Todo lo que necesitas saber sobre la taquilla del cine peruano en el 2014

Sí, «A los 40» fue la película más taquillera del año. Aunque eso ya lo sabían, ¿no?

Escriben: Alberto Castro (@mczorro) y Rodrigo Chávez (@rcterrones)

Se termina el primer año post-«Asu Mare» y es momento de analizar lo que ha sucedido con la producción nacional en cuanto a taquilla en los últimos doce meses, para plantearnos un panorama más aterrizado de cómo va el llamado cine peruano. Sí, esa amalgama heterogénea de películas que (no hay que equivocarnos) aún no configura una industria. Estamos lejos aún. Baby steps, tranquilos.

¿Qué resalta de los números que nos deja el 2014? Principalmente que el mercado ha crecido a nivel de estrenos en el circuito comercial. Luego de más de diez años con una media de seis estrenos anuales, el 2014 nos ofreció 17 títulos nacionales. Esto frente a las 12 producciones locales estrenadas en el 2013, el año hito en la supuesta reconciliación del público peruano con su cine. Pero, ¿qué tan real es esta reconciliación? ¿Estamos frente al inicio de un boom sostenible de cine comercial en nuestro país? ¿Qué tan esperanzados nos deja el 2014?

La apuesta segura

Fueron 3,835,921 entradas las que se vendieron para el cine peruano este año, sumando un total de 13,930,911 dólares en taquilla recaudada.

Taquilla general 2014.

Nuevamente una película peruana se corona como la más vista del año en el ranking general: «A los 40» convocó a 1,686,367 espectadores, seguida de cerca por «El Planeta de los Simios: Confrontación» y «Transformers: La Era de la Extinción». Esta triada demuestra algo que ya sabíamos: el peruano promedio consume productos familiares (que es finalmente como Tondero vendió su película) y aquellos con animales/objetos parlantes. Lo cual suena a broma, pero es el calificativo que algunas exhibidoras le dan a ciertas películas.

El terror también vende en nuestro país, claro está. Si los sucesos de «Asu Mare» y «Cementerio General» plantearon la hipótesis de que la comedia y el terror servirían de estandartes para definir al blockbuster peruano, el 2014 parece reafirmarlo. La comedia peruana convocó a 2,373,678 espectadores, mientras que el terror nacional sumó 1,011,851 entradas.

«Viejos Amigos» fue la gran sorpresa taquillera del año, manteniéndose en cartelera por 11 semanas.

La gran sorpresa del año vino de la mano de «Viejos Amigos» y las once semanas que permaneció en cartelera, acumulando 460,953 espectadores. Resulta interesante anotar que si bien aparece en el tercer lugar en base a espectadores, se trata de la segunda película más taquillera del año. Sí, por encima de «Secreto Matusita», cuyo grueso de público fue a buscarla a cines de menor costo. El fenómeno resulta incluso más sorprendente al tomar en cuenta que la película de Fernando Villarán se estrenó en la mitad de salas que la producción de terror.

Otros sucesos importantes, aunque ambiguos: ¿qué tan exitosas fueron realmente «F-27» y «Perro Guardián»? Su acumulado de espectadores supera el promedio que usualmente convocan estas propuestas más oscuras, de corte policial, dirigidas a adultos; pero no logran alcanzar lo que esperaban sus respectivas casas productoras, sobretodo considerando que la primera recurría al fútbol como movilizador de masas en nuestro país (Alianza Lima como una de las hinchadas locales más consistentes), mientras que la segunda tenía al astro Carlos Alcántara como protagonista. «F-27» fue financiada de manera privada, por lo que aún corre el riesgo de no recuperar inversión; mientras que «Perro Guardián» ha logrado salir airosa debido al premio del Estado recibido en el 2011. Aunque del apoyo del Estado hablaremos luego.

