La caida de Benedicto
Después de catorce años, hoy Benedicto Jiménez entregó a la Fiscalía los audios de Abimael Guzmán con los que –según su propia confesión– chantajeaba a Ketín Vidal.
A estas alturas del escándalo, todo Lima se pregunta ¿por qué demonios el Apra insiste en mantener a este loquito como candidato al sillón municipal metropolitano?
Después de seguir al buen Benedicto unos cuantos días, creo que lo sé:
Para quemarlo.
Sí, sí, primicia chocherita. Qué novedad. ¿Pero cuál es la estrategia? ¿Cuál es el cálculo que está haciendo el Partido del Pueblo? Simple: las municipalidades distritales. Así lo dio a entender Mauricio Mulder, el martes, en una cena pro-fondos (cuyo plato de fondo fue el Reggaetón del Sheriff).
Ese día dijo que había sido un error no presentar un candidato a la municipalidad metropolitana en las elecciones del 2002. Que no debieron calcular que Andrade era invencible. Que Castañeda (o sea, Unidad Nacional) finalmente consiguió varios municipios (más que el Apra, se entiende).
No sé ustedes, pero mi olfato de no tan viejo periodista me dice que el Apra no quiere a Benedicto como Sheriff, sino como caballo.
El problema está en que la carreta que debe jalar el noble coronel no sólo carga a 42 candidatos distritales sino que ahora incluye unos pesados audios que pueden estropearlo todo. Quizás es momento de que los compañeros jinetes suelten las riendas del candidato-caballo y lo dejen trotar libre por la pradera, hacia el glorioso ocaso que sus méritos antiterroristas le ganaron.
Hiyo, Benny, away!
Vídeo: Benedicto Jiménez: de policía histórico a candidato folclórico (13/09/06)
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