internacionales , noticias , politica lunes, 4 mayo 2015

Vargas Llosa escribe sobre el Perú para El País: «la concentración fanática en la rama nubla la visión del bosque»

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Super Mario está preocupado. Foto: http://www.profetica.com.mx/

Nuestro Premio Nobel de Literatura dedicó su columna semanal de El País de España, a escribir sobre el estado actual de nuestro país que, por un lado, tiene una muy buena imagen en el exterior; pero que, por el otro lado, tiene una conflictiva imagen interior. ¿A qué se debe esta gran diferencia de miradas? ¿Por qué el conflicto en Tía María se ha ido agravando tanto? ¿Cuál es la relación que juega la prensa en la proyección de esta imagen y en el conflicto? Vargas Llosa ensaya unas respuestas.

La verdad es que nunca, desde que tengo memoria, la imagen de mi país ha sido tan positiva en el resto del mundo.

Y, sin embargo, quien vive en el Perú, donde acabo de pasar una temporada, puede tener una impresión muy diferente: la de un país exasperado, al borde de la catástrofe por la ferocidad fratricida de las luchas políticas, y al que las huelgas antimineras, en Cajamarca y Arequipa sobre todo, la corrupción que se encarniza en las regiones por culpa de las mafias locales y el narcotráfico y la agitación social están haciendo retroceder y acercarse de nuevo al abismo, es decir, a la barbarie del subdesarrollo e, incluso, del quiebre constitucional.

¿Cómo explicar semejante incongruencia entre la imagen externa y la interna del país? Por la falta de perspectiva, la concentración fanática en la rama nubla la visión del bosque. Es, probablemente, el defecto mayor de la prensa en el Perú —escrita, radial y televisiva—, controlada en un 80% por un solo grupo económico, que, como está en su inmensa mayoría en la oposición al Gobierno, propaga una visión apocalíptica de una problemática social y política que, hechas las sumas y las restas, es bastante menos grave que la de la mayoría de los países del resto del continente.

Y, por otra parte, olvida y trata incluso de quebrantar la más alta conquista que ha alcanzado el Perú actual en toda su historia: un amplio consenso nacional a favor de la democracia política y la economía de mercado. Sin este acuerdo nacional, del que, con la excepción de grupúsculos insignificantes, participan tanto la derecha como la izquierda, jamás hubiera progresado el Perú tanto como lo ha hecho en los últimos 15 años.

Para Vargas Llosa el actual panorama positivo que goza el Perú en el exterior podría difuminarse si las fuerzas políticas continúan luchando entre sí y no se preocupan por proteger los logros que el país ha venido cosechando desde que recuperamos la democracia. Es decir, luego de la caída del fujimontesinismo.

«A lo largo de casi toda mi vida he sido bastante pesimista sobre el futuro del Perú. Quizás contribuyó a ello el haber pasado mi niñez y mi juventud en un país envilecido por una dictadura militar, la de Odría, que prostituyó todas las instituciones —entre ellas la universidad donde estudié— y, luego, haber visto cómo se frustraban entre nosotros todos los intentos democráticos, destruidos por unos partidos políticos ineptos que preferían destrozarse entre sí a hacer funcionar la democracia, aunque ello acarreara una y otra vez el siniestro retorno de la dictadura.

Desde el año 2000, con la caída de Fujimori y Montesinos —ladronzuelos y asesinos que batieron todos los récords de criminalidad establecidos por los dictadores peruanos—, de pronto, empezaron a pasar cosas en mi país que me inyectaron la esperanza. Desde hace tres lustros, con algunos tropezones e interrupciones, ella se ha mantenido. En estos días, aletea de nuevo, viva todavía, pero como un candil en el viento, y siempre con el sobresalto de que surja un golpe de viento que la apague«.

 

Pueden leer toda la columna completa de nuestro Nobel aquí.

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