Tema del traidor y del héroe
Vía Perú.21:
…el presidente Alan García dijo que parece haber cómplices de un país vecino que quisiera que el Perú no crezca tanto. «Hay gente que le pone palos a la rueda de la bicicleta con cualquier mala noticia para que, otra vez, el Gobierno se tambalee, como un gobierno que yo conocí, y el país no crezca. El que les hace el juego a nuestros vecinos tiene un nombre«.
Un nombre que pepitas no tuvo empacho de publicar: traidor a la patria.
Comprendo que García esté alterado porque la enfermedad incubada durante los últimos siete meses ha entrado a una fase purulenta.
En las últimas tres semanas no se ha requerido de mucho esfuerzo para que salten los chupos: Interior, Salud, Educación, Agricultura, el Congreso y, esta semana, INPE y Vivienda. La cosa está bien fea y el festival de contratos, consultorías y licitaciones tiene viada como para un par de escandalitos/lotes más.
Ahora, ¿todo esto se debe a una conspiración de intereses extranjeros que buscan desestabilizar al régimen? Si el argumento proviniese de uno de los loquitos sudorosos que discuten de política en la Plaza San Martín, vaya y pase, pero de un tipo sagaz y experimentado como García, no pues, ya hasta es gracioso.
¿Otra vez la culpa es del mensajero? Cansa tener que repetir esto cada cierto tiempo, pero vale la pena: si los políticos no fueran unos vivos, los periodistas no podríamos reportar sus vivezas. Por decirlo de una forma suave.
Denunciar vivezas es parte de la chamba, nada más. Si sucede, sucede pues. Si robaste, robaste pues. Ni más ni menos que eso. Eso no nos convierte en héroes, pero tampoco en -escribirlo resulta ridículo- traidores.
Pero, vamos, Alan sabe perfectamente todo esto.
En realidad, lo que quiere hacer es atarantar a mis coleguitas, pechar a los medios para que no le marquen la agenda. Apáguense, chibolos, yo sigo siendo el rey.
O quizás el mensaje es: Más me denuncias, más autoritario me pongo. Me pones contra la pared y se me sale el caballo loco.
Lo malo es que la prensa seguirá denunciando cuando encuentre algo denunciable. Sobre todo ahora que se ha envalentonado al descubrir que Alfonso Ugarte es tierra fértil para los destapes.
Pero si siguen las denuncias y se sale el caballo loco, bueno, ¿1987 le suena a alguien?
ACTUALIZACIÓN: Mirko Lauer insinúa que cualquier futuro ataque periodístico a Agustín Mantilla provendría del misterioso Big Brother de inteligencia que, según teoriza, estaría surtiendo los insumos de los últimos destapes. No es la primera vez que Lauer desmerece sustentadas investigaciones periodísticas -las de casa incluidas-, pero esta vez insinúa que no sólo La Razón se pliega a las campañitas de Giampietri, sino que los recientes destapes de La Ventana Indiscreta, Prensa Libre, Cuarto Poder, Perú.21 y hasta La República también.
