anuncios , cholósfera Sábado, 19 mayo 2007

La guerra de los blogs

allcaps.jpgHa terminado, por mi lado. Estas peleas estilo quién-la-tiene-más- grande-en-Internet no valen la pena. Fueron divertidas en el 98, cuando webeaba en la PUCP y la lista de cómics de la RCP se convirtió en el campo de batalla de la retórica y teatro de enfrentamientos ¿cómo llamarlos? patológicos. Ahora tengo menos tiempo y otras prioridades.

Me he adherido al blog Basta, Faverón, con el ánimo de cerrar lo que inició el crítico cultural Gustavo Faverón. A partir de ahora, cualquier mención que de mí haga este señor -o alguien enviado por él- será respondida únicamente con un link. ¿Para qué más? Como dirían mis coleguitas, «ustedes sacarán sus propias conclusiones».

Antes de cerrar el tema, quiero disculparme con mis lectores por importunarlos con esta guerra alrededor del ombligo de la cholósfera. Y también quiero disculparme con Faverón y sus amigos, si es que utilicé sus propios métodos -o los de sus contrincantes- para responderles. Como diría la CVR, en «ciertos lugares y momentos» no jugué limpio. Me dejé llevar a la cancha de Faverón. Me faveronicé. Espero que sepan entender que lo hice en mi afán de defensa -y en mi desconcierto- ante ataques constantes e injustificados. Les aseguro que no volverá a pasar.