internacionales , noticias , sociedad Domingo, 15 febrero 2015

14 años después de las despenalización de las drogas, estas son las pruebas de que Portugal no es un país de adictos

Hace 14 años, en el 2001, Portugal optó por la despenalización de las drogas.

Esta política no significaba que todos los portugueses podían llevar cualquier droga por donde querían o que puedan usarlas y venderlas sin que nada les pase. No, eso no. Todo lo que hemos mencionado sigue siendo ilegal, no se trató de una legalización. Las que cambiaron fueron las consecuencias de poseer y usar drogas. Este informe de Mic cuenta sobre este caso:

Si alguien se encuentra en posesión de menos de un suministro de 10 días de cualquier droga, desde la marihuana hasta la heroína, él o ella es enviada a una Comisión para la disuasión de la Drogadicción. La comisión recomienda un tratamiento o una multa menor; de lo contrario, la persona se va expulsado sin penalización alguna. Una gran mayoría de veces no hay penalidad.

Es decir, se han preocupado por ver a la adicción como un problema distinto, no como un crimen ante la sociedad. ¿Cuáles han sido los resultados de este cambio? Las cifras y los estudios revelan que Portugal no se ha convertido en un país de drogadictos. De hecho, lo que ha ocurrido es que está siendo mucho mejor que antes.

Foto: www.goettlichefotos.de

Portugal no se convirtió en lo que todos pensaron. Foto: www.goettlichefotos.de

 

¿Cómo era Portugal antes del 2001?

Este informe del periodista Zeeshan Aleem en Mic recuerda cómo la nueva libertad de Portugal después de la Revolución de los Claveles, en 1974, que provocó la caída de la dictadura que había aislado a este país, consiguió que muchas cosas cambien en esta parte de Europa. La nueva actitud de experimentar con sus vidas se vio reflejada en la política y la economía, pero también en las drogas duras.

El consumo de drogas se convirtió en parte de la cultura de la liberación, y el uso de narcóticos duros se hizo popular. Finalmente, se fue de las manos, y el consumo de drogas se convirtió en una crisis.

Al principio, el gobierno respondió a ella como Estados Unidos: con un contragolpe cultural conservador (…). A lo largo de la década de 1980, Portugal intentó este enfoque, pero fue en vano: para 1999, casi el 1% de la población era adicto a la heroína, y las muertes por SIDA relacionadas con las drogas en el país fueron las más altas de la Unión Europea, según el New Yorker .

Sin embargo, en el 2001, llegó la solución a todo este desmadre: Portugal decidió despenalizar la posesión y el uso de drogas. Los resultados han sido bastante buenos, todo lo contrario de lo que se esperó.

 

Definitivamente no es un país de drogadictos

Repetimos: los datos demuestran que Portugal no está de ninguna manera en una crisis de drogas. Así lo demuestran las tasas de uso de cualquier clase de droga y la salud de los portugueses.

De acuerdo con este estudio de Transform -que cita el informe de Mic-, el consumo de drogas ha disminuido entre las personas entre los 15 y 24 años de edad de la población, es decir, las que tienen mayor riesgo de iniciarse y caer en una adicción. Además, solo miren este cuadro, que muestra un claro descenso del porcentaje de la población que alguna vez ha usado drogas y ha continuado haciéndolo:

Tasas de continuación del uso de drogas entre todos los adultos.

Tasas de continuación del uso de drogas entre todos los adultos. Foto: Mic.com

Las muertes por la drogas también han disminuido en gran medida y abruptamente. Solo sigan la línea:

Muertes inducidas por las drogas.

Muertes inducidas por las drogas. Foto: Mic.com

Las tasas de infección de VIH entre los consumidores de drogas inyectables son otras estadísticas interesantes: hay una clara reducción. Incluso, pueden comparar cómo es la situación con otros países europeos, que aún presentan altas tasas. Este cuadro está hecho a partir de un informe del Observatorio Europeo de las Drogas y Políticas de Drogadicción publicado en 2014:

Foto: Mic.com

Foto: Mic.com

Por último, menciona Aleem, un estudio del Brithish Journal of Criminology, publicado en 2010, encontró que después de la despenalización, disminuyeron las personas en prisión por casos relacionados con drogas. Lo que aumentó fueron las visitas a las clínicas que tratan adicciones y enfermedades relacionadas.

Actualmente, lo que puede preocupar es la situación financiera de Portugal y que, por esto, existan riesgos de que el país ceda de sus buenos servicios de salud, vitales para mantener la comunidad de adictos los más saludables posibles, sin criminalizar su adicción.

En conclusión, puede no ser la cura para todos los adictos, pero tampoco es un desastre ni una nación llena de drogadictos.