noticias , politica , sociedad Jueves, 28 marzo 2019

Politólogos Deathmatch: acá está la verdadera historia del chongo de las comisiones de Vizcarra y Salaverry

Hoy Caretas publicó una nota titulada «Nada personal», en la que cuenta que la bronca entre los politólogos Carlos Meléndez y Fernando Tuesta había tenido como resultado no solo la cancelación de la columna de Meléndez en El Comercio, sino también su salida de un grupo que trabajaba una supuesta propuesta alterna de reforma política desde el Congreso de la República.

  • Recordemos que Meléndez acusó a Fernando Tuesta de tener un supuesto «conflicto de interés», al ser presidente de la Comisión de reforma política del Ejecutivo y a la vez realizar una consultoría a la ONPE.
  • Tuesta aclaró toda la situación en su cuenta de Facebook: no había cobrado un sol por presidir la comisión de reforma ni había ejecutado ni cobrado la orden de servicio para la ONPE.

Por eso, El Comercio le pidió a Meléndez que se rectifique, pero este se negó. El resultado, lo mismo que te dijo tu ex: adiós para siempre.

Hoy gracias a Caretas, nos enteramos que esa no fue la única consecuencia de la obstinación de Meléndez. Pero en Útero.Pe conversamos con algunos de los involucrados en esta historia de cuchillazos y malas intenciones; y traemos el rompecabezas recién armadito porque no hay nada mejor que procrastinar con unos buenos chismecitos.

1. El jorobado toca tu puerta

Esta es la respuesta de Meléndez a la nota de Caretas. Imagen: captura Twitter

Esta es la respuesta de Meléndez a la nota de Caretas.
Imagen: captura Twitter

Según fuentes consultadas por Útero.Pe, en diciembre del año pasado, justo cuando ya se había conformado la Comisión de Reforma Política, el politólogo excaviar, Carlos Meléndez, buscó al presidente del Legislativo, Daniel Salaverry, con una idea en la cabeza: ¿cómo hacer para que el Congreso se involucre en esta vaina reformista? Una vez habiéndole dejado el bichito al exfuji, se reunió con un grupo de politólogos para madurar la idea.

Ese mismo mes, ya muy cerca de navidad, los colegas de Meléndez, Arturo Maldonado, Paulo Vilca, Jorge Valladares, Alexandra Ames y Percy Medina (Idea Internacional), sostuvieron una reunión en la que se informó lo siguiente:

  • Ya se había logrado el contacto con Salaverry y había interés del Congreso en el proyecto.
  • Y lo que querían hacer era llevar las reformas del Ejecutivo a un debate ciudadano. O sea, una especie de focus group gigantes que en términos técnicos se llamarían minipúblicos.

Caretas informó que en ese proyecto estaba presente el columnista y desde este lunes editor de Política de El Comercio, José Carlos Requena, sin embargo; las fuentes consultadas por Útero.Pe y el mismo Requena negaron esta versión. Aclarado esto, continuemos.

2. La plata, conflictos de interés y otros

Entre enero, el mismo mes en que la comisión Vizcarra empezó a chambear sus reformas, y marzo de este año, la comisión Salavarry craneaba cómo abordar el tema de reforma política desde el Congreso. Para esto, los politólogos lograron un acuerdo de financiamiento con la australiana newDemocracy y con Idea Internacional.

Ojo: el Congreso no iba a poner plata, porsiaca, no se confundan.

Hace aproximadamente cuatro semanas, sostuvieron una reunión con el oficial mayor del Legislativo, Gianmarco Paz. Ese día, los australianos vía skype pusieron sus condiciones para soltar el billete:

  • Que una entidad del Estado (el Congreso) se comprometa a hacer uso de los resultados de este trabajo en el debate de las reformas planteadas por el Ejecutivo.
  • Solicitaron que se cree un grupo multipartidario desde el Congreso que verifique que la chamba se realice de manera técnica y sin sesgo político.
  • Se hizo énfasis en que la comisión Salaverry no se perciba como una manera de retrasar la reforma política.

Entre enero y marzo el grupo estuvo coordinando el trabajo que llevarían a cabo. Todo iba bien hasta que…

Meléndez y su pelota cuadrada. Intervención: Útero.Pe

Descripción gráfica de lo que ha pasado.
Intervención: Útero.Pe

3. Meléndez empezó con el raje

En una columna del pasado dos de marzo en El Comercio, titulada «¿Por qué fracasan las reformas? parte 1» -un parafraseo al libro «¿Por qué fracasan los países?», de Daron Acemoglu, y James A. Robinson-, Meléndez termina su escrito acusando a Tuesta de «usufructuar el erario público». 

