noticias , sociedad , violencia Miércoles, 16 marzo 2016

INDIGNANTE: Pasajera denuncia haber sido atacada en un taxi de la transnacional Uber y en la empresa no le responden

El negocio de los taxis ha evolucionado acorde con la tecnología. Los antiguos vehículos informales han sido remplazados por modernos autos a los que puedes contactar con una simple operación en la app de tu smartphone. Las empresas dedicadas a este rubro se han encargado de diferenciarse del resto ofreciendo un valor secundario como principal distintivo; algunas ofrecen rapidez, otras ofrecen bajo costo y algunas se especializan en seguridad. Este es el caso de Uber, la empresa de taxis que ofrece total seguridad en los viajes de sus clientes.

Al menos eso es lo que dicen

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Empresa norteamericana de taxis que cuenta con filial en el Perú. Foto: Capital

¿Qué es lo que ha pasado? En este nuevo episodio de inseguridad ciudadana, una persona que contrató este servicio -nos cuenta- fue atacada por unos desconocidos y fue testigo del extraño comportamiento del chofer del vehículo de una empresa que repite hasta el cansancio que velará por tu seguridad.

1. Historia

Andrea Tirado es una comunicadora de 26 años que, como cualquier persona, se transporta en taxis usando estas aplicaciones. El pasado viernes 11 de marzo, a las once de la noche, solicitó un servicio de taxi Uber a través de estas app. La facilidad que te da esta empresa, según nos lo cuenta, es que puedes llamar desde la aplicación de tu celular y no necesitas pagar en efectivo por el servicio, sino que el cobro se realiza con la tarjeta de crédito del usuario.

«Pedí un taxi desde la aplicación a las once y tanto de la noche para que me recoja de mi casa. Era una camioneta roja. Desde que llegó fue todo raro ya que los choferes de Uber siempre están vestidos con pantalón de vestir y con camisa, este era un sujeto que fácil tenía mi edad o un año menos y estaba vestido con jean y polo. Le dije que vaya por la parte de atrás, que eran los números impares de la avenida Bolognesi; me dijo que ya y comenzó a utilizar el Waze. Me estaba yendo a Barranco».

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Afortunadamente hay registro del viaje. Aquí se puede ver el nombre del chofer, la placa, la fecha y el monto a pagar. Imagen: Útero.pe

El chofer de esa noche era el señor Jorge Armando Carreño Molina. Lo que Andrea nos cuenta es que, a diferencia de otras empresas, ella tenía un buen concepto sobre la seguridad que ofrecía Uber, es por ello que no tuvo ningún problema en utilizar su celular en medio del viaje.

  • «Yo estaba usando mi celular en el carro. Como Uber se vende como el taxi seguro y a parte tienen una web que explica por qué es tan seguro, yo no tenía problemas [en usar el teléfono]».
  • «Mis amigos se fueron de frente al evento y yo fui sola. Pero cuando miraba al hombre, él estaba usando su celular. No estaba pegado a la ventana, lo tenía cerca de él. Me pareció raro. No le dije nada porque lo usaba cuando el semáforo estaba en rojo. Lo que sí me incomodaba era que me miraba a cada rato por el retrovisor. Me puso incómoda. Cuando ya estaba cerca, comencé a escribirle a mis amigos que ya estaba llegando. Entramos a la calle oscura que da a Catalino Miranda».

2. El ataque

Y fue aquí donde todo empezó. Luego de un viaje sin problemas (salvo el inconveniente de la constante observación del conductor a través del espejo retrovisor), ocurrió algo que la dejó confusa: el chofer que no había hablado toda la noche empezó a hablarle de un tema completamente aleatorio. 

«De pronto, de la nada, antes de [llegar a] los departamentos del Ejército, empieza a frenar y voltea a hablarme de los anticuchos que le encanta empujarse (sic) en Catalino Miranda. Lo miré y me dije, «no entiendo por qué volteas a mirarme si estás manejando». Entonces pisó el freno y de la nada me abrieron la puerta y trataron de bajarme. Para esto, como estuve diciendo, yo tenía el celular en la mano derecha, al costado de la puerta».

El ataque duró menos de un minuto. Lo que nos cuenta la víctima es que un hombre abrió la puerta e inmediatamente comenzó a intentar sacarla del vehículo. Andrea descarta un intento de robo ya que tenía su celular en la mano cuando se produjo el ataque, pero no se lo quitaron.

  • «Si hubiesen querido robarme el celular, me lo hubiesen robado. Por lo general, cuando te roban cuando estás en un carro, te revientan la luna porque lo lógico es que tengas la puerta cerrada. El sujeto fue de frente a intentar bajarme del taxi».
  • «Por suerte no me había puesto cinturón, porque siempre me lo pongo. En ese momento lo único que atiné fue a tirarme para el otro lado. El hombre me arañó y jaloneó y me dejó los moretones que tengo en el brazo. Había otra mancha o persona cerca y yo le vi la cara, pero tal es mi trauma que no puedo recordarlo».
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Rastros del ataque un día después de ocurrido. Foto: Útero.pe

Pese al incidente en el que tuvo que defenderse como pudo, el taxista parecía estar «tan distraído» que en lugar de pisar el acelerador para salir del lugar avanzaba muy despacio. Obviamente, este tipo de comportamiento después generaría sospechas en la víctima. 

«No grité, no dije nada, todo fue en silencio. Simplemente me tiré al otro lado y lo he empujado con las piernas y con unos zapatos enormes que usaba. De la nada el taxista empezó a avanzar, pero no lo hacía rápido. He tenido que librarme y cerrar la puerta».

