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Así fue realmente la represión desmedida de la Policía contra la marcha por la marihuana

Foto: David Huamaní/Perú 21

Foto: David Huamaní/Perú 21

Escribe: Diego Pereira*

Miente Gastón Rodríguez, jefe de la Región Policial de Lima, cuando niega que la Policía Nacional del Perú atacó —lanzando gases lacrimógenos, disparando perdigones al suelo y embistiendo con sus escudos— a la decena de manifestantes que iban adelante en la Marcha Mundial por la Marihuana, un grupo compuesto en su gran mayoría por niños en sillas de ruedas, personas con enfermedades terminales y sus familiares (varios de la tercera edad).

Miente y lo aseguro porque yo lo vi. Yo caminé junto a ellos todo el camino y estuve también en el cruce de Wilson con Ucayali, con cámara en mano, cuando una desproporcionada cantidad de policías les cerró el paso a la fuerza (y pueden ver las transmisiones que hice para Perú21.pe como prueba).

Foto: David Huamaní/Perú 21

Foto: David Huamaní/Perú 21

Dice que a ellos —los niños y personas con discapacidad‒ no se les detuvo, lo cual es cierto, pero evade la verdad cuando guarda silencio sobre los perdigones disparados y los gases que los forzaron a buscar refugio en lo que se suponía iba a ser una movilización pacífica.

Cuando la marcha se reagrupó en la Plaza Francia (de donde fueron desalojados —de nuevo— con más bombas lacrimógenas y más perdigones y más embestidas), los organizadores estaban preocupados por no tener noticias de su paradero. Todos rogaban porque nada grave les haya ocurrido y esperaban que hayan podido retornar a sus hogares sin problemas.

Miente también cuando muestra la foto de uno de los detenidos señalando que lo agarraron por consumir marihuana y resistirse al arresto. Yo mismo vi cuando una decena de efectivos lo cogieron y lo metieron a la fuerza dentro de un patrullero. Era uno de los organizadores de la marcha y también uno de los principales interesados en mantener el orden dentro de la movilización, pidiéndoles a los que asistieron que sigan las indicaciones de la Policía y que por favor no fumen hierba (que era algo que venía ocurriendo al final de la marcha).

Su nombre es Luis Gavancho y lo pueden ver en la primera foto que pongo aquí, con polo blanco, organizando al grupo en la Plaza Washington.

Foto: Diego Pereira

Foto: David Huamaní/Perú 21

Por supuesto, no le hicieron caso y es verdad que hay que ser bien estúpido para prender un porro al lado de un efectivo policial esperando que no pase nada porque «4:20 legalize». Pero es inaceptable que la Policía quiera lavarse las manos respecto a la agresión que sufrieron personas en situación de discapacidad que nada tenían que ver con los desmanes causados por otros y que se encontraban en una clara situación de vulnerabilidad.

Así la marcha no haya tenido permiso, no hay ninguna razón que justifique el uso tan indiscriminado y desproporcional de la fuerza.

PD: Todo en este post es a nombre propio.

*Diego Pereira es un periodista de Perú 21, el post es un testimonio personal.