En Cinta Domingo, 22 marzo 2015

10 películas de temática gay, mientras esperamos la #UnionCivilYA

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Escribe: Omar Cáceres

A propósito de la coyuntura y debate que ha desatado el proyecto de la Unión Civil entre parejas del mismo sexo, rechazado por el Congreso, he seleccionado 10 películas de temática gay. Y a la espera de que pronto dejen de ser encasilladas bajo esa etiqueta: estas películas nos cuentan historias universales de amor y desamor, de miedos, fantasías y aspiraciones, más allá de la orientación sexual de sus protagonistas. Sí, faltan muchos títulos más: a ver si nos ayudan a recordar películas en los comentarios.

«Fucking Åmål» (1998) de Lukas Moodysson

Conocida en español como «Conociendo al Amor», esta sencilla historia sueca realizada con bajo presupuesto y actores poco conocidos, nos muestra una realidad adolescente universal, aquella del descubrimiento de la sexualidad, de los primeros romances, de los enamoramientos platónicos. Sí, aquella etapa de la vida en las que explorar la identidad no suele ser tan grato. La naturalidad de la historia logra que uno aprecie y comprenda mejor el dilema de una joven lesbiana. Se alzó con el premio Teddy del Festival de Berlín, por cierto.

«Happy Together» (Chun gwong cha sit, 1997) de Wong Kar Wai

Basada en el relato «The Buenos Aires Affair» del argentino Manuel Puig, tomando prestado su título de la conocida canción de The Turtles, el aclamado director chino nos regala una historia sobre el amor en general, sin importar que sus integrantes sean homosexuales o no (hay uno que ambiguamente no lo es). Los problemas en el amor no discriminan en lo absoluto y suelen ser complejos en todo sentido. Estamos frente a una historia de soledades y desarraigo. El amor humano puede ser fuente de felicidad por un espacio de tiempo limitado y reducido, pero nunca está garantizado que sea para siempre. Dicho sea de paso, por esta película el director ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes como Mejor Director.

«C.R.A.Z.Y.» (2005) de Jean-Marc Vallée

Este realizador canadiense se hizo conocido comercialmente con la Oscarizada «Dallas Buyers Club» (la cual también por cierto aborda la temática LGTB), pero casi una década antes había dirigido esta joyita en su país de origen. Esta es una historia que transcurre a lo largo de veinte años, concentrada en la relación de un padre católico y conservador con sus hijos, sobre todo con uno al que desde pequeño consideraba su favorito, hasta que todo cambia al enterarse que es homosexual, algo que chocará con su homofobia. Mención aparte: la banda sonora es espectacular. Se coronó como la mejor película canadiense del año en el Festival de Toronto.

«Pride» (2014) de Matthew Warchus

Basado en un hecho real ocurrido en la Inglaterra de los 80s, esta película nos muestra la fuerza de voluntad de un grupo de jóvenes homosexuales que decidieron apoyar la huelga de un grupo de mineros (la mayoría de ellos machistas y homofóbicos) con la finalidad de demostrar que ambos grupos estaban siendo marginados por las autoridades. La amargura y la esperanza conviven de forma constante en la película, pero el mensaje de unidad e igualdad permanece vivo incluso tras cada pequeña o gran derrota. No hay grandes triunfos, pero hay supervivencia gracias a la unidad. Desde su paso por el último Festival de Cannes, no deja de acumular buenos comentarios.

«Love is Strange» (2014) de Ira Sachs

Las actuaciones de John Lithgow y Alfred Molina fueron de las más aclamadas del año pasado, en esta película sobre los avatares del amor en una pareja homosexual adulta. El contexto social es la legalización del matrimonio homosexual en New York, lo cual no necesariamente significa buenas noticias para la pareja protagonista, debido a hechos poco agradables que mermarán en su relación de casi 40 años. Emotiva y sencilla, es una historia que conmueve, ya que a pesar de que su unión ya es legal, deberán enfrentarse a los prejuicios que aún quedan en la sociedad. Por cierto, del mismo director también hay que ver «Keep the Lights On».

«Hedwig and the Angry Inch» (2001) de John Cameron Mitchell

El mejor musical que nos ha regalado el presente siglo en pantalla gigante (hasta el momento, claro), con un John Cameron Mitchell que adapta el musical de Broadway original, dirige y protagoniza una obra de culto sobre una cantante transexual de punk-rock y su historia de desamor, enmarcada en una operación de cambio de sexo fallida (a la cual hace referencia el título) y la caída del Muro de Berlín. Su momento cumbre llega con la canción adjuntada sobre este párrafo, una que habla sobre la naturaleza del amor a través de una fábula de seres divididos en dos por dioses malvados, sobre almas que nunca dejarán de buscarse para sentirse completos. Eso es el amor pues.

«En kort en lang» (2001) de Hella Joof

Comedia romántica danesa, en la que se nos muestra a una pareja homosexual a días de casarse, hasta que uno de los dos saca los pies del plato. ¿Con quién? Pues con la esposa del hermano de uno de ellos. Sí, todo un enredo. Estamos ante una propuesta divertida, natural y enternecedora, en la que el dilema central no es el de un hombre que de pronto se da cuenta que no es gay, sino que la complicación recae en que ama tanto al hombre con el que está a punto de casarse como a la mujer a la cual empieza a seducir.

«Weekend» (2011) de Andrew Haigh

Existe cierto prejuicio en torno a la promiscuidad en el mundo homosexual, cuando esta existe sin importar la orientación sexual. Más bien, Andrew Haigh retrata un encuentro sexual casual entre dos homosexuales y lo explica en base a soledades, a la necesidad de esconderse, a la imposibilidad de mantener relaciones por culpa de una sociedad que los rechaza. Al final los homosexuales tienen la misma necesidad de sentirse amados y acompañados que todos, y la película lo representa de la manera más realista y casual posible, a través de diálogos que exponen miedos y aspiraciones de dos personajes que comienzan a enamorarse.

«Contracorriente» (2009) de Javier Fuentes-León

Lo bacán de ver una película es cuando una historia no se basa en puro estereotipo y nos muestra a las personas tal y como son. Tal y como uno puede reconocerlas en la calle, en un bar o en una playa. Así se muestra esta cinta nacional, en la que una relación prohibida entre un pescador y su amante irrumpe la férrea devoción religiosa del pueblo en donde viven, además de entrometerse en un matrimonio consolidado. Extraño triángulo amoroso, en donde el amor lucha contra el miedo y la crítica social, además de una dimensión paranormal que le añade a una particular historia de fantasmas.

«Outrage» (2009) de Kirby Dick

Dejo para el final este documental que se asemeja, en cierto modo, a lo que ocurre actualmente en nuestro país. Nos muestra la hipocresía de algunos políticos norteamericanos que, siendo gays sin reconocerlo, realizan una nefasta campaña para denigrar a personas de su misma orientación sexual, con tal de ganar votos de los conservadores para su siguiente campaña. Es decir, la doble moral de la política con la finalidad de seguir acartonados en el poder. Al verla quizá la asemejes con la realidad de nuestro Congreso, que chorrea doble moral en todas sus curules.

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