INDIGNANTE: A estos niños les pagaron 2 soles por limpiar el derrame de petróleo de Petroperú
Diego Castillo
PeriodistaNazareth, una de las comunidades afectadas por el reciente derrame de petróleo de Petroperú, sigue olvidada por el Estado a casi un mes del desastre. Hoy, la empresa debe responder por una oferta de dinero que no ha podido aclarar y podría dejar un problema de salud pública prácticamente irreversible. Un reportaje de Número Zero, a cargo de la periodista Rosa Laura cuenta esta historia desde Bagua, Amazonas.
Petroperú fue el que comenzó este lamentable hecho
Todo inició el 25 de enero. Una fisura en el oleoducto Norperuano operado por Petroperú ya había provocado un derrame de dos mil barriles en Imaza, Bagua (Amazonas). El 10 de febrero la cosa empeoró: una lluvia torrencial rompió la represa que contenía el petróleo. Así, el crudo llegó a la quebrada Inayo, que se conecta con el río Chiriaco. Por las lluvias, el nivel del río subió e inundó varias de las chacras. Los cultivos de la localidad fueron cubiertos por el agua contaminada.
Enviaron a sus ingenieros a ofrecer trabajo a la gente de Nazareth
Dos ingenieros de Petroperú llegaron a Nazareth y le avisaron a los comuneros que iban a pagarles por recoger el crudo. No indicaron quiénes podían hacerlo ni entregaron trajes especiales. Luego se supo en toda la comunidad y así hombres, mujeres y niños fueron al río con recipientes para sacar el petróleo que pudieran.
Osman, de 12 años, fue con sus hermanos menores. Pronto el olor los mareó y les comenzó a doler la cabeza. Su hermano, de apenas tres años de edad, se rindió y regresó a casa con los brazos y piernas manchadas con petróleo. Osman siguió hasta el anochecer. Finalmente, regresó a casa cubierto de petróleo y con medio balde lleno. Una vecina le tomó esta foto que luego circulo por redes sociales y así se supo de la tragedia.
Estas fueron las consecuencias de la recolección de petróleo
Ahora, Osman tiene sarpullidos y verrugas en las piernas, y ronchas en el brazo. Su hermano menor, Omar, sufre dolores de cabeza y diarrea. Como ellos, varios niños y niñas se sintieron mal luego de haber recolectado el petróleo. El 18 de febrero, la comunidad de Nazareth escribió un comunicado para diversas autoridades: el Presidente de la República, el Defensor del Pueblo y el ministro de Salud. En el documento expresaron su preocupación por la contaminación y pidieron atención inmediata.
El comunicado, al cual Número Zero tuvo acceso, incluía una lista los nombres de más de 60 niños solo de Nazareth que se encontraban mal de salud luego de haber recogido el crudo.
Yolanda Yampis, madre de familia, no estuvo en la comunidad durante la recolección y al saber que sus hijos habían participado, no le dio importancia. Ahora, gran parte de los menores están enfermos y los suyos tienen dolor de cabeza y tos seca.
Solo les pagaron una miseria
El papá de Osman contó que los ingenieros de Petroperú solo le dieron 2 soles. Su hijo también confirmó solo esa cantidad por su medio balde, cuando él había escuchado que darían 200 soles por uno lleno. Un amigo de Osman afirma que por llenar un balde solo les pagaron 3 soles.
En su reportaje para Cuarto Poder, el periodista Carlos Hidalgo entrevistó a uno de los menores que participaron de la recolección de petróleo en el río:
Y esta fue la increíble respuesta de Petroperú
Cuando el periodista le dijo al presidente del directorio de Petroperú, Germán Velásquez, que según el testimonio de los niños y sus padres, un ingeniero de la empresa les ofreció dinero por recolectar petróleo, esta fue la inexplicable respuesta:
«Eso no es lo relevante. Lo relevante es que ahorita hay un niño que ha recogido petróleo y ahorita está enfermo (…) tendremos que atenderlo».
O sea, para Petroperú no es relevante investigar si uno de sus funcionarios le ofreció a niños recolectar petróleo, sabiendo las infecciones a las que se expone.
Es más, hace unos días, en RPP, Velásquez negó el pago a niños para retirar el petróleo y peor: asumió que seguramente se habían manchado por las lluvias torrenciales (¿¿¿¿¿????).
