Facebook , sociedad Jueves, 28 abril 2016

Una pequeña mención sobre el papel de los medios en torno al experimento de la «chica racista»

comentario

Estos fueron algunos de los comentarios más suaves. Imagen: Captura Facebook

Escribe: Miguel Flores-Montúfar

Ya Victor Caballero y Sandra Rodríguez han hablado sobre el video de Alessandra, la chica youtuber que aconsejaba a los extranjeros no venir al Perú porque había muchos «serranos que huelen mal porque no se bañan» y que la selva estaba llena de «cabros arrechos».

El video era, en realidad, un trabajo universitario en el que se pedía a los estudiantes que crearan un contenido que se viralizara en Internet. La chica que aparece en el vídeo ni siquiera es parte del grupo de estudiantes: es actriz. En fin, como se puede ver, los chicos dieron en el clavo: obtuvieron inmediatamente respuestas y rebote en medios. Con lo que no contaban es con que la gente en Internet está un poco jodida: las respuestas en Internet abarcaron los insultos misóginos («te vamos a violar» es de los más suaves), las amenazas de violencia («si te veo te escupo»), la invasión de la intimidad («he visto decenas de veces su nombre, dirección y número de DNI»), los eventos organizados para ir a su casa, y, por supuesto, el racismo: «serrana de mierda, acaso te habrás visto al espejo», etcétera.

En fin, como digo, ya Víctor ha hablado sobre eso, y ha recogido varias de las reacciones que acabo de mencionar.

Yo quería hacer una pequeña mención sobre el papel que en esta jarana han jugado los medios. A través de alguno de ellos, la tarde de ayer, yo me enteré de que existía este vídeo. El portal, no recuerdo cuál ahora, lo tomaba como cierto. Bueno, vi el video y, como supongo que habrá pasado con buena parte de los que lo vieron, me pareció de un racismo demasiado declarado como para ser cierto (hay cierta cautela en el racista que debe articular su postura, lo que no ocurre, como ya vimos, con los comentaristas de Internet).

La cosa es que, para confirmarlo, busqué en Facebook la página de la supuesta youtuber y allí ya se decía que todo era parte de un trabajo grupal de la universidad. ¿A qué hora habré visto yo esa aclaración? No sé con exactitud, pero sí sé que fue antes de las 5:45 p.m., porque a esa hora salí de casa para irme a estudiar.

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Imagen: Captura Facebook

 

¿Por qué menciono ese detalle? Porque luego de confirmarlo, vi que algunos medios seguían rebotando la noticia como cierta. Coloco aquí los que capturé: mientras El Comercio ya hablaba de los trabajos universitarios que «se te van de las manos», Publimetro insistía en la veracidad del video. Ambas noticias fueron rebotadas por sus cuentas en Facebook exactamente a la misma hora, casi una hora después de que yo viera la publicación aclaratoria en el Facebook de la supuesta youtuber (es decir, incluso ese estado puede haber sido subido bastante tiempo antes: ¿media, una hora antes? ¿Más?).

Recuerdo haber visto lo mismo por lo menos en un par de medios más, pero no hice las capturas a tiempo así que no podría demostrar que ocurrió en más de un caso (también he visto que algunos han fusionado sus notas ‘antes de la aclaración’ / y ‘después de la aclaración’ en un solo link).

Lo que me parece interesante (y peligroso) es que, como dice Víctor, muchas personas creen todo lo que aparece en Internet. Es verdad, pero ese no debería ser el caso de los medios.

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Imagen: Captura Facebook

Entonces, la primera alternativa es que hayan compartido la información sin verificar su contenido, aunque para cualquier periodista familiarizado con redes resultara sospechoso (eso pasa con muchas de las notas que empiezan diciendo «un estudio científico revela» o «arqueólogos descubren que» y a continuación cualquier pichulada). La otra alternativa es todavía peor: que, aún sabiendo que el video era falso, es decir, hecho como parte de un trabajo universitario y construido adrede para generar rebote, lo publicaran como cierto, y con exactamente la misma intención: despertar al loco calato que todos llevamos dentro y, por supuesto, generar rebote.

La chica, que debe haber pasado la peor noche de su vida, está siendo acosada, insultada y amenazada. En ese largo camino, en que se alimenta a la turba ciega y furiosa, se alientan sus insultos y disparates, y se obvian los posibles delitos que sugieren, en ese camino, decía, los medios no son inocentes. No son solo medios.