de la Cruz Altamirano. 

Imagen: Sunarp

Imagen: Sunarp

Este útero logró obtener algunos detalles. El vehículo sigue siendo usado como taxi y el usuario actual lo compró en el 2014, cuando ya había «sufrido un accidente».

2. Compra y venta

Según la transferencia de propiedad del vehículo en mención, como ya habíamos indicado, el actual dueño es Javier Demetrio. El documento de SUNARP comprueba que la compra se realizó el 31 de octubre del 2014, siete días después del accidente que aparece  en la denuncia. 

javier demetrio

La denuncia dice que el accidente ocurrió el 25 de octubre, seis días después, el 31 de octubre, el vehículo fue vendido. Imagen: Sunarp

El anterior dueño del carro fue Percy Darwin Mechan Llontop, quien compró el vehículo el 19 de marzo del 2014. Este útero intentó exhaustivamente contactarlo, pero sin obtener éxito. La transferencia de propiedad de Percy nos informa que compró el Nissan por una suma que asciende a S/24,000 ($8,000 de entonces). 

mechan

Imagen: Captura web Sunarp

3. El «choque» (¡??!!)

Las características de los hechos nos dicen varias cosas. Mediante fuentes que prefieren guardar la reserva de sus identidades, este útero logró conocer que el choque que ocasionó la «pérdida» de importantes documentos de las empresas de Joaquín Ramírez, investigado por Lavado de Activos, fue frontal. 

Esto implica que el vehículo no fue chocado sino que fue éste el que chocó con algo. Para venderlo una semana después del accidente, nos da a entender que no se trató de un daño irreparable o que el carro haya quedado completamente destrozado. 

Si se trató de un choque común y corriente, ¿cómo fue que se perdieron los documentos? La denuncia realizada no menciona ningún tipo de daño físico del conductor ni del tripulante. Insistimos: ¿cómo fue exactamente que se perdieron estos papeles?.

Otro aspecto relevante de este caso es que, según pudo conocer esta publicación, el vehículo fue rematado en US$ 5,000 cuando su valor real fluctuaba entre los $8,000 y $10,000.

*****

Si colocamos los hechos en orden cronológico entendemos que:

  • Siete días después del accidente, el vehículo es vendido a precio de remate y reparado a los pocos días por la levedad de los daños: los faros rotos y el parachoque doblado.
  • Pero 55 días después del accidente, el 12 de diciembre del 2014, se interpone la denuncia de la pérdida.

Sorry, pero somos recontra chinchosos, ¿cómo fue exactamente que se perdieron si el carro no explotó y todos salieron sin ningún rasguño? A menos que estos no hayan salido volando 100 metros por el choque, hay algo que a nadie le cuadra.