Un motociclista armado hasta los dientes estaba siguiendo a los jueces del caso Narcoindultos

Eloy Deza Valencia. Foto: Facebook.

Hasta hace dos días aparentaba ser solo un padre de familia que se divertía tomándose selfies con su hijo de tres años. Pero desde ayer, se convirtió en sospechoso de un potencial atentado contra los jueces del caso Narcoindultos.

¿No lo sabías?

Eloy Deza Valencia fue detenido cuando estaba a bordo de una motocicleta siguiendo la ruta que toman los magistrados que se dirigían al penal Piedras Gordas para una sesión más del juicio oral contra el expresidente de la Comisión de Gracias Presidenciales del segundo gobierno aprista, Miguel Facundo Chinguel.

¿Y adivinen qué llevaba consigo? una pistola automática Baikal calibre 38, dos cacerinas y 50 balas adicionales. Al menos así lo detallaron los oficiales de la Radio Patrulla que lo interceptó a la altura del kilómetro 34 de la Panamericana Norte.

Eloy Deza detenido portando un arma, 72 balas y 6 ketes de PBC
Foto: La República

Pese a la carga de armamento que llevaba y su actitud sospechosa, familiares del detenido reclaman que en realidad se estaba dirigiendo a la empresa Consorcio La Merced en Huaral, en donde trabaja como vigilante particular de lunes a viernes. Con ese argumento exigen que sea liberado.

Sin embargo; la Policía detectó no solo a Deza Valencia, sino también a otros dos motociclistas que, al pasar el distrito de Comas, iniciaron el seguimiento con actitud sospechosa. Cuando los oficiales empezaron el trabajo de intervención, los otros dos huyeron.

Tratándose de un caso que involucra a sentenciados por narcotráfico y a altos funcionarios del gobierno pasado, la seguridad para las autoridades encargadas de aplicar justicia no debe ser tomada a la ligera. Así lo piensan también los representantes de la Policía Nacional que ya han dispuesto redoblar la seguridad que reciben los magistrados por la posible eventualidad de un atentado contra ellos. Esto no debe pasar desapercibido.