corrupción , noticias , politica Jueves, 8 enero 2015

Soy fapero y hago lo que quiero: un nuevo escándalo en la Fuerza Áerea cuando el anterior sigue fresco

Diego Pereira

I'm back, bitches » @algunpereira » diego@utero.pe

Este post viene con soundtrack:

¿Recuerdan que el año pasado nos enteramos que una empresa gringa había estado coimeando sistemáticamente a varios oficiales de la Fuerza Área (FAP) para que les renueven el contrato de mantenimiento de motores? El asunto está recién empezando a resolverse.

Pero como los amigos de la FAP no quieren que te aburras esperando, aquí otro escándalo que Ollanta Humala ha calificado como «una puñalada». Qué bonita forma de empezar el año.

Highway to the DANGERZONE! Foto: RPP

Highway to the DANGERZONE! Foto: RPP

 

Lo último de lo viejo

El jovial Segundo Gamboa. Foto via La República

El jovial Segundo Gamboa. Foto via La República

Sobre el caso de la empresa Dallas Airmotive (el de las coimas para continuar el mantenimiento) realmente no ha habido mucho avance. Excepto, claro, un superdato. ¿Se acuerdan que Humala decía que toda esta cochinada era producto del gobierno aprista? Bueno, sorry, no. Resulta que este asunto también pasó volando bajo sus narices, literalmente.

Segundo Buenaventura Gamboa Sandoval era piloto principal del presidente. Se suponía que debía pasar al retiro en el 2012 pero por alguna razón siguió ejerciendo sus funciones hasta el 2013. ¿Por que? Así lo cuenta Correo:

Gamboa Sandoval, según las mismas fuentes, era uno de los ocho mayores generales de la FAP que integraba la lista realizada ese año por la Junta Especial que aprueba y propone los pases al retiro. La lista ya había sido aprobada por el ministro de Defensa, Pedro Cateriano. Sin embargo, a pocas horas de que se publicara los pases al retiro en las Normas Legales de El Peruano, desde Palacio de Gobierno salió la orden para que Gamboa Sandoval continúe. Según la orden, Ollanta Humala lo requería un año más a su servicio debido a su amplia experiencia en el manejo del avión presidencial.

Manya. Era pedidito. Pero, ¿qué tiene que ver Gamboa Sandoval con Dallas Airmotive? Esa es la parte más interesante aún. Así lo cuenta Lupe Muñóz en La República:

 Según la documentación suministrada por la FAP al Ministerio de Defensa, Gamboa era el titular de la Dirección de Aerofotografía (Diraf) cuando se contrató a Dallas Airmotive en el 2010, en el segundo gobierno de Alan García.

Según las declaraciones de los funcionarios de esta compañía norteamericana ante las autoridades del Departamento de Justicia, pagaron coimas a cuatro oficiales de la FAP para obtener la buena pro con la finalidad de reparar aeronaves de la institución castrense.

Ahora el mayor general FAP en retiro Segundo Gamboa Sandoval alega que no tiene ninguna relación con las contrataciones, a pesar que la propia institución a la que perteneció lo señala.

Y la entrevista que le hace la periodista al mayor enfatiza bastante que el hombre no quiere decir nada. «Pregúntenle a la FAP», dice luego de negarse a hablar y colgar el teléfono.

Gamboa será citado a declarar en la Fiscalía a cargo de la investigación recién el 20 de enero. ¿En qué anda la investigación? Sabemos que arrancó el 15 de diciembre del año pasado con las movidas clásicas: pedidos de información, citas para declaraciones y demás. Pero, felizmente el reportaje de Lupe Muñoz también nos datea al respecto:

Una de las hipótesis del fiscal especializado en delitos de corrupción de funcionarios, Andrés Montoya Mendoza, es que existirían más contratos corruptos facilitados por los mismos efectivos de la FAP que participaron en los procesos que favorecieron a la compañía Dallas Airmotive.

De acuerdo con el razonamiento fiscal, si los integrantes del Comité de Adquisiciones y Contrataciones en el Extranjero (CACE), que dieron la buena pro a Dallas Airmotive a cambio de sobornos, bien podrían haber repetido la misma modalidad para otras contrataciones en la Fuerza Aérea del Perú.

Traducción: hay bastante por hacer y probablemente falten manos como para resolverlo pronto.

 

Lo nuevo y lo feo

Descargando a un grifo el combustible donado a la FAP. Qué bonito. Foto: La República

Descargando a un grifo el combustible donado a la FAP. Qué bonito. Foto: La República

El más reciente escándalo destapado también por La República involucra al comandante general del Ala Aérea N°1 de la FAP: Jorge Luis Briceño Herrera. ¿Qué onda con él? Pues, como puedes ver en la foto que encabeza esta parte del post, el combustible que había sido donado a la FAP por Aduanas, valorizado en 14 mil dólares, fue llevado a un grifo privado en Tumbes.

¿Qué tiene de malo? Pues, según el informe, que Briceño recibió el combustible que era para uso de la Fuerza Aérea, firmó el acta de entrega y luego se quitó como para no ver que sucedía luego de que se fuera.

Por el momento Briceño ha optado por hacer un Castañeda y clausurar su boca hasta próximo aviso. Según reporta Aduanas de Tumbes, quienes donaron el combustible (conseguido por incautaciones que suelen hacer), han desaparecido 4,435 galones.

Muy usura, ya.

Según un informe elaborado por Wilber Huacasi para La República, los oficiales de la FAP del Grupo Aéreo N° 11 (Talara) que es a donde debía llegar el regalo de Aduanas (mayoritariamente petróleo) ya dijeron que ahí no llegó nada. O sea, la cochinada ya está recontra confirmada.

 

El grifo, el oficial y el petróleo

El grifo del mal. Foto: Virgilio Grajeda via La República

El grifo del mal. Foto: Virgilio Grajeda via La República

¿Por qué desviar tanto petróleo a este grifo en particular?, ¿qué vinculos tiene Estación de Servicios Rafaela’s EIRL con la FAP? El periodista Wilber Huacasi tiene el dato preciso:

De acuerdo con Registros Públicos, la mencionada empresa se constituyó el 20 de mayo del 2010 con un capital de 10 mil soles. Se inscribió como propietaria y gerente general Karolay Romero Revilla, entonces tenía 23 años. Ella es hija del coronel EP (r) Nithis Romero Da Silva, quien pasó al retiro en 2012. Curiosamente,  el 20 de octubre del 2014, Karolay Romero entregó la gerencia a Isaac León Canales. Pero en la práctica, quien maneja el negocio de combustible es el coronel en retiro Nithis Romero, como comprobó La República en el mismo local del grifo.

Y no acaba ahí. Nithis Romero no es cualquier coronel. Resulta que es primo del general de División Paul Da Silva, ex comandante general del Ejército, designado como tal en el gobierno de Alan.

Mientras tanto, a Briceño ya le cayó su respectiva denuncia por el desvío de combustible. Humala ya llamó a este caso «una puñalada», pero, ojo, aún no ha dicho nada del primer caso. El 2015 se asoma con pronóstico de vientos fuertes.

Diego Pereira

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