discriminación , sociedad , tv Miércoles, 11 junio 2014

«El nalgómetro convierte a las mujeres en objetos, robots»

El programa que fue prohibido en otros países, ha sido reciclado por La Noche es Mía

El programa que fue prohibido en otros países, ha sido reciclado por La Noche es Mía

Hace un par de semanas, Carlos Galdós en su programa «La Noche es mía» inauguró una sección concurso llamada El Nalgómetro. Allí,  las concursantes deben mover frenéticamente sus nalgas durante un minuto y al ritmo de una música pegajosa.  La que se mueva más, gana. Si la idea ya les parece denigrante, los videos son mucho peor.

Y aquí, otro.

Este concurso de franquicia extranjera ha sido prohibido en varios países, por considerar que se denigra a la mujer. Sin embargo, aquí ha sido reciclado. Después nos preguntamos cómo es que un tipo se puede masturbar en un medio de transporte público o por qué somos el país con el mayor número de denuncias por violación sexual en América Latina.

Pues bien, a propósito de la sección de Galdós, la socióloga Liuba Kogan escribió una columna hoy en El Comercio donde explica el problema.

Lo curioso es que la mirada masculina que trata a la mujer como objeto sexual, en este caso específico, utiliza a las matemáticas para contar y luego para comparar quién resulta la mujer ganadora, pues se trata de oponer a concursantes en cada emisión del programa. 

Durante ese minuto de contorsiones, a las mujeres se las convierte en objetos, robots. Incluso me atrevería a decir que se les despoja de su sensualidad. Es un tiempo de control absoluto marcado por los contadores o pulsómetros en cada nalga, en el que los hombres pueden sentirse totalmente poderosos. Cuando las mujeres dan la cara luego del minuto de contorsiones y del conteo de pulsaciones, se les quita la condición de robots para restituirles la de mujer objeto, mediante el diálogo subido de tono en el set televisivo. .

Aquí, una de las primeras concursantes de Galdós fue Brenda Carvalho.

Kogan, finalmente se pregunta si «¿Existe una relación directa entre segmentos como “El nalgómetro” y los tocamientos y abusos sexuales contra las mujeres?» Es difícil saber si es una cuestión de causa y efecto, pero de hecho que Magaly Solier no habría sufrido esa agresión si los hombres no se sintieran con el derecho de ver a las mujeres como objetos de satisfacción sexual.

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