Las 3 mejores escenas de Rubén Aguirre (o las que deberían serlo)

Luego de la lamentable noticia de su fallecimiento, queremos recordar a Rubén Aguirre en algunos de sus mejores momentos en su carrera actoral. Habiendo sido el culpable de tantas risas durante tantos años y a través de tantas generaciones, consideramos apropiado volver a repasar tres de las escenas que más carcajadas ocasionaron. Hay más, muchísimas más, pero son tres de las que más recordamos.

Después de usted, profe.

1. Las peleas del profesor Jirafales

El personaje más reconocido de Rubén Aguirre, un profesor de primaria soltero y profundamente enamorado de doña Florinda, no solo se caracterizó por su infaltable habano (que incluso fumaba en clase) y los ramos de rosas que llevaba a su amada, también se le recuerda por no pensar dos veces antes de agarrarse a puño limpio con quien tenga que hacerlo. En una oportunidad, debido a los constantes comentarios inapropiados de don Ramón, el profesor Jirafales tuvo que retarlo a duelo y se pelearon. Casi todos los puñetes de la pelea los recibió Kiko, pero igual es una batalla digna de recordar.

2. Las coplas rancheras

La escena inolvidable del duelo musical entre Rubén Aguirre -quien utiliza su nombre para el personaje- y Roberto Gómez Bolaños tenía que figurar en este listado. Disputándose el amor de María Antonieta de las Nieves, los rancheros deciden dejar las armas y utilizar coplas para decidir quién era digno de sellar su amor con la mujer deseada. Hay que resaltar lo joven que se le ve a Rubén en esta escena filmada en 1973.

3. Escena final entre Marujita y el sargento Refugio

Aquí si nos ponemos mulas (ojo que no es cherry para lamula.pe) y nos entercamos en decir que esta es una de las mejores escenas de Rubén Aguirre. Interpretando al enamoradizo sargento Refugio, éste decide pedirle a su amor platónico, que con cariño llamaba ‘Marujita’, que se case con él. Pese a las objeciones de Maruja (quien se sospecha que trabajaba como prostituta pero nunca se dijo durante toda la serie), el sargento insiste y ella se ve en la obligación de inventar un novio para así hacer que olvide sus intenciones y busque otra mujer. Escena inolvidable de Rubén.

Que en paz descanse, profe.