noticias , politica , videos lunes, 12 enero 2015

YouTube: si dudabas que Urresti quiere ser el próximo Hugo Chávez tienes que verlo pidiendo disculpas (VIDEO)

Diego Pereira

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Todos los policías presentes se habían preparado para estar parados un buen rato en la ceremonia de ascensos que se llevaba a cabo. Sin embargo parece que no estaban listos para enfrentar lo que ocurrió después.

Urresti sacó un papelito y aprovechando las cámaras juntó las manos como mosca y empezó a hablar sobre su uso desenfrenado del Twitter. Es divertido cómo unos cuantos oficiales quieren ocultar la cara de interrogante que les produce naturalmente el ministro.

Básicamente salió a zumbar

Básicamente salió a zumbar

Hace poco Milagros Leiva ensayó compararlo con Hugo Chávez. Luego de verlo hablar sin detenerse la comparación parece haber caído a pelo o, por lo menos, dentro de una burda imitación que tranquilamente podría haber salido en El Especial del Humor:

Si no quieres empatizar con los pobres policías que se soplaron todo este innecesario discurso que solo sirvió para enfatizar que con Urresti no se puede hablar sin que grite que lo están censurado, abajito te desgranamos lo más relevante.

 

Si no es verdad, me disculpo

Dice Urresti que hemos estado acostumbrados a tener ministros secretarios. O sea, ¿ahora está criticando a Nadine? Dejamos la pregunta abierta porque en el minuto 0:57 se manda con sus disculpas a Alan García:

Señor Alan García, yo he dicho que usted es un ególatra y si usted no lo es, le pido perdón.  Yo he dicho que usted es un infiel, si usted no lo es le pido perdón. Me he atrevido a decir que el quinquenio perdido fue del 85 al 90, si ese no fue el peor quinquenio del Perú, si ese no fue el quinquenio más desastroso de la historia, si ese quinquenio no es el que nos ha condenado a 50 años de atraso, señor Alan García, le pido perdón. Si es falso que usted indultó a narcotraficantes, le pido perdón. Si es falso [sic] algunas de las afirmaciones que yo he hecho a través del tuiter, le pido perdón. Si es falso que usted le envía a través de las redes las indicaciones a uno de sus congresistas, no voy a decir quien pero es el que usa barba, le pido perdón.

Las condicionales («si no lo es») son lo más logrado en el discurso de Urresti quien, cachosazo, añade: «espero que no se me haya pasado nada, siento como si me hubiese confesado».

En el minuto 3:15 le toca a Keiko pasar por caja:

Señora Keiko si es falso que su papá la envió a usted y a todos sus hermanos a estudiar al extranjero, pagándolo solamente de su sueldo, de los 2000 soles que ganaba o de la venta de una casa o algo por el estilo… si eso es cierto, que todo el dinero que gastaron ustedes en el extranjero pues aquí en el Perú supongo que la educación era muy mala (…). Si es falso que estudió usted con la plata de los peruanos, le pido perdón. Si es falso que usted tiene familiares que son delincuentes, aclarando que se le dice delincuente a quien comete un delito, si es falso que usted tiene familiares que son delincuentes y que son prófugos, le pido perdón. Si es falso que el comportamiento errático de su hermano congresista se debe a problemas mentales, le pido perdón.

Y para dejarnos tranquilos, en el minuto 5:45 el ministro nos promete que ahora va a tuitear con educación y que ya comenzó ayer (?). Pero quizás la parte más interesante de la psique de Urresti la podemos ver en el minuto 6:00 cuando habla sobre la libertad de expresión:

Tengo dudas y pensé ir al colegio de periodistas para que me las aclare pero resulta que soy… ¿cómo se llama?, ¿cómo me han dicho?, ¿ilegal?, ¿cuál es la plabara?, ¿cómo me han declarado?… ¡No grato! Me han declarado persona ingrata [sic] entonces ya no creo que pueda preguntarle a ellos. Entonces quiero ver a quien le puedo preguntar sobre los alcances de la libertad de expresión. ¿Es solo para periodistas? Para el pueblo tal tamaño, para el ministro tal tamaño, para el periodismo al infinito. ¿Así es?

Solo le falta gritar: ¡HUELE A AZUFRE! 

 

Una respuesta correcta

Juan José Garrido, director de Perú21, dice que le llegan correos insultantes a nombre de terceros y que personas que trabajan con el ministro del Interior lo llaman para intimidarlo. De todo ese testimonio, rescatamos esto:

Lo que sí llama la atención es el descaro con que se maneja. Cuestionar a los periodistas por lo ocurrido en los noventa es un exceso. ¿Hubo casos de venta al fujimorato? Por supuesto, pero no fueron la mayoría. Fujimori cayó por el periodismo, no por Urresti y sus palomillas de ventana. Cayó por la valentía de un infiltrado que sacó un video, un empresario que puso la plata y un canal de noticias que lo transmitió y paralizó, con ello, a los peruanos.

¿Qué hacía el ministro Urresti a fines de los noventa? Se encontraba en el Ejército; quienes lo recuerdan lo ubican en el sector “comunicaciones”. ¿Le gustó la película “La vida de los otros”?, ¿o solo sabía decir chi, cheñor?

Sí pues, Urresti estaba en el ejército durante el fujimorato. ¿Qué dijo en ese momento?, ¿se quejaba del régimen? y, si lo hizo, ¿cómo logró ascender dentro de las Fuerzas Armadas si estas se encontraban pasando por su peor momento?

La Editorial de El Comercio con sorprendente lucidez da en el clavo sobre el problema de Urresti:

Como se sabe, al ministro Urresti le sobra el tiempo para usar el Twitter para atacar con insultos e improperios a sus críticos y bueno fuera que ese tiempo lo dedique con el mismo ahínco y empeño para hacer las reformas de fondo que necesita la policía y brindar la protección necesaria donde más se necesita. Después de todo, los peruanos aún esperamos la remodelación y el mejoramiento de nuestras decadentes comisarías y escuelas de formación policial, la eliminación del sistema 24 × 24 y la implementación de un verdadero servicio de comunicación e información para nuestras comisarías. Finalmente, nos gustaría que nuestra policía abandone el puesto 137 de las 144 policías nacionales en lo que toca a la confianza que inspiran en su ciudadanía según el Ránking de Competitividad Global.

Dada la precaria situación de la seguridad en el país, quizá sea mejor que el ministro Urresti, en vez de tuitear tanto, evalúe concentrarse en articular una estrategia coherente y en proteger a los ciudadanos y a sus propios policías para que no sean asesinados en pollerías o por una canasta navideña.

Hay muchas cosas por hacer. Si Urresti dedicara la misma cantidad de energía que pone en dar declaraciones inútiles (porque continúa queriendo desviar la atención hacia sus pequeños «pleitos») quizás estaríamos en el puesto 136 al menos.

Con un ministro como él parece que tenemos que apuntar a poco, pues.

 

Lo más asqueroso hasta ahora

Justo cerrábamos esta nota con las disculpas cachosas de Urresti y el ministro se mandó diciendo que estaba «retuiteando esto con mucha educación»:

garchia

Esto es asqueroso. Realmente este accionar debería costarle el puesto. Sobre todo porque parece que tiene las cualidades necesarias para dedicarse al negocio de los diarios chicha.

La única razón por la que lo publicamos es para que se den cuenta del nivel al que ha caído este tipo. El tuit ya lo borró porque se ha dado cuenta que la guaneó más fuerte que todas las aves que le dieron plata al gobierno de Ramón Castilla.

Esa es la calana de nuestro ministro, ¿todavía lo defienden?

Diego Pereira

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