noticias Miércoles, 21 enero 2015

Esta obra de Odebrecht podría empeorar el tráfico y no mejorarlo. Mira quiénes son los responsables

Todos los proyectos y los peajes. Foto: Munilima

Todos los proyectos y los peajes. Foto: Munilima

A mediados del año pasado se aprobó el proyecto de intercambio vial en la avenida Benavides que supuestamente, ayudaría a aliviar la congestión vehicular de los vecinos de Surco. Esta obra está a cargo de la concesionaria Rutas de Lima, de Odebrecht. Sin embargo, la asociación Cruzada Vial ha encontrado vaaarios problemas con este proyecto que, lejos de eliminar el tráfico, lo incrementaría. ¿Quién aprobó un proyecto con tantos errores como este y por que? Vayamos despacito para que entiendas todo el problema.

Empezaron los problemas

Hace mucho tiempo, en mayo de 2012, Susana Villarán anunció que se había aprobado por unanimidad el proyecto «Vías Nuevas», presentado por Odebrecht. El proyecto, según dijo Villarán iba a tener un impacto en 18 distritos, incluidas la Panamericana Norte y Sur. La concesión sería de 30 años y estaría a cargo de Rutas de Lima. Odebrecht recuperaría la inversión de 590 millones de dólares con el cobro de los peajes. En el contrato de concesión se establece cuatro proyectos obligatorios: Intercambio Vial a Desnivel (IVD) El Derby, IVD Vivanco + Buganvillas, IVD Benavides, e IVD Alipio Ponce.

Al año siguiente, en el 2013 empezaron las obras en diferentes partes de la ciudad. Hubo algunas quejas por el alza del cobro del peaje, pero las obras continuaron. En setiembre del año pasado y como parte de todo el paquete, la Gerencia de Promoción de la Inversión Privada (GPIP)  dio luz verde para todo y el intercambio vial de Benavides se puso en marcha. Allí nada más aparecieron los problemas.

Uno de los primeros en oponerse fue el Colegio de la Inmaculada. Se preguntarán qué tiene que ver un colegio en todo esto, pues según el análisis que ellos hicieron, este proyecto los perjudicaba, iba en contra de la vida y de la salud. Además, no contemplaba el «tránsito seguro de peatones, bicicletas y vehículos motorizados», tampoco tomaba en cuenta el  «flujo de vehículos de 24 metros de longitud que actualmente pasan por el área de influencia. Solo se ha considerado vehículos hasta 13 metros.»

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Los vecinos de Surco también se quejaron y argumentaron que nadie les había consultado y que la solución que proponía este intercambio vial iba a trasladar todo el tráfico a una sola avenida, impidiendo que los vecinos puedan salir de la urbanización.

Después de estas quejas, los amigos de Cruzada Vial le encargaron al ingeniero David Fairlie que haga un análisis del proyecto de Odebrecht y esto fue lo que encontró:

Los problemas

David Fairlie hizo un informe en el que señala punto por punto todos los errores de este proyecto.  Lo primero que señala es que  la construcción del puente no ayudaría a descongestionar la avenida porque si bien el tunel tiene dos carriles, la vía que conduce hacia él es de un solo sentido. Además, no es una vía exclusiva para los que quieren entrar al tunel sino que todos los carros que quieran pueden entrar y desviarse en la entrada hacia la Panamericana Sur. Ya se imaginaran el caos entre los que tienen diferentes destinos.

Plano del intercambio vial en Benavides con anotaciones de David Fairlie

Plano del intercambio vial en Benavides con anotaciones de David Fairlie

Otro problema que tal vez sea el que llame más la atención es que de acuerdo al propio estudio de los ingenieros que hicieron el proyecto, se dice que en los próximos 10 años la congestión vehicular en esa zona llegará a niveles insoportables.

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Como pueden ver en el cuadro, la misma gente de Odebrecht acepta que en el 2024, o sea, dentro de 10 años, la demora propuesta será de nivel E, y en 20 años, de nivel F. ¿Qué quiere decir esto? Que por más que haya tunel nuevo, dentro de 10 años, habría que encontrar una nueva solución porque el tráfico sería in-so-por-ta-ble.

Un nivel de servicio E o F es injustificable. Se exige que el nivel de servicio sea como mínimo una D después de los 20 años… no E o F después de 10 años. El estándar mínimo es de 25 0 30 años.

Además, Fairlie detectó algo peligroso:

Los errores que se han cometido al hacer el análisis convenientemente hacen que el proyecto muestre resultados mejores de lo que realmente tendrá

Otro problema es el monto de inversión previsto en 60 millones de dólares. De acuerdo a David Fairlie, se podría llegar a una solución mucho más rápida, que no implique la construcción de un monumento y que sobre todo cueste menos, digamos unos 3 a 4 millones de dólares.

 Semáforos inteligentes: la solución más económica

Foto: El Comercio

Foto: El Comercio

El intercambio de diamante divergente. Según Fairlie, esta es solo una de las posibles soluciones que se podría aplicar para este problema. Se trata de un diseño hecho para aliviar la congestión de los giros a la izquierda y donde la opción de ampliar el puente o túnel no existe. De acuerdo a sus 10 años de experiencia en Estados Unidos, esta solución ha resultado más que útil. Los costos han ido de 4 a 10 millones de dólares cuando ha sido un diseño más complicado que ha involucrado mover algunas calles.

Una solución más económica sería poner semáforos modernos, dice David Fairlie quien cuenta que hace un tiempo hizo un análisis preliminar y determinó que con un par de semáforos inteligentes bastaría para aliviar el tráfico en gran medida de la misma zona donde se quiere instalar el túnel. «Con eso se podía llegar a un nivel de servicio B, con los volúmenes de ahora.» Lo que se están imaginando es verdad. Según nos dice Fairlie, los pocos semáforos inteligentes que existen en Perú no funcionan como deberían. A lo mucho tienen una cámara y detrás una persona que toma las decisiones.

La mayoría, el 80% no están conectados a nada, programados para seguir un mismo patrón, a veces tres o cuatro fases. Tiempos pre programados.

Los semáforos inteligentes son aquellos que cuentan con detección vehicular. Si ve que hay un carro en la vía, cambia de color y le da paso. «Va viendo dónde hay carros esperando y gerencia el tiempo de acuerdo a los  vehículos.» Si no ningún carro esperando entonces se salta a la siguiente fase hasta que otro carro aparezca. El costo de uno de estos semáforos es de máximo 200 mil dólares, incluida la instalación.

«No es nada complicado, no necesitas ser muy logrado académicamente para hacer esto, o en todo caso,  se trae algún asesor extranjero»

Si bien este estudio ya fue aprobado, no sabemos qué posibilidades existen de que la gestión de Castañeda Lossio lo revise ya que ha prometido solucionar el tema del transporte que su antecesora no pudo hacer.