“La orden primera que se da dentro del protocolo de acción frente a eventos de esta naturaleza es esa: ningún niño debe participar de esta tarea”, señaló. Confrontado con las imágenes compartidas a través de las redes sociales, explicó escuetamente: “El día nueve, de las lluvias torrenciales, ahí es donde se pueden haber ensuciado los niños”.
Juan José Beteta, jefe de prensa de Petroperú, negó la versión de los pobladores y más bien les pidió que muestren papeles de pagos, recibos y firmas de los ingenieros ¿Un recibo firmado por un monto de dos soles? Es la explicación de la petrolera.
Los niños reconocieron a los hombres de Petroperú
El 18 de febrero, dos hombres con camisas de la empresa estatal llegaron en una camioneta a la comunidad. Buscaban al apu (dirigente indígena). Al no encontrarlo, se fueron. Número Zero tomó fotos de la visita de los hombres y se las mostraron a Osman y otros niños. Uno de los amigos de Osman reconoció que uno de esos hombres fue quien les pagó. También dijo que no les advirtió que era peligroso que sigan recogiendo petróleo. Solo les pagó y se fue.
Esta es la difícil realidad de Nazareth luego del derrame
Nazareth es una comunidad nativa awajún situada a 15 minutos en moto de la localidad de Chiriaco, en Imaza. Sus dos mil habitantes viven de la pesca y la agricultura y las familias poseen chacras donde cultivan yuca, plátano y cacao, tanto para autoconsumo como para la venta. Su principal vía de comercio con otras comunidades es a través del río Chiriaco, que desemboca en el Marañón. Pero eso se estropeó.
Hoy sus cultivos y las riberas han sido reemplazados por charcos de petróleo y ahora los pobladores ya no pueden comerciar pescado porque podría estar contaminado.
Esto también se repite en otras comunidades: Puerto Pakui, Inayo, Pakun, Wachapea, Chiriaco, La Curva, Umukai, todas ellas ribereñas. Una banda negra de unos 70 centímetros sobre el río, en unas partes más notoria que en otras, se extiende por las orillas del río Chiriaco, un importante afluente del Marañón. Se han eliminado las trazas en el río, pero no el petróleo que ha llegado a sus orillas.
Según explica Número Zero, han tenido que cambiar su dieta. En la comunidad de Wachapea, frente a Chiriaco a cinco kilómetros del derrame, sus habitantes solo se alimentan con plátano, arroz y huevo. El pescado, elemento principal de su dieta, ha desaparecido. Aquí Petroperú ha entregado kits de salud (para el dolor de cabeza y las heridas), pero no de alimentos.
El día que el río Chiriaco subió su cauce, varios comuneros fueron a recoger petróleo y mancharon las chacras que estaban en la orilla. Ahora no sabe qué enfermedad podrían contraer los dueños de las chacras al comer sus cultivos.
Personas expuestas al petróleo pueden desarrollar afectaciones
«Desde irritación en la piel, complicaciones estomacales o mal funcionamiento del hígado. Probablemente desarrollen [en el corto plazo] inflamaciones, sarpullidos; si se llevan la mano a la boca, les afectará el estómago”, explica Raúl Loayza, biólogo especialista en Ecotoxicología de la Universidad Peruana Cayetano Heredia.
El petróleo puede ingresar al organismo humano al contacto con la piel. También a través del agua o alimentos contaminados.
“Cuando uno ingiere el petróleo, estas moléculas se alojan en nuestro tejido graso. Como no se diluye en agua, difícilmente el cuerpo puede excretarlo en la orina. Entonces permanece mucho tiempo en el organismo, lo que es peligroso (…) El efecto que tiene en el organismo es que a largo plazo, el cuerpo va a empezar a funcionar de manera errática”, indica Loayza.
La semana pasada, el ministro de Salud, Aníbal Velásquez, visitó Chiriaco llevando un lote de kits de salud y bidones de agua potable. Sin embargo, en Nazareth nadie lo ha visto. Hasta el viernes 19 de febrero, ningún representante de Petroperú fue a Nazareth a explicar cuáles son los efectos del petróleo para su salud ni qué cuidados deben tener los que se han expuesto a este elemento.
Ha pasado un mes, los pobladores sufren afectaciones, daños en sus chacras y viven como pueden con el inexistente respaldo de Petroperú y el abandono total del presidente Humala y el estado. Hasta el momento, la única candidata que ha ido a la zona del desastre ha sido Verónika Mendoza.