sociedad Miércoles, 10 diciembre 2008

Comentario peruanazo

cholazo.jpg(Iba a escribir esto en el post del sondeo cobrizo, pero como van más de 120 comentarios -y contando- el diálogo se vuelve ruido. Así que, por eso, este texto -que principal pero no exclusivamente dialoga con los comentaristas Chato Heston, Jorge Luis Tineo y la encantadora Z– se volverá un post independiente. Prerrogativas del dueño de la chingana. Ojo: dejo constancia aquí que sobre estos temas tengo más dudas que certezas)

Sí, claro, la mayoría de respuestas son alucinantes, pero también hay gente que a la primera dijo que la Mulanovich o Lucila Campos representaban al Perú. Es gente que ve un Perú de éxitos.

No, no esperaba que tanta gente no reconociera a Evo. Era una trampita que se salió de control. Ojo que hubo al menos tres que sí lo reconocieron pero igual dijeron «alucina que Evo tiene más pinta de peruano«.

No deja de tener cierto sentido que gran parte de los que no reconocieron a Evo sean también los que no conocían la palabra «cobrizo«. Éste es un término politizado, popularizado por los Humala en los círculos más bien informados (lo que abre una rama interesante de discusión sobre por qué Alan eligió esa palabra y no otra, si resulta efectiva con el gran público y por qué el presidente cree que la salida racial lo congraciará con un auditorio de dirigentes populares adversos).

En general, como dice Eduardo Villanueva en su cameo, «cobrizo» es una palabra que no se puede definir sin un cierto grado de prejuicio. Lo mismo va para «sacalagua» y otros términos coloniales perpetuados increíblemente por nuestra educación escolar (a quién no le han enseñado todas estas categorías raciales en el colegio, con diagramas de cruces, tonalidades de piel y todo).

No creo que las respuestas hubieran sido distintas si el sondeo -en vez de realizarse en Miraflores– hubiera ocurrido, por ejemplo, en Gamarra, como piden algunos comentaristas (tan prejuiciosos como los encuestados de los que rajan). Estereotipar a los miraflorinos -o peor aún: a los que estaban de paso nomás o los que estaban trabajando- es exactamente lo que hizo Eliane Karp, pensamiento guía del Alan de Acho.

Por cierto, le dan mucho crédito a García los que dicen que estas declaraciones son una cortina de humo o, asu, un «psicosocial para académicos». No, hombre, el pata es así. Se arrebata cuando lo acorralan. Lo que no quiere decir que no haya un raciocinio en sus declaraciones. Vamos, en realidad le atinó, ¿no? Al margen de la palabreja escogida, el sondeo demuestra que, en el fondo, para la mayoría Alan was right: el verdadero peruano es el «cobrizo».

Sí pues, el racismo es el tema de la cholósfera (y de los peruanos en YouTube y de los foros…). Porque siempre que hablamos de racismo en realidad terminamos hablando de esa entelequia que es «la identidad peruana«. Quizás por primera vez, creo, existen intentos más o menos en serio de construir una identidad peruana inclusiva, que no se queda en el Tahuantinsuyo o en el virreynato, que no es el enfrentamiento de andinos y criollos, que trata de convertir esa ficción legal que es el Perú en algo (quizás por esto mismo resulta importante, por ejemplo, construir un «cine peruano» y hasta una «cultura pop peruana», quiero decir discursos nacionales masivos con los que todos nos identifiquemos, pero me estoy yendo a otro post).

En fin, con esta sarta de lugares comunes quería sugerir que si el tema alborota tanto a todos es por algo. Me gustaría creer que son dolores de parto, que algo está naciendo, quizás (déjenme con mi ingenuidad web-two-point-oh) un país. Ojalá nomás que los políticos y sus discursitos mezquinos no terminen por abortarlo.

(Por la pucha, escribí un Godoy. Nunca más.)