corrupción , denuncia , noticias , politica , violencia Martes, 2 agosto 2016

Todo lo que necesitas saber sobre el caso del Escuadrón de la muerte de la Policía Nacional del Perú

Cuando escuchamos de un «escuadrón de la muerte», lo más probable es que visualicemos un grupo de policías o militares que realiza operaciones de forma clandestina. Estas operaciones, supuestamente, tendrían la finalidad de erradicar la inseguridad ciudadana o eliminar de forma ilegal a presuntos asaltantes y delincuentes. Pero en este caso está sucediendo todo lo contrario. 

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¿Escuadrón de la muerte o banda criminal?

La 35 Fiscalía Provincial Penal de Lima, de mano del titular José Ulloa Gavilano, está investigando a 16 oficiales y 80 suboficiales de la Dirección de Inteligencia de la Policía Nacional (Dirin), División de Investigación de Robos, Sub Unidad de Acciones Tácticas (SUAT) y la Dirección contra el Terrorismo (Dircote) por haber presuntamente ejecutado a 27 supuestos delincuentes durante varias operaciones llevadas a cabo entre el 2011 y el 2015

Pero está bien, pues. ¡Qué acaben con la delincuencia!

No, no es así. Cuando te enteres de más detalles entenderás que esto no se trata de algún grupo justiciero clandestino sino de una posible organización criminal.

1. ¿Escuadrón criminal?

La investigación realizada por La República nos abastece de toda la información más importante. Como lo mencionamos líneas arriba, son 16 oficiales y 80 suboficiales de distintas direcciones policiales los que vienen siendo investigados por el presunto asesinato de 27 delincuentes. Estos casos fueron presentados por la Inspectoría General de la Policía ante el Ministerio Público.

«Los investigados son los coroneles Manuel Roncalla Durand, César Iturrizaga Cruzalegui, Carlos Cabrejos Becerra y Ricardo Guillén Balbín. También los comandantes Raúl Prado Ravines, Ernesto Gonzales Gálvez, Marco Jara Urlich, Humberto Santillán Otiniano, Joel Valdivia Montoya y Juan Padilla Alvarado».

En un reportaje emitido el último domingo, Cuarto Poder ofrece más detalles de la investigación realizada y agrega un dato importante: la existencia de un miembro de la policía que asegura haber formado parte de estas actividades ilícitas y viene sirviendo de colaborador eficaz.

¿Por qué sería ilegal matar a un delincuente?

La Inspectoría General de la Policía explica que este grupo o «escuadrón de la muerte» contaba con informantes que servían de dobles agentes. Es decir, estos informantes -que serían miembros policiales- brindaban información falsa a delincuentes comunes para convencerlos de cometer un asalto o un secuestro cuando estas operaciones ya estaban debidamente planeadas para ser intervenidas. Para ponerlo en sencillo: las grandes y exitosas operaciones policiales realizadas en estos años (2011-2015) serían una farsa. ¿El objetivo? hacerse de los fondos de inteligencia. Ricardo Uceda lo deja más claro.

«La gravísima denuncia de un Escuadrón de la Muerte operando en la policía tiene este ángulo especial: los presuntos asesinos emplearon fondos de inteligencia. Con este dinero habrían pagado a informantes que engañaban a delincuentes, llevándolos a una trampa mortal».

Y La República lo describe de forma contundente.

«El procedimiento era al mismo tiempo temerario y truculento. Los informantes engañaban a los presuntos delincuentes haciéndolos creer que participarían en secuestros, asaltos o robos millonarios; en el punto del “golpe” eran sorprendidos y asesinados. Luego se informaba que habían caído por oponer resistencia y varios de los policías asesinos terminaban ascendidos por acciones distinguidas. Las operaciones eran financiadas con fondos de la Dirección General de Inteligencia del Ministerio del Interior (DIGIMIN) y de la Dirección de Inteligencia de la PNP (DIRIN) contando con armas de guerra».

2. Operación Los Norteños: una operación hollywoodense

En la última edición de Cuarto Poder se contó con la presencia del teniente general de la PNP Eleuterio Díaz Pérez, quien ofreció más detalles de la investigación y contó que cuenta con más de 3,000 folios. Los casos, más allá de los 27 asesinatos mencionados, son numerosos y es por ello que lleva tantos años en investigación.

Mencionemos uno para mayor entendimiento.

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Uno de los casos más nombrados, el «secuestro» de Coronel Cieza. Imagen: Captura web Perú 21

La imagen pertenece a una noticia publicada el 5 de diciembre del 2013. Esta nota, titulada «policía frustra secuestro y mata a seis delincuentes en tiroteo», nos cuenta que en un operativo policial se abatieron a seis peligrosos delincuentes que tenían planeado secuestrar al empresario Manuel Jesús Coronel Cieza. 