2014 vs. 2013

Se trata del primer año en mucho tiempo (quizás en la historia) en el que nueve producciones nacionales superan los 100 mil espectadores. Esto es notable considerando que en el 2013 fueron dos las películas que concentraron la asistencia: «Asu Mare» y «Cementerio General» acumularon más del 90% de las entradas vendidas para el cine peruano, además de las únicas que superaron la marca de los 100 mil espectadores.

Taquilla general 2013.

Este año son tres los blockbusters más importantes del año («A los 40», «Secreto Matusita» y «Viejos Amigos», que superaron el millón de dólares en taquilla) y acumulan poco menos del 70% de la venta total de entradas, lo cual es otro indicador de que la torta general de consumo de cine nacional se dividió en partes más equitativas. Lo cual es muy bueno.

Igual hay que indicar que este año las películas peruanas convocaron menos público que el año pasado (3,820,952 espectadores del 2014 versus los 4,035,171 espectadores del 2013), a pesar de la mayor cantidad de estrenos, el reparto más equitativo de la taquilla y la explosión de los multicines en provincias, lo cual hizo crecer la asistencia general al cine en el país. Nos encontramos ante cifras muy similares, sí, pero por debajo de las expectativas de aquellos que auguraban una explosión de cine comercial para este año. Lo cual pone en suspenso los prospectos para el próximo año.

¿De villanos a héroes? Distribución.

Cuando una cadena de cine produce dos películas: «La Cara del Diablo» y «El Demonio de los Andes».

Los viejos enemigos del cine peruano, aquellos entes (supuestamente) responsables de que los tanques hollywoodenses no le dieran espacio a las propuestas nacionales, celebran también las cifras. Son ellos los que recomiendan posicionamientos, ayudan a elegir la fecha de estreno propicia, la magnitud de lanzamiento y las ventanas publicitarias indicadas para acercarse al pedazo de la torta que le corresponde a cada película, a su público objetivo.

Las distribuidoras del cine peruano del 2014

New Century Films (que mueve las películas de Warner y Fox en nuestro país) repite el plato del año pasado, coronándose como la distribuidora de películas peruanas más exitosa del año, sumando 2,549,861 espectadores con las cinco películas que estrenó. Claro que la mayor parte de este éxito se lo debe al «A los 40» de Tondero y a «Viejos Amigos». UIP se consolida como la segunda fuerza distribuidora local, congregando a 703,714 espectadores gracias a «Secreto Matusita» y «F-27». El próximo año podría cambiarse (o al menos emparejarse) el panorama, considerando que ambos prometen estrenar casi el mismo número de producciones locales.

«Viaje a Tombuctú» se estrenó en medio de los tanques de mayo y aún así consiguió una modesta cifra para su estreno limitado.

Atrás quedó la idea de que una película peruana está relegada a los espacios vacíos que le deja el llamado verano americano (temporada que va de mayo a julio, repleta de superproducciones), la temporada navideña (que va desde noviembre por Acción de Gracias hasta diciembre) y la temporada de premios (que va de enero a marzo). Sí, antes las películas peruanas estaban condenada a estrenarse básicamente entre agosto y octubre.

Ahora pueden hacerlo en cualquier momento del año, aprovechándose de las circunstancias y contextos que más les convengan. «A los 40» abrió el verano americano este año, mientras que «Japy Endng» se atrevió a enfrentarse al temido fin de semana de Fiestas Patrias. «Viaje a Tombuctú» se lanzó en medio de los tanques de mayo, aprovechando la contra-programación que le ofrecía la temporada, consiguiendo una cifra modesta en el circuito limitado en el que se exhibió. «Gloria del Pacífico» es la guerrera del grupo de las independientes, manteniéndose aún en cartelera a pesar de que en su segunda semana en noviembre ya tenía apenas cuatro pantallas.

