deportes , noticias Miércoles, 16 noviembre 2016

Brasil atropelló en el frío Nacional

Perú se vio superado durante tres cuartos del partido por un Brasil que, de la mano de Tite, ha recuperado la memoria. Poco que reprochar a nuestros jugadores –aunque sí a la hinchada peruana- y mucho que elogiar a los brasileños. Estamos a cinco puntos del repechaje con seis partidos por jugar.

Descripción gráfica. Foto: La República

Descripción gráfica.
Foto: La República

Suele sucedernos que, después de la euforia que genera un triunfo importante, cae una derrota como una baldazo de agua fría. Esta vez el escenario fue el Nacional y el rival fue Brasil, el equipo que mejor viene jugando en las eliminatorias. Y demostró por qué está en el primer lugar. Brasil ha recuperado la memoria. Tite está sacando lo mejor de sus jugadores y se ve un equipo rápido, dinámico, creativo y eficaz. Todo eso fue Brasil ayer por la noche, mientras Perú hacía lo que podía.

La selección empezó bien: presionando arriba y jugando a un toque, combinando bien los de arriba y concentrados los de atrás. En una jugada magnífica por izquierda, Cueva y Carrillo hicieron una pared y el jugador del Benfica estrelló su remate contra el palo. Fue la primera del partido y también la de Perú. Sería la última clara para los nuestros.

Después de esa jugada, Brasil se adueñó del juego y los jugadores nacionales solo atinaron a ocupar bien sus lugares y correr detrás de la pelota. Los cuatro de atrás hicieron un partido impecable. La casi nula experiencia de Loyola pasó desapercibida, al igual que las limitaciones de Corzo: cuando Neymar pasó por su lado, el lateral derecho estuvo siempre sólido. Los centrales, a estas alturas, ya son una garantía. Aquino tenía la difícil tarea de reemplazar a Tapia y lo hizo también con solvencia, cortando jugadas de peligro y repartiendo la pelota con simpleza.

Lo más flojo, esta vez, estuvo en nuestro ataque. Guerrero, como siempre, aguantó todo lo que pudo, pero fue absorbido por los centrales brasileños. Cueva siempre buscó el balón pero estuvo muy impreciso y por momentos también exageradamente goloso. Ese es un aspecto que el jugador del Sao Paulo tiene que mejorar. Andy Polo sigue sin redondear un buen partido con la selección y Carrillo sigue mostrando chispazos del jugador que puede llegar a ser.

En el segundo tiempo, Brasil pisó el acelerador y marcó dos goles. Es cierto que los tantos nacieron de errores de la defensa peruana, pero también pudimos haber recibido un par más. Dentro de todo, y por el trámite del partido, el 0-2 es un resultado benevolente para Perú.

Esta vez no hay nada que reprochar ni a los jugadores ni a Gareca, que simplemente se vieron superados por un rival inmensamente mejor. Quizás sí habría que resondrar al público peruano, quizás el más frío de toda Sudamérica. En estos partidos, en los que partimos con desventaja deportiva, el peso de la localía tiene que sentirse. Los peruanos no cantamos, no gritamos, no apoyamos. Esperamos que el silencio y algún tímido –y patético- “Sí se puede” hagan el trabajo que sólo puede hacer una garganta desgarrada, y así no son las cosas. Si nuestra gente no se hace sentir, da igual que juguemos en Lima o en Belo Horizonte.

El quinto puesto, que ahora ocupa Argentina, está a cinco puntos, con 18 aún por disputar. No solo la matemática nos da esperanzas, sino también el juego y la mentalidad de nuestro equipo, que parece, por fin, generar una ilusión justificada.

Será difícil que vayamos a Rusia, entre otras cosas porque en el camino tendría que quedarse algún monstruo como Argentina o Chile. Pero soñar no cuesta nada. Y confiar en los nuestros, tampoco. Ahora se viene el verano y en marzo vuelve el fútbol. A ver si la próxima vez el Nacional se parece un poco más a un estadio latinoamericano y dejamos de ser los locales más simpáticos del mundo.