corrupción , noticias , politica , violencia Miércoles, 29 abril 2015

4 cosas que debería recordar Toledo sobre la Marcha de los Cuatro Suyos

El ridículo del día ha sido el regreso de Pachacútenberg:

«Pachacútenberg» is TM & (c) utero.pe

En serio. Esta fue su forma de presionar a los jueces del caso Ecoteva:

“Si no resuelven y no establecen un plazo para resolver  en el Ministerio Público, nos van a tener en las calles con una Marcha de los Cuatro Suyos. Solo quiero justicia, solo pido justicia, nada más. ¿Por qué les tiembla la mano tomar una decisión? Cuidado, porque Eliane [Karp] tiene mi vincha bien guardada y cuidada«

Amigo Toledo: date cuenta. Aquí te damos cuatro razones por las que deberías hacerte el loco y hacer como que nunca dijiste esta pavada.

 

1. Buena suerte encontrando seguidores

Vamos, Cholo, ¿de verdad crees que alguien te va a acompañar?  Por Andrés Edery para El Comercio

Por Andrés Edery para El Comercio

Usualmente esta imagen (y su 7% de popularidad) sería suficiente para comentar el desatino de Toledo. Y sí, la verdad, esta noticia nos dio risa al inicio, pero, mientras más lo pensábamos, más conchudo nos parecía todo. Vean los siguientes puntos.

 

2. Ecoteva es culpa de él y de nadie más


Video del gran @gerardolipe

En su conferencia, Toledo dijo que «la trilogía del mal» se encontraba detrás de sus desgracias. Pero, Toledo siendo Toledo, decidió dar ooootra versión del caso Ecoteva:

“Las compras las han hecho privados con su dinero, ya llegaron los documentos que la fiscal pidió a través de la colaboración internacional, en esos papeles se dice que los recursos son de [Yosef] Maiman, ¿por qué me meten a mí en esta vaina?

Nosotros publicamos el Informe Ecoteva. Lean el informe para convencerse de que Toledo se hundió solito.

Allí se señala algo que para cualquier ciudadano peruanos medianamente informado es evidente: que ha habido muchas contradicciones sobre el origen del dinero. El informe señala TRES que se dieron oficialmente, las tres contradictorias entre sí. Al final, casi casi pareciera que Toledo quiere meter presa a su suegra (o que la condenen a ella pero que no purgue nada gracias a su condición de persona de la tercera edad).

 

3. Fue una gesta contra un gobierno fraudulento

La verdadera Marcha de los Cuatro Suyos no fue una manifestación a favor de Toledo. Fue una convocatoria multitudinaria de todas las fuerzas de oposición a la dictadura fujimorista. Vino gente de todos los rincones del país a sumarse a una causa. Y –lo más indignante del manoseo del término–, murieron seis personas en el incendio del Banco de la Nación, provocado por Vladimiro Montesinos para inculpar a los organizadores.

Se trató de la última convocatoria de activismo político puro en nuestro país. Toledo fue el líder, circunstancial, del movimiento, pero allí uno podía ver a liberales, apristas, sindicalistas, caviares y gente de todas las tiendas políticas, marchando con un solo objetivo. Sorry, Toledo, tú eras lo de menos. El video de arriba, un muy buen recuento de lo sucedido entonces, lo demuestra.

 

4. Hasta hoy los shipibos pagan las consecuencias

Comunidad Shipiba de Cantagallo. Fotografía: Enrique Pezo

¿Han visto todo el drama que existe ahora entre los shipibos y la administración Juárez Castañeda de la Municipalidad? El origen es, precisamente, cómo Toledo, una vez en el poder, abandonó a todos los que lo acompañaron en la Marcha. Nuestro colaborador Paco Bardales lo cuenta:

En julio del año 2000, un grupo de 15 familias shipibas llegaron a Lima, invitados por Alejandro Toledo y Eliane Karp, para apoyar la Marcha de los 4 Suyos,  organizada por Alejandro Toledo  contra el gobierno de Alberto Fujimori.  Venían desde  el río Ucayali, desde la región de nombre homónimo, viajando por río, carretera, a pie.  Se apostaron en una residencia del centro de la ciudad, donde pagaban un sol por día de hospedaje. Querían luchar por la democracia, sin duda.  Les habían prometido que volverían a sus tierras cuando la lucha contra la dictadura cesara.

Cuando Toledo alcanzó a la presidencia, el 2001, la situación de los shipibos era crítica. No habían regresado a Ucayali, se sentían desorientados, no conseguían trabajo.  La residencia donde se alojaban solo los apoyó hasta el primer mes del nuevo gobierno.  El toledismo les tiraba la pelota.

Eventualmente los arrimaron en Cantagallo, con condiciones mínimas de salubridad y en un desamparo legal que ahora permite los abusos de la Municipalidad. Clásico ejemplo de cómo Toledo solo piensa él. Digamos que es otro que tiene el ego colosal.