«En el fuego cruzado, cinco delincuentes resultaron muertos, dos heridos y otros tres fugaron. Sin embargo, un hampón murió cuando era trasladado al Hospital Regional Docente. Entre los fallecidos, se identificó a Juan Manuel Sagástegui Chimbor, Denys Gálvez Núñez (27) y Javier Ruiz Ñiquen (33)».

El hollywoodense rescate del secuestrado fue tan exitoso que no sólo se acabó con casi la totalidad de una banda criminal sino que se pudo evitar que cualquier policía sea herido o asesinado. El éxito de la operación fue tan meritorio que logró el ascenso de grado de Raúl Prado, Humberto Santillán y Marco Jara. Ahora, suena demasiado bueno para ser cierto, ¿verdad? Pues parece que el refrán vuelve a surtir efecto ya que la Operación Los Norteños (como fue bautizada) es una de las investigadas por la Inspectoría.

«La Inspectoría pone en duda lo informado por el comando policial que ejecutó la Operación Los Norteños, el 4 de diciembre del 2013. Por ejemplo, la Inspectoría General de la PNP detectó que no existió el plagio del empresario Jesús Coronel Cieza. El comandante Raúl Prado estuvo en Chiclayo pocos días antes de la Operación Los Norteños y en tres oportunidades sostuvo reuniones con el presunto secuestrado: en la comisaría de Chiclayo, en un restaurante y en el propio domicilio de Jesús Cieza».

¿Entonces todo fue mentira? ¿Jamás hubo secuestro ni nada?

No todo fue mentira porque seis personas perdieron la vida en esta operación. Lo que la Inspectoría informa es que el secuestro no existió ya que el comandante Prado -quien fuera luego promovido- se reunió tres veces con el «secuestrado» días antes del suceso. El comisario de Chiclayo, mayor PNP César Serrano Mendoza, confirmó estas reuniones. ¿Secuestran a un hombre que se reunió hasta tres veces confirmadas con su rescatista? ¿Y encima la operación sale mejor que cualquier episodio de CSI? ¿No es un poco raro todo esto? La cereza del pastel llega con el peritaje balístico.

«De acuerdo con el peritaje balístico, los occisos presentaban impactos de bala de fusiles de largo alcance, con una trayectoria de arriba hacia abajo y viceversa, y de atrás para adelante. Los oficiales PNP Celestino Pérez Delgado y Edgard Arroyo dijeron que llegaron al lugar cuando ya todo estaba consumado».

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Todos los malhechores muertos, ni un sólo policía abatido. El secuestrado se reunió tres veces con su salvador días antes del suceso y para cuando llegaron todo había terminado. Ya, ajá. Foto: Perú 21

3. Las investigaciones deberían (y tendrían) que terminar pronto

Luego del destape comenzaron las declaraciones de varias personas no necesariamente implicadas pero relacionadas. Daniel Urresti, por ejemplo, quien fuera ministro del Interior durante el 2014 y 215, ha declarado que «no niega ni afirma» la existencia de este supuesto escuadrón. Otras dos declaraciones relevantes se llevaron a cabo en Cuarto Poder, cuando Eleuterio Díaz Pérez, inspector general de la PNP y Máximo Ramírez de la Cruz, director de defensa legal de la PNP, fundamentaron sus posiciones respecto a estas denuncias.

Máximo Ramírez, defensor de los policías, en especial del SUAT, negó la existencia de cualquier escuadrón de la muerte y aseguró que «los operativos realizados hasta ese momento fueron llevados a cabo de manera formal». Por su parte, Eleuterio Díaz declaró que «un general estaría presuntamente implicado» y que el caso ya pasó a inspectoría general del Ministerio del Interior.

Respecto a esto, se sabe por La República que la inspectora general del Ministerio del Interior, Susana Silva, ya intervino en el caso y que ya se empezó con la investigación por los asesinatos. Lo que se sabe también es que un equipo especial de civiles, que trabaja en dicha oficina, levantó un acta con relación de los expedientes y las pericias.

«En horas de la mañana de jueves último, un equipo especial conformado por civiles que laboran en la Inspectoría General del Ministerio del Interior incursionó en la sede de la Inspectoría General de la Policía Nacional y levantó un acta con una relación de los expedientes y las pericias, pues es el órgano que ha investigado el caso de los presuntos crímenes extrajudiciales, y derivó los expedientes al Ministerio Público».

El nuevo ministro del Interior, Carlos Basombrío, se comunicó vía telefónica con el dominical y afirmó que en diez días se tendrán resultados de las investigaciones.

“Estoy horrorizado. Esto no se puede tomar a la ligera, estamos ante acusaciones de extrema gravedad. Nunca en la historia de la policía ha ocurrido una denuncia de esta naturaleza, ni siquiera en las peores épocas del terrorismo”.

Si hay algo en lo que coincidimos con el ministro es que jamás, en toda la historia de la Policía Nacional del Perú, se ha escuchado de algún caso similar, al menos no tan sofisticado si es que lo comparamos con el Escuadrón de la muerte en Trujillo (caso Elidio Espinoza). Esperamos los resultados.