El caso de BF Distribution (socia de Cineplanet, aliada desde este año de las películas de Big Bang Films) y Star Films (cadena de Cine Star, ahora productora de películas de terror) resulta particular por esta asociación directa con las exhibidoras, que les asegura cierta permanencia en salas. Por cierto, Star Films debe ser la única cadena de cine que financia películas: ellos son los responsables de «La Cara del Diablo» y de los reshoots que se le hicieron a la ayacuchana «Jarjacha 3» para convertirla en «El Demonio de los Andes».

«El Mudo» no funcionó con el público, aún teniendo a la distribuidora de Disney detrás de su estreno.

Hay que apuntar, eso sí, que si bien las relaciones con la distribución y la exhibición han mejorado en los últimos dos años, podemos dar lecturas menos auspiciosas del proceso. Primero, porque se demuestra que una película peruana no puede competir en el mercado sin la ayuda de una major, lo cual reafirma su poder en el circuito. Segundo, porque las propuestas que se animan a a distribuir son aquellas que tiran hacia la comedia, el terror o las que poseen los suficientes ingredientes masivos como para generar ingresos.

El caso de «El Mudo», distribuida por CineColor Films que mueve los estrenos de Disney en nuestro país, es triste porque podría desanimar en el futuro a estas empresas a abrirle sus puertas a propuestas más arriesgadas, de autor, fuera de los encasillamientos del género. El próximo año, por ejemplo, películas como «NN» de Héctor Gálvez y «Climas» de Enrica Pérez ya anuncian su estreno sin distribuidor.

«Gloria del Pacífico» fue sin distribuidora y sigue en cartelera, parece que entra a su octava semana.

Lo cual es peligrosísimo. Y es que aún no existen mecanismos formales para negociar con las exhibidoras (cadenas de cine). Sí, las distribuidoras pueden exigirle a una cadena de cine que respete un contrato porque de lo contrario pueden negarle acceso a una gran cantidad de estrenos en cola. Pero, ¿qué pasa cuando un productor negocia directamente con los cines?

En nuestro país todos los acuerdos son de palabra, sin contratos de por medio, lo cual permite que cada exhibidora tenga la potestad de modificar y disminuir la cantidad de pantallas y horarios hasta un día antes del lanzamiento. El 2014 no estuvo exento de reclamos de parte de películas a las que se le cortaron horarios sin mayor aviso o justificación, como es el caso de «Viaje a Tombuctú», «Gloria del Pacífico» y hasta «Loco Cielo de Abril», a pesar de tener a una distribuidora que la respaldaba.

¿Y la rentabilidad? ¿Y el Estado?

El 2014 nos entregó más estrenos nacionales y una mejor repartición de las cifras, lo que motivó a distribuidores y exhibidores a apoyar estos esfuerzos y lanzarse tras las ganancias. Porque, vamos, de eso se trata también: estamos frente a un negocio que necesita de rentabilidad para poder sostenerse a futuro. Y es allí donde vienen los problemas en los resultados del 2014. ¿Qué tan rentables fueron sus películas?

Es interesante notar que solo las propuestas de comedia y terror la tienen segura. «A los 40», «Secreto Matusita» y «Viejos Amigos» son proyectos que van a permitir a sus realizadores reinvertir sin tener que recurrir a fondos ni concursos del Estado. «Japy Ending», «Loco Cielo de Abril», «La Cara del Diablo» y «El Demonio de los Andes» se salvan por ser parte de un sistema que invierte poquísimo en rodajes apresurados, lo cual (nos atreveríamos a decir) se refleja en la calidad de los productos que ofrecen.

«F-27» sigue en cartelera y aún corre el riesgo de no recuperar inversión.

«F-27» está aún por confirmar si logra recuperar una inversión privada, mientras que es imposible que «Gloria del Pacífico» logre salvar una inversión que supera los 200 mil dólares, que salió del bolsillo mismo de su director. Y es que, ojo, por cada entrada vendida, le corresponde 1 dolar al productor (aproximadamente, depende de algunos factores adicionales).

