noticias , Tierra Uno Martes, 24 noviembre 2015

Turquía derribó un caza ruso que volaba en su territorio ¿se frustra la coalición mundial contra el ISIS?

Andrés Paredes

Relaciones Internacionales y otros conteos regresivos
El caza ruso derribado era un Sukhoi 24 (SU-24) con un diseño viejo pero versátil. Los pilotos al parecer han caído en territorio hostil (via http://www.unosantafe.com.ar/)

El caza ruso derribado era un Sukhoi 24 (SU-24) con un diseño viejo pero versátil. Los pilotos al parecer han caído en territorio hostil (via http://www.unosantafe.com.ar/)

3 intereses turcos para derribar un caza ruso

Siria parece una sangrienta mesa de póker para muchas potencias, mundiales y regionales, donde las apuestas acaban de subir. La Fuerza Aérea de Turquía ha derribado un caza SU-24 ruso que atacaba posiciones de rivales al régimen de Bashar Al Assad. Esta es la primera acción hostil abierta entre dos Estados foráneos que intervienen en esta guerra civil. Mientras que el gobierno turco ha declarado que no tolerará intromisiones en su espacio aéreo, Putin señaló que el SU-24 derribado nunca traspasó espacio turco y acusa una “puñalada por la espalda” por parte de Turquía.

Las fuerzas turcas alegan que advirtieron hasta diez veces a los cazas rusos para alejarse de su espacio aéreo, pero un informe enviado por Turquía a la ONU afirma que dos SU-24 (uno de ellos, derribado) entraron al cielo turco por solo 17 segundos, lo que no da mucho margen creíble a esas advertencias. ¿Por qué escalar las cosas hasta este punto por parte de los turcos? El gatillo fácil de Turquía con los rusos obedece tanto a una  amarga rivalidad de siglos, a sus intereses contrapuestos en Siria y, posiblemente, a una consecuencia inesperada de los recientes atentados en París.

Nada nueva la rivalidad ruso-turca. Cuando los EEUU no era ni colonia inglesa ya llevaban siglos de guerras (via ww1live.wordpress.com)

Nada nueva la rivalidad ruso-turca. Cuando los EEUU no eran ni colonia inglesa, ellos ya llevaban siglos de guerras (vía ww1live.wordpress.com)

1. Enemistades de medio milenio

Entre las rivalidades de las potencias involucradas en el conflicto sirio, la de Turquía y Rusia es la más antigua y encarnizada. Mientras en el Perú se consolidaba la conquista española del Imperio Inca en el siglo XVI, fuerzas de Moscú y el Imperio Otomano (predecesor inmediato de Turquía) se enfrentaban por el dominio de la actual Ucrania. A lo largo de los siglos, el resultado de los conflictos favoreció paulatinamente a los rusos. Después de la Primera Guerra Mundial, el Imperio Otomano se desintegró y perdió muchas de sus posesiones, una de las cuales se transformó en la actual Siria.

Cuando se formó la URSS, Turquía se sumó como aliado de los EEUU y la OTAN para evitar ser engullida o intervenida en algún momento por su poderoso vecino. Los EEUU instalaron misiles nucleares un Turquía apuntando a la URSS y la respuesta soviética fue hacer lo mismo en Cuba, lo que ocasionó la crisis de los misiles en 1962, donde el mundo estuvo más cerca que nunca de una guerra nuclear.

A finales del siglo XX, con la desintegración del imperio soviético, nuevos países como Georgia, Azerbaiyán y Armenia surgieron entre Rusia y Turquía desapareciendo la frontera terrestre entre ambos países, pero no la rivalidad: Siria, antiguo dominio turco, era un fiel aliado de Rusia. Cuando explotó el conflicto civil en Siria contra el régimen de Bashar Al-Assad (cercano a Rusia), el gobierno turco comenzó a hacer todo lo posible para que las fuerzas oficiales cayeran rápidamente ante la insurgencia rebelde. Pero las cosas no salieron como esperaban.

