7 consejos que debes tener en cuenta para el día de tu examen de admisión

Cuando vayas a rendir tu examen de admisión, los nervios te inundarán más que el día en que tu flaca o tu flaco te presentó ante sus papás. Es normal que te sientas así, porque es tu única oportunidad para hacerla. No, ya no estamos hablando de tu vida amorosa, sino del examen para el que te preparaste meses o quizá un poco más.

Para que puedas estar más tranquilo/a, recolectamos una serie de consejos que debes tener en cuenta antes de acudir a la prueba. No son tips para aprobar sin haber estudiado, sino sugerencias que puedes aplicarlas si te has preparado disciplinadamente en tu casa o en la academia.

1. Evitar estudiar un día antes

Esta sugerencia no se aplica si te la pasaste durmiendo en todas tus clases de la academia. Si, en cambio, estudiabas en biblioteca o repasabas en tu casa, puedes emplearlo. Todos los profes te recomendarán no estudiar un día antes del examen porque puede que solo recuerdes el último tema que leíste y que borres cassette de todo lo aprendido.

Lo peor que podría pasarte por intentar captar todo el último día es que termines estresándote…

2. Mide lo que comerás un día antes

No tienes que estudiar más, pero tampoco se te ocurra comer como si fuera el último día antes de la dieta: la combinación de muchos alimentos pesados podría causarte alguna indigestión…

Tampoco tomes bebidas heladas que al día siguiente te puedan provocar algún resfriado o un dolor intenso de garganta. No te vayas a ir al otro extremo de no comer nada. El desayuno en el día del examen es indispensable, pues para pensar requieres energía. De vitaminas y proteínas ya debes saber por tus clases de biología en el cole.

3. Evita los momentos tensos

Si tu enamorada o enamorado te dice «tenemos que hablar», no vayas, apaga el celular. Si tus papás empiezan a discutir por cualquier motivo que se inventaron ese día, sal a dar un paseo. Has todo lo posible por evitar momentos tensos que solo te harán sentir preocupación un día antes del examen.

4. Duerme lo necesario

Una vez que ya sobreviviste al día anterior del examen, debes procurar dormir las horas que  te permitan reponer tus energías. Ni pocas horas, ni muchas. En ambos casos podrías despertar muy fatigado y en pleno examen podrías estar así…

Si no quieres babear mientras lees las preguntas de comprensión lectora, prioriza dormir tus ocho horas para tener la mente despejada y para llegar temprano (si no quieres salir en la tele por ser uno de los alumnos que tuvo que saltar las paredes para entrar). Un minuto tarde puede cambiar tu vida y no estamos exagerando.

5. Fuera, nervios

Sabemos que el día del examen estarás más nervioso que bistec de caballo, pero tienes que relajarte.

Aunque se lea trillado, debes realizar ejercicios de respiración, por ejemplo: adopta una postura cómoda, cierra los ojos e inhala contando hasta cuatro y exhala contando la misma cantidad de tiempo. El día del examen podrías consumir algunos caramelos de limón para controlar la ansiedad.

6. Resuelve el examen con la cabeza

No te dejes llevar por la emoción y resuelve el examen, aunque parezca redundante decirlo, con la cabeza. Para esto debes seguir algunos tips que no debes dejar pasar si no quieres que el tiempo se te acabe…

Lo que siempre te recomendarán los profes es que primero debes responder las preguntas más fáciles y dejar las más difíciles para el final. Esto es importante porque si te estancas en una difícil, puedes quedarte sin contestar como 10 fáciles solo por la falta de tiempo.

Otra cosa que debes hacer mientras resuelves cada problema, es ir llenando la cartilla de respuestas. El tiempo es oro durante el examen y llenar la cartilla también te roba minutos.

7. No copies

Si no quieres tener el mismo futuro que el de Machín en Asu Mare, no se te ocurra plagiar.

Concéntrate en tu examen y si tienes alguna duda, consúltala al profesor encargado. Tampoco pidas prestado el borrador o el tajador. No tenemos que decirte que alistes tu lápiz, borrador y tajador un día antes del examen. Esperemos que estos consejos te sirvan para todas las veces que postularás a la universidad. De nada.