Esta semana Uruguay celebró su primer aniversario de prender porros legalmente

El sueño estuvo cercano a terminar: parecía que la comercialización legal de cannabis llegaba a su fin. Sobre todo porque José Mujica dejaba la presidencia por estar impedido constitucionalmente para postular a una segunda vuelta.

¿Por qué?, se pregunta tu pata que no se pierde un solo Hippie Sunday en Miraflores, ¿acaso no les vacila estar estonazos todo el día?

Primera Marcha Mundial por la Regulación de la Marihuana, Montevideo (Uruguay). Foto vía MIC.

Alucina que no. De acuerdo con esta nota de Reuters escrita por Esteban Farat, Luis Lacalle Pou —candidato presidencial que finalmente fue derrotado en la segunda vuelta por Tabare Vásquez— era la voz de casi 2 de cada 3 uruguayos que están en contra de la legalización. 

Pero no solo eso, Lacalle Poe, que se quedó con un 40% en la segunda vuelta, realmente quería bajarse más de la mitad de la ley de legalización de la marihuana que el buen Pepe Mujica había promovido. Lacalle declaró así a Reuters:

Mantendré los artículos de la ley que permiten que los usuarios cultiven su propio cannabis en casa y que autorizan los clubs para fumar, pero revocaré el resto, en particular la comercialización de la droga por parte del Estado

Claro, la legalización iba a continuar en ese extremo. Nunca tanto como para dar dos pasos hacia atrás. Hay que tener en cuenta que la legalización de la marihuana en Uruguay fue tomada como un gran experimento. Una especie de «a ver qué pasa» y casi toda la región ha estado pendiente para ver el resultado.

Regular, no legalizar

En esta nota de Mic se han analizado cuáles han sido las consecuencia de un año con marihuana legal y, por el contrario de lo que muchos pueden pensar, no es que todos los uruguayos han estado stones ni que el mundo se haya caído en este país. Todo marcha casi igual. La marihuana legal todavía tiene más días por delante:

Los ciudadanos tienen permitido el cultivo de hasta seis plantas en sus casas y pueden formar asociaciones de productores que generen aún más. Sin embargo, todas las ventas deben pasar por el gobierno federal, que se supone determina una red de dispensarios y determina los precios.

Suena paja. Cada comprador se registra en una base de datos a cargo del Ministerio de Salud y se le restringe la compra a 40 gramos por mes, una cantidad que como bien sabes (no te hagas el loco) es un montón. El precio es de alrededor de un dólar por gramo.

Claro, todavía es ilegal que lances en el trabajo, manejando u operando maquinaria.

Sin embargo, la red de dispensarios aún crece lentamente. En noviembre, la Comisión Nacional de Drogas anunció que abrirían puertas en marzo aún. Ante AFP, Mujica dijo que existían «dificultades técnicas» y resaltó una premisa importante: si vamos a hacerlo, vamos a hacerlo bien:

No vamos a decir simplemente «saquen las manos y dejen que el mercado se encargue», porque si el mercado está a cargo, lo que va a buscar es la mayor cantidad posible

Tiene sentido. Por cierto, ¿viste la entrevista de Mujica con VICE?

Un momento curioso llega en el minuto 2:00 en el que una especialista del tema de la marihuana se confiesa como consumidora desde hace 50 años y está en contra de la ley de legalización trazada por Mujica. ¿Por qué? Porque según ella no tiene por qué registrar al consumidor, ni limitarle el consumo, ni se le permite decidir que marihuana va a fumar.

¿Ahora entiendes porque casi 2 de 3 están en contra de la ley? Restricción de los derechos, que le dicen. Frase clave: «los que van a ir a registrarse son jóvenes, todos aquellos que no han vivido una dictadura».

En el minuto 17:31 aparece el gran Pepe Mujica diciendo que no fomenta el consumo de marihuana, pero que peor que el consumo de marihuana es la existencia del narcotráfico. Respecto a la fobia a la lista, Mujica la tiene clara:

El mundo que dice eso, es el mundo del twitter y del facebook, que anda contando lo que dice y hay fuego por todas partes (…), me parece que el argumento es contradictorio

Y para cerrar esta nota, una gran frase del minuto 24:32

Si para ser libre yo tengo que tomar una droga, estoy frito. La libertad la tengo acá [señala su cabeza] o no la tengo. No se puede comprar la libertad en frasquito. Eso es una dependencia brutal. Si soy dependiente, no soy libre.

Ojo, para Pepe Mujica esto es reglamentación, no legalización, porque el consumo en Uruguay existe. Esa es una gran manera de verlo.