El resto de películas, se salva gracias a que recibieron apoyo del Ministerio de Cultura, a través de los concursos que organiza la DAFO y de los fondos de Ibermedia:

Películas estrenadas en el 2014 que recibieron apoyo de Ibermedia y/o el Ministerio de Cultura.

¿Hubiera podido de otra forma «Perro Guardián» superar su inversión total de 550 mil dólares? Sí, se trata de un caso de éxito por superar los 100 mil espectadores, pero estos son insuficientes para cerrar el círculo de retorno necesario. ¿Y qué tal «El Elefante Desaparecido» y su presupuesto total de 500 mil dólares? Parte del peso de no alcanzar la cifra esperada ha caído sobre su productora, Tondero, pero el resto se ha aliviado gracias al apoyo del Estado. Ni hablar de «El Mudo», «La Amante del Libertador» y «Viaje a Tombuctú», cuya supervivencia se definirá al hacer cuentas con los fondos recibidos.

Los concursos del Estado y una Ley de Cine que se cumple a regañadientes (por cierto, ya es hora de hablar de un cambio legislativo) son los responsables de que las cifras del 2014 estén en verde. Lo cual resulta peligroso por varios motivos. Primero, porque en el 2013 se premiaron menos proyectos de los pactados por ley, lo cual ha devenido en menos rodajes este año. Muchos de estos proyectos se grabarán recién en el 2015, lo cual atrasará su estreno por un par de años más (y eso, ya que dependerá de qué tan bien o mal se choquen contra un mercado que solo quiere comedias y películas de terror).

Segundo, por algo que deviene de esto: conseguir fondos para proyectos no comerciales toma demasiado tiempo. Si revisan la última tabla, los proyectos con apoyo del Estado datan del 2009, son películas que se demoraron por lo menos tres años para llegar al cine. Finalmente, porque la limitada rentabilidad de los proyectos está haciendo que cada vez aparezcan más voces con proyectos cocinados en serie, sin la menor rigurosidad técnica o narrativa, con limitado respeto al público, repitiendo formatos televisivos, a la volada, al toque, con bajísimo presupuesto que buscan generar ganancias pequeñas, sí, pero ingresos suficientes al fin y al cabo.

Nos da miedo que este sea el futuro del cine peruano.

Eso es lo que da más miedo del 2015: que sea un año plagado de propuestas de comedia y terror de lo más simplonas, algunas rescatables, tal vez, pero la mayoría dolorosas. Los adelantos que han salido en las últimas semanas de películas como «Novia por Alquiler» o «El Pequeño Seductor» apuntan en esa dirección.

Alentadoras las reformas legislativas en el tema que se han hecho recientemente en Colombia, Chile y Brasil, por cierto, que han ayudado a que crezca la producción en general, pero logrando balancear las propuestas más comerciales con los esfuerzos que congregan prestigio internacional. A ver cuándo nos animamos a seguirlos.

En suma, este año plantea que lo que suceda en el 2015 será determinante para saber si estamos frente a la verdadera concepción de una industria o una ilusión más (y en nuestra historia hemos tenido varias). La tendencia de cine comercial se mantendrá al alza (Tondero ha anunciado «Asu Mare 2», «Lusers» y «Superhéroes», AV Films promete «Desaparecer» y «Cementerio General 2», Big Bang Films prepara «Poseídas» y «Fuerza Siniestra», Star Films calienta «El Pequeño Seductor» y «La Entidad»), pero la duda que queda es ¿hasta cuándo durará el favor del público hacia estas propuestas? ¿Nos estancaremos en un sistema de producción inmediatista y localista? ¿O podremos eventualmente superar esta visión de producción y generar productos de exportación? ¿Podrán convivir el cine de autor y los taquillazos comerciales sin canabalizarse entre ellos? Y, con la fe, ¿podrá mejorar nuestro cine comercial? Eso es todo.

Fuentes: Box Office Mojo, DAFO, Gestión, La República y cifras de las mismas distribuidoras.