V for Vendetta (versión sin viñetas)
La verdad es una de las víctimas de las vicisitudes de esta votación. Volvamos a verla, visitantes.
En esta Semana Tranca Electoral, nada mejor que el arte para descubrir la verdad a través de las mentiras. Y si quieren una mentirota con mucho de verdad, les recomiendo V for Vendetta, una película de los hermanos Wachowski, de regular factura pero con el espíritu de la historia original: un extraordinario cómic de Alan Moore.
Claro, yo cometí el error de desempolvar y releer mi vieja edición del cómic un par de noches antes de ver la película. Así que durante la primera media hora, me pareció tediosa, discursiva y pasteurizada, en comparación a la historia original. Había, además, perdido casi todo su encanto místico y poético.
Sin embargo, conforme avanzaba la trama, el film agarró vida propia y logró engancharme -salvo por las forzadas alusiones al 9/11 y ese típico final de revolución-imaginada-en-Hollywood-.
Ssalí satisfecho de la película (pero ustedes no cometan el mismo error que yo: vean primero la película y, después, chapen el cómic).
La mazamorra de los Wachowski les ha salido muy bien, aunque, finalmente, es sólo eso: una deliciosa mazamorra. En cambio, el cómic de Alan Moore -aunque tiene mejores- es una pequeña obra maestra, rica en proteínas.
V for Vendetta es una de las primeras series de Moore (me parece que Miracleman es anterior, no la he leido), así que los fans del Maestro encontrarán destellos de genialidad que luego se explorarían temáticamente en Swamp Thing, visualmente en The Killing Joke, formalmente en Watchmen (y políticamente en toda su obra).
Por suerte, el extraordinario genio de Moore ha logrado sobrevivir en la película. Se ha perdido bastante, sí; pero como diría el mismo V, gran parte de la idea original se conserva y, además, se ha ganado audiencia, mucha audiencia.
Rodrigo Fresán, de Página/12, escribió un análisis muy elogioso sobre V for Vendetta, celebrando el estreno en Estados Unidos de una película «donde se nos informa que todo se soluciona si se mata a las personas correctas». Mi post no podría tener mejor final que el escrito por Fresán en su artículo:
“La gente no debe temer a sus gobiernos; los gobiernos deben temer a la gente”, dijo V.
Y todo parece indicar que los espectadores han oído el mensaje. Mientras escribo esto, V de Vendetta –película más políticamente denunciante y transgresora que Munich, Syriana, Crash y Buenas noches, y buena suerte– está en los primeros puestos de recaudación en los cada vez más fragmentados Estados Unidos y Reino Unido.
Tiembla Bush, tiembla Blair.
Preparen las máscaras.