«En ese momento me temblaba todo el cuerpo y no podía a hablar. No entendía lo que acababa de pasar. Ya cuando pude hablar le dije, «¿qué pasó?» y me dijo, «ay, perdón, pensé que había puesto seguro. Mil disculpas la verdad». ¿Cómo no se va a dar cuenta que no había puesto seguro? El chofer no estaba ni asustado ni nada, se supone que si me han robado a él también le podrían haber robado el carro, pero estaba tranquilo».

«Lo único que quería hacer era llegar, ya estábamos cerca. Le dije que me lleve de una vez. Agarré mi celular y a contarle a mis amigos pero, antes de llamarlos, miré por dónde estaba yendo y había dejado de hacerle caso al Waze. El chofer se pasó la ruta y comenzó a doblar por otro lado. Le dije que vaya por la ruta pero me dijo que no, que por ahí no era seguro y que guarde mi celular. Le dije que no, que vaya por donde yo le estaba diciendo y eso fue lo que hizo. Llamé a mis amigos por el celular y no colgué el teléfono hasta bajarme. Me bajé y el conductor no me dijo nada. Se fue».

Este es el rostro del conductor:

Jorge Armando Carreño Molina. Imagen: Facebook

Jorge Armando Carreño Molina.
Imagen: Facebook

Como bien nos cuenta Andrea, esto es algo que confunde a cualquiera. Después de haber sido testigo de un ataque tan violento que tuvo que utilizar las piernas para defenderse, ¿cómo va a estar tan tranquilo? ¿por qué no intentó defenderla? Entendemos que no todas las personas tengan los mismos reflejos, pero ¿por qué no aceleró? ¿por qué no pidió disculpas o algo? Andrea nos dice que este comportamiento fuera de lo habitual le sugiere algún tipo de complicidad.

3. La responsabilidad de Uber

Al día siguiente se comunicó con Uber para contarles lo sucedido y es aquí cuando comienza el segundo episodio de esta historia. Debido a que la empresa no tiene ningún teléfono disponible para los clientes (y la página en Facebook no tiene activada la opción de enviar mensajes directos), Andrea envió un correo electrónico. Lo que nos cuenta también es que ella ya se había comunicado con la empresa por este medio en anteriores ocasiones y, por lo general, la respuesta era casi inmediata. 

«Al día siguiente le mandé un e-mail a Uber y les conté el caso y les mandé las fotos. Ya me había quejado antes por cosas pequeñas como el tema de pagar el peaje. Yo les enviaba un correo y ellos me respondían horas después, súper rápido. Pero esta vez no me han respondido, hasta el día de hoy no he recibido respuesta alguna».

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El correo fue enviado a un día del ataque, pero hasta este momento (cuatro días después) no recibe respuesta alguna. Antes las recibía hasta dos horas después. Foto: Captura web Gmail

Útero.Pe intentó comunicarse -sin éxito- con algún representante de Uber al correo apoyolima@uber.com

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Imagen: captura Google

Basándonos en las pruebas proporcionadas por la víctima -la placa y el nombre que figuraba en el comprobante virtual del servicio-, hemos podido constatar que el vehículo está a nombre del conductor. 

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Jorge Carreño, chofer «distraído». Foto: Captura web

También intentamos comunicarnos con Jorge Carreño, a quien hallamos mediante Facebook pero al cierre de esta nota no obtuvimos respuesta del aludido.

Las «letras pequeñas»

Algo que nos sorprende también son los términos legales de la empresa. Pese a que en la fanpage oficial suelen bombardear publicidad que jura y rejura que se trata de la empresa de taxis más segura de todas las de la capital, los términos legales de la empresa dicen lo contrario. En pocas palabras, la empresa no se responsabilizará de nada en absoluto si algún tipo de incidente -como este- llega a suceder. 

«Uber no será responsable de daños indirectos, incidentales, especiales, ejemplares, punitivos o emergentes, incluidos el lucro cesante, la pérdida de datos, la lesión personal o el daño a la propiedad, ni de perjuicios relativos, o en relación con, o de otro modo derivados de cualquier uso de los servicios, incluso aunque Uber haya sido advertido de la posibilidad de dichos daños. Uber no será responsable de cualquier daño, responsabilidad o pérdida que deriven de: (i) su uso o dependencia de los servicios o su incapacidad para acceder o utilizar los servicios; o (ii) cualquier transacción o relación entre usted y cualquier tercero proveedor, aunque Uber hubiera sido advertido de la posibilidad de dichos daños. Uber no será responsable del retraso o de la falta de ejecución resultante de causas que vayan más allá del control razonable de Uber».

Más que el extraño comportamiento del chofer o el inesperado ataque o la manera tan irresponsable en la que el conductor ejecuta un servicio (al no poner seguro a la puerta) o la poca capacidad de reacción cuando el usuario está en peligro, lo que le sorprende a la víctima es que la empresa haya optado por ignorarla por completo. Como ella misma dice en el correo enviado, ¿tendrían que haberla herido y golpeado o violentado de maneras inimaginables para que recién pueda recibir algún tipo de respuesta? ¿Qué necesita la transnacional Uber Taxi para atender a alguien que denuncia haber sido atacada en una de sus unidades? ¿Qué entidad del Estado regula este tipo de servicios?.

Puedes leer la respuesta del taxista, de la empresa y de la víctima aquí