Al Assad, un dictador brutal y Putin, autócrata astuto y de temer ¿serán los males menores de Siria?  (via http://www.miradasalsur.com.ar/

Al Assad, un dictador brutal y Putin, autócrata astuto y de temer ¿serán los males menores de Siria? (via http://www.miradasalsur.com.ar/

2. Intereses turcos en Siria: un macabro “Royal Rumble” geopolítico

El actual conflicto en Siria se prolongó más de lo que todos calculaban y se convirtió en una compleja guerra civil que ya ha cobrado 300 mil vidas, donde más actores involucrados buscan alguna ganancia geopolítica, entre ellos EEUU, Irán, Arabia Saudí, la recientemente atacada Francia y, por supuesto, la vecina Turquía y la aliada del régimen sirio, Rusia.

Turquía interviene apoyando a las fuerzas contrarias a Al-Assad, pero a la vez lo hace cuidando que los kurdos, el histórico pueblo sin estado que existe entre Irak, Siria y Turquía, no lleguen a consolidar su poder en la zona. Los kurdos tienen una región con gran autonomía en el norte de Irak, y sus fuerzas han sido las más efectivas en el combate terrestre contra las del Daesh, el Estado Islámico. Pero resulta a la vez que el Daesh, enemigo de todos en la región, es la fuerza que más ha debilitado al enemigo de Turquía, Al Assad.  Sin el Daesh, Bashar Al Assad tiene más margen de maniobra para atacar otros grupos apoyados por Turquía.

¿Cómo resolvió este dilema el presidente turco Erdogan? Con el pretexto de atacar al Daesh, Turquía ha estado desde julio de 2015 atacando a fuerzas kurdas de manera directa, porque no es en absoluto de su interés que los kurdos se consoliden en medio del derrumbe de Siria.

Con su aliado Al Assad contra las cuerdas, Rusia decidió intervenir directamente para no perder su influencia en Siria: además allí se encuentra Tartus, la única base militar rusa en el Mediterráneo. Otra vez con el pretexto de atacar al Daesh, las fuerzas rusas también atacaron a los rebeldes apoyados por Turquía y armados también por los EEUU. Vladimir Putin llamó a una coalición mundial contra el Daesh, lo que fue desestimado por Barack Obama señalando que Rusia atacaba también a los “rebeldes moderados”, aunque ningún bando tiene nada de “moderado” en esta guerra: entre los rebeldes se cuentan otros grupos islamistas sanguinarios y a la vez las fuerzas de Al Assad son responsables de la mayor cantidad de víctimas.

El portaaviones De Gaulle asomándose en Siria. El objetivo de Francia era que todos dejaran sus diferencias para luchar contra el Daesh. A Turquía quizá no le gustó mucho (via observerleader.com)

El portaaviones De Gaulle asomándose en Siria. El objetivo de Francia era que todos dejaran sus diferencias para luchar contra el Daesh. A Turquía eso quizá no le gustó mucho (via observerleader.com)

3. ¿Se frustra coalición contra Daesh tras los atentados en París?

Con la capital francesa paralizada por atentados reivindicados por Daesh, el llamado a una coalición mundial contra este común enemigo pasó de la mal vista Rusia a la víctima más mediática y reciente, Francia. El presidente francés Hollande ordenó atacar Raqa, la capital del “califato” con todas sus fuerzas disponibles, incluido el portaviones Charles De Gaulle cuya dotación aérea entró en acción recientemente, y comenzó a coordinar inmediatamente con Rusia las operaciones contra Daesh.

La posición de una negativa de los EEUU a sumarse a la coalición convocada por Francia comenzaba a tener un problema de imagen mundial. Y Turquía veía con poca alegría que hasta China se sumara a los esfuerzos conjuntos contra el Estado Islámico que mantiene debilitado a los sirios del régimen prorruso de Al Assad. Derribar un caza ruso en su calidad de miembro de la OTAN complica abiertamente estos esfuerzos. Es posible que esos 17 segundos de los SU-24 en espacio aéreo turco sean un respiro que necesitaba darle Turquía a los enemigos de Al Assad, entre los que lamentablemente se ve beneficiado Daesh.

Andrés Paredes

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