periodismo , politica , sociedad Jueves, 2 julio 2009

Carlos Iván Degregori y la guerra fría imaginaria de Alan

complot

Después de un tiempo, CID regresa al debate público. Primero, una entrevista para SER sobre Bagua y, ahora, un artículo sobre la guerra fría imaginaria que Alan planteó en Expreso y cómo encaja lo de Honduras en ella. Unos párrafos de Ideele:

La división sistema / antisistema es el eje central de una política de polarización buscada explícitamente desde el Ejecutivo, el Congreso y ciertos medios. Así, de un tiempo a esta parte ha renacido con fuerza la idea de “trazar líneas” entre “dos modelos enfrentados… el que hemos elegido los peruanos y el de Chávez, Morales” (Simon 27.6.09). La dicotomía es engañosa porque olvida dolosamente a países y personajes tan importantes como Lula, Bachelet, Tabaré Vásquez, ninguno tan genuflexo como el peruano ante la inversión transnacional, pero hasta hace poco definidos como una izquierda inteligente. De esa división en el continente se deriva otra interna, entre “los peruanos de buena voluntad y los que no lo son” (Pablo Bustamante, La Hora N, 26.6.09). (…)

Un día después de publicar su artículo, al señor presidente debe haberle sabido a chicharrón de cebo que su canciller tenga que “condenar enérgicamente” el golpe de estado contra Manuel Zelaya presidente de Honduras alineado con Chávez, Morales y Ortega. Pero también se han pronunciado a favor de Zelaya la ONU; la OEA, la Unión Europea y los Estados Unidos. Como para enseñarle que la realidad internacional es mucho más compleja y no está para ponerse a jugar al complot ni para “trazar líneas” mucho más porosas de lo que quisiera.

Más aún, la torpeza del golpe de Estado en Honduras está convirtiendo a un presidente bastante anodino en protagonista continental. Moraleja: la arrogancia y la desesperación pueden resultar contraproducentes y acabar fortaleciendo con frecuencia a los que llaman “antisistema”.

Ante esta situación, García puede aprender de Obama y tratar de desarrollar una política pragmática, bajando el tono ideológico, dejando de imaginar ejes del mal y de poner en primer plano a “los comunistas”, que es casi como hablarnos de Atahualpa el ecuatoriano contra Huáscar el peruano, cuando ambos países ni siquiera existían. Difícil que aprenda si se lee el artículo del 29 de junio y se cae en el delirium tremens de creer que, como en 1824, Perú sigue siendo epicentro geopolìtico donde la suerte del continente se decide.

Léanlo completo, pe.

ilustración: andrés edery