«Sendero Luminoso sigue entre nosotros», sobre la violencia de Phillip Butters en la radio

Violencia nivel: Phillip Butters. Imagen: El Popular

Uno

Hoy, por cortesía de la radio del taxista que me llevaba, escuché la entrevista que Phillip Butters le hacía al general Edwin Donayre en Radio Capital, a propósito de la candidatura del segundo al Congreso. No suelo escucharlo diario porque, lo siento, pero Butters me hace perder la fe en la humanidad. Y con lo que escuché hoy me reafirmo en ello.

Donayre se quejaba del escándalo que, hace unos años, produjeron sus palabras sobre los chilenos que cruzaran la frontera sin permiso. En un video tomado en una reunión privada, este afirmaba que los chilenos «saldrían en bolsas». Su defensa en el programa de hoy era decir que lo habían sacado de contexto y todo eso. Pero Butters ni siquiera se molestó en ayudarlo a sostener que había sido una mala interpretación sino que afirmó, literalmente, que el general había estado muy suavecito, que lo que correspondía era disolver a los chilenos que cruzaran sin permiso era «disolverlos en ácido nítrico y desaparecerlos». Aquí tienen el audio para que corroboren lo dicho.

 Dos

Hace unos días, el Minjus dio la normativa para crear un registro único de las víctimas de las esterilizaciones forzadas durante los años noventa. Este ha sido un gran paso del gobierno a través del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos para resarcir en algo a las compatriotas que fueron tratadas como subhumanas por el gobierno de Fujimori. El tema volvió a ser tocado en diversos medios. Las reacciones fueron predecibles.

Los comentarios son, en su mayoría, lamentables. Los más suaves dicen que estuvo mal esterilizar a la fuerza, pero se tenía que hacer algo para combatir la pobreza. Otros, simplifican terriblemente el tema asumiendo que la única y eficaz forma de combatir la pobreza es quitando a los seres humanos la capacidad de decidir. Me recuerdan un poco a Susanita, la amiguita de Mafalda, que sostenía que a los pobres habría que esconderlos para no dar mala imagen. Pero ella se limitaba a la propuesta de esconderlos, no esterilizarlos como animales.

Un ejemplo significativo de estos comentarios. Aquí el link del tuit:

Screenshot de El Panfleto 

Coda

Cada vez que dicen que Sendero resurge y mencionan a Movadef o a los remanentes senderistas en la selva tengo la impresión de que estamos todos mirando al sitio equivocado. No porque los integrantes de Movadef sean absolutamente inofensivos o los remanentes no cometan crímenes, que lo hacen, sino porque lo que hizo que Sendero exista y siga existiendo es esa tradición autoritaria y vertical que se ha convertido en característica peruana desde antaño.

Me alucina mucho el repudio mezclado con indignación que se ejerce contra Sendero y el Movadef, porque suele venir de mucha gente que opina como Phillip Butters. Me alucina porque básicamente son la misma cosa. Sendero pasaba por el machete a los campesinos o ahogaba a sus hijitos recién nacidos y todo en nombre de su lucha popular. Esclavizaba sexualmente a las mujeres y las hacían abortar cuando se embarazaban producto de las violaciones.

La semana pasada se permitió la entrada del Movadef al Congreso y sus miembros acusaron persecución política. Imagen: Peru21

Tómense un tiempo y lean la página 291 de este tomo del Informe Final de la CVR:

“[..]el líder senderista [..] Abusaba de otras chicas, las embarazaba y hacía abortar. Hacía esas cosas como si fuera normal. Cuando una no quería, él hacía a la fuerza incluso pegando. A veces se emborrachaba y recordaba los problemas o los momentos en los que una no ha hecho caso o ha desobedecido, mandaba llamar, rastrillaba el arma y te amenazaba. Era una persona que parecía enferma. Vivíamos traumadas. Teníamos que obedecer. No nos quedaba otra cosa» 

¿Quieren saber que hubiera pasado si Sendero triunfaba? Busquen información sobre el genocidio en Camboya.

Me da terror la capacidad de la gente para afirmar que se puede esterilizar a una persona contra su voluntad en nombre del progreso y la lucha contra la pobreza. Es decir, proponen detener las condiciones de desigualdad ejerciendo una brutal desigualdad. Lo que importa, entonces, no es acabar con la desigualdad sino con las personas que nos estorban en el camino a ella.

Butters dice en el dial, con todo el desparpajo del mundo, que a otro ser humano se le puede desaparecer sin más ni más por ser chileno y enemigo de la patria. Lo dicen en nombre de ideales, más que ideales, axiomas, supuestos indiscutibles. Estas personas ejercen el mismo desprecio por cualquier tipo de vida que les sea incómoda. Si bien dudo que Butters mismo sea capaz de cometer uno de estos crímenes con sus propias manos, popularizar esta forma de pensar es lo que ayuda a la existencia de terrorismos como el de Sendero. El pensamiento facho campea en las emisoras nacionales y no pasa nada.

La semana pasada el Ejército chileno realizó un ejercicio militar con más de 5000 efectivos en la frontera con Perú y Bolivia. Imagen: Referencial/Facebook Página Oficial del Ejército de Chile

Someter a seres humanos contra su voluntad o asesinarlos en nombre de las grandes soluciones o los grandes ideales tienen nombres bien específicos: fascismo y totalitarismo.  Y ambos son la esencia de, ni más ni menos, que el terrorismo. Sendero sigue entre nosotros.