Por Castañeda NO
Uno de los elementos imprescindibles de toda democracia es el debate. Por debate no me refiero al habitual duelo televisado de pullas electorales, sino al intercambio público de argumentos que enriquece y fortalece a la opinión pública.
Un político que no debate -que no le explica a los ciudadanos por qué apoyarlo y suscribir sus ideas- es un político al que no le interesa la gente, al que no le interesas tú.
¿Ven a esos señores de la foto? Todos postulan a la Alcaldía de Lima Metropolitana. Ninguno me gusta. No votaría por ninguno.
Pero alguien que me gusta menos: el que NO sale en la foto.
La imagen corresponde a la suscripción de un pacto ético de no agresión, auspiciado por el JNE. Fueron todos los candidatos. Todos menos el actual alcalde de Lima, el reelectorero Luis Castañeda Lossio: un señor que no hace campaña, que no expone sus planes y que en los últimos meses se ha dedicado a recorrer el mundo marketeando el «éxito» de su gobierno municipal.
¿Para qué dirigirse a los ciudadanos, si su intención de voto ronda el abrumador 65%? ¿Para qué hacer campaña, si los carteles de la Municipalidad que gritan «Obra Cumplida» -así sea el parchado de una pista- pululan por toda la ciudad?
Hay muchos factores que explican el marasmo de esta campaña municipal. Sin embargo, esa inercia no exime a Castañeda de rendir cuentas de esta gestión y ofrecer su plan de gobierno para la próxima. Eso lo sabe el alcalde, pero no le importa.
Castañeda va a ganar, de eso no hay duda. Así que puede, perfectamente, ganar sin mi voto.
Y piénsalo un poco: también puede ganar sin el tuyo. Total, Castañeda ha demostrado que no le interesas.
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