La semana siguiente, el nueve de marzo, publicó la segunda parte criticando el trabajo de la comisión Viizcarra y básicamente acusándola de ser parte de una élite intelectual. Pero lo que más llama la atención es esta parte con la que culmina su texto (si es muy largo, pueden ver lo que está resaltado):

Nuestra reforma política debería trascender el enclaustramiento establecido por las pugnas entre el Ejecutivo y el Legislativo. Debería sacudirse del rapto de politólogos y constitucionalistas, de comisiones de alto nivel y baja representatividad. Ello implica salir de los escritorios y pisar las calles, atestiguar la cotidianidad del ciudadano promedio. Nos hemos olvidado de preguntarle a la sociedad civil desorganizada –ya sabemos cómo piensa la sociedad civil de cafetín– cómo diseñar nuestras instituciones políticas, económicas y tributarias. Mas ese peruano “de a pie” inadvertido, desafecto, quien cree que “deben irse todos” los políticos, ese peruano ha de ser la inspiración y la premisa de cualquier reforma funcional. Es posible y profundamente necesario enmendar tamaña omisión; estamos ante una oportunidad real. De otro modo, estaremos ante una reforma que engrosará la larga lista de oportunidades perdidas de nuestra historia.

A juzgar por los hechos recientes, esta columna de Meléndez habla, sin decirlo, del trabajo que estaba planeando con la comisión Salaverry. Ahora que sabemos que escribió su columna en ese contexto, nos alucina mucho cómo no hubo un disclaimer por parte del autor.

Pero no es lo único. Hace pocos días, el politólogo negó conformar la comisión Salaverry:

Asu, Meléndez dijo que no pertenecía al grupo. Imagen: captura Twitter

Asu, Meléndez los negó.
Imagen: captura Twitter

Un ambiguo Salaverry

¿Cuáles serán las verdaderas intenciones de Loki Salaverry con Thor Vizcarra? Imagen: Útero.Pe

¿Cuáles serán las verdaderas intenciones de Loki Salaverry con Thor Vizcarra?
Imagen: Útero.Pe

El jueves de la semana pasada (21 de marzo), para sorpresa de los politólogos, Daniel Salaverry anunció en medios que el Congreso presentaría su propia reforma política. Sus declaraciones no cayeron bien en el grupo, pues su trabajo no era elaborar una contrapropuesta, sino más bien era una chamba complementaria.

  • «En algún momento apareció la declaración de Salaverry diciendo que el Congreso tendría su propia propuesta, que es algo de lo que nunca habíamos hablado», indicó a este Útero uno de los politólogos que participó en el proyecto, que prefiere no ser mencionado en este post.

Ese mismo día, el jueves, el presidente del Congreso convocó al grupo para una reunión al día siguiente.

La mañana del viernes 22 de marzo, cuando estaba por explotar el escándalo entre Meléndez y Tuesta, se reunieron en el Parlamento Pablo Vilca, Jorge Valladares, Alexandra Ames, Percy Medina y Arturo Maldonado con el titular del Legislativo. En ese rato, Salaverry les aseguró que sus palabras del día anterior, sobre que harían otra propuesta de reforma política, habían sido sacadas de contexto. 

La reunión continuó sin la presencia de Carlos Meléndez. Se discutieron asuntos relacionados al presupuesto (que correría por newDemocracy e Idea Internacional) y otros temas técnicos:

  • Tenían que evaluar la viabilidad del proyecto, sobre todo los tiempos.
  • La idea era que las reformas del Ejecutivo se debatan en esta legislatura, con Salaverry como presidente del Congreso, y así llegar a tiempo al 2021.

Sin embargo, la misma tarde del viernes 22 de marzo, El Comercio anunció la cancelación de las columnas de Meléndez por el caso Tuesta. Y eso afectó a la comisión Salaverry.

Esa misma tarde, «El jorobado» también renunció a la comisión Salaverry. El trabajo para el grupo se aceleró el día siguiente. El sábado 23 de marzo, los politólogos tuvieron en contra no solo el tiempo sino también la presión de que hacia afuera se tome como un intento de retrasar la reforma del Ejecutivo. 

  • «No basta que no lo sea (un intento de retrasar reforma del Ejecutivo), ya es muy malo que lo parezca para que nazca mal. Parecería que es para boicotear la reforma», sostuvo uno de los miembros de ese grupo a Útero.Pe.

Lo cierto es que la decisión fue no continuar más. Las broncas de Meléndez terminaron por afectar el trabajo de sus compañeros, aunque ellos no han bajado los brazos todavía. «La idea es ver de qué manera y con aliados y con el esfuerzo que hemos hecho hasta ahora, seguir adelante para fortalecer propuestas de reforma política. Y sin Carlos Meléndez», sostuvo uno de nuestros entrevistados.