Lo mejor del Perú no es su gastronomía: Una declaración de amor incondicional de un español a la mujer peruana

“Siempre me ha sorprendido que muchas peruanas no hacen gala de la autoestima que merecen, sobre todo cuando se comparan ellas mismas con venezolanas, colombianas o argentinas. Mi propuesta quiere romper una lanza a favor de las mujeres de aquí, que sea una declaración de amor incondicional de un español a la mujer peruana y a la vez una inyección de orgullo para la belleza nacional: un alegato de que lo mejor del Perú no son sus platos, sino sus mujeres.”

Así razonaba yo hace nueve meses en un correo a la directiva de Grupo Planeta Perú, que amablemente me había invitado a proponer una idea sobre la que escribir mi primer libro específico para el mercado peruano. De inmediato, la semilla de lo que sería 50 peruanas de bandera fue aceptada y en consecuencia me dediqué durante meses en cuerpo y alma a confeccionar, con la estrecha complicidad del editor jefe Gonzalo Carranza y la editora Gracia María Angulo Flores, un listado de mujeres célebres peruanas sobre las que documentarme hasta valorar su inclusión en este personalísimo Top 50 que, repleto de devoción y humor, ha salido a la venta esta semana en todas las librerías del Perú.

“Mucho seco para tan poco tenedor…”.

¿A quién he otorgado el honor de ser la mujer más hermosa de las famosas peruanas? No puedo revelarlo, pero digamos que no me dejo llevar por el tradicionalismo criollo que identifica “rubio” con “bonito”, “claro” con “distinción” y “alcurnia” con “admirable”. A mí me gusta la diversidad, el mestizaje y la serenidad en la mujer de este país. Por eso hallaréis en las páginas de 50 peruanas de bandera personalidades de muy distintas procedencias, sangres y méritos: escritoras, conductoras de TV, vedettes, damas de alta sociedad, modelos, actrices, cantantes e incluso desocupadas. Todas idolatradas con equidad.

Adoro sin reservas a la mujer peruana, como explico en su introducción, La peruana, la más bella: “Cuando llegué al Perú en 2005, me quería morir. Las calles de Lima estaban atiborradas de cientos, miles de mujeres por las que yo me hubiese arrastrado en España como una lagartija sin rabo (o un rabo sin lagartija). Desde una sencilla dependienta de farmacia a la pertrechada policía Fénix, me daban ganas a cada paso de arrodillarme y efectuar una entregada genuflexión por limeña. Estaba en el paraíso de las mujeres perfectas”.

50 peruanas de bandera es mi homenaje a todas ellas.

UN ADELANTO-ADIVINANZA

Útero me ha pedido que presente un adelanto extenso del libro, pero yo preferiría jugar a que adivinéis de quién escribo en estos extractos de su contenido.  ¿Sois capaces de identificar de qué populares mujeres estoy hablando?:

50.      “Lolita del Humbert Humbert peruano. (…) Pero un día el monstruo conoció a la lolita, y la lolita lo amansó”.

47.      “Es una de esas modelos tan poco lúcidas que prefieren escoger ser dueñas de su destino creando y gestionando su propia empresa (…), en lugar de buscarse un esposo futbolista que la lleve por el camino del dinero fácil y el amor difícil”.

42.      “Que use mis bolas de punching-ball me haría un hombre completo”.

32.      “Nunca he contemplado enferma tan bonita como X. ¿Saben por qué? Porque aun en los peores momentos de su trance mortal, pareciera que fuese ella quien iba a cuidar de nosotros”.

30.      “La imagino sin dificultad como estereotipo de patricia romana en la gloriosa serie Spartacus, una de esas hijas de senadores, hastiada de la rutina y proclive a la bacanal: es fácil verla con su túnica blanca y sus ojos ardiendo, repasando la gallarda fila de gladiadores como si estuviese supervisando una remesa de sementales dispuestos a darle guerra”.

28.      “Proporciones improcedentes, voluptuosidad a la italiana, cintura de avispada, cejas lollobrígidas, anca de inca”.

“Le agradezco infinito su perspicacia, su saber estar, su no rebajarse a lo ordinario…”.

25.      “Luego de humanizarla a base de comportarnos como animales, la trasladaría en liana a lo alto de mi árbol preferido para contemplar juntos Un nuevo amanecer… hasta que a la tarde siguiente me despertara a patadas para gritarme: ‘¡Trabaja, flojo, trabaja!’”.

19.      “Tiene los mismos ojos socarrones (que la actriz de Los Nuevos Vengadores, Joanna Lumley), la misma bocaza segura de sí misma y captora de secretos que la hacen parecer pedantona, el mismo porte de dama anglosajona audaz a la que no se le caen los anillos por propinar un sopapo a quien se le propase… (…) Por eso todos la discuten”.

17.      “Melena para trepar cual Tarzán. Tetas de nodriza. Brazos de partera. Puro poto. La Jennifer López del Perú”.

16.      “Piel canela en la que dejarse la piel. Cerquillo para dejarse cercar. Uñitas para un besamanos eterno. Cerviz de dignidad. Modélica Hija del Sol”.

3.         “Es la ‘niña mala’ de la novela de Vargas Llosa. Esa traviesa que sabes que te va a llevar a la perdición con sus caprichos y su impulso autodestructivo. (…) La heroína de historieta que hubiese sido más feliz con un cuerpo de papel que con el suyo de infarto”.

2.         “Su voz también es especial, pura voz serrana. Esas vocecitas vibrátiles que zumban en torno tuyo, a veces tan agradables como abeja cordial, a veces tan incisivas como avispa mosqueada. Un susurro en sordina que invita a la intimidad”.

“Un nombre con sabor a mujer fatal de Raymond Chandler (…) En 2010 se integró como bailarina del grupo de cumbia con nombre más eufemístico de la Historia: Alma Bella, una formación donde a primera vista el alma parece un elemento muy secundario”.

Todos los retratos, realizados expresamente para promoción del libro, son obra de mi admirado maestro Jorge Luis Ramos “Coquito”: http://guerrerodelarte.